El procedimiento de certificación del controvertido gasoducto Nord Stream 2, propiedad de la rusa Gazprom, está suspendido temporalmente por decisión de la Agencia Federal de Redes alemana.
El gigantesco proyecto gasífero, que contó con una inversión cercana a los 2.500 millones de dólares, terminó en septiembre. Desde entonces espera por la licencia necesaria para operar. Pero, con esta decisión de la agencia alemana, se distancian aún más sus aspiraciones.
Nord Stream 2, aunque es propiedad del estado ruso, en su construcción participaron varias empresas europeas. La infraestructura transportará el gas desde Rusia, a través de 1.224 kilómetros por el fondo del Mar Báltico, hasta Alemania. Sin tener que pasar por Ucrania, rival político de Rusia.
La obra ha estado rodeada de polémicas, entre ellas en 2019 cuando Donald Trump impuso sanciones económicas que pararon su construcción. Además, Ángela Merkel ha denunciado en varias ocasiones, su temor por el manejo político que el Kremlin pudiera hacer del gasoducto.
El ente regulador alemán informó que la certificación del gasoducto «sólo es posible si el operador está organizado bajo una forma jurídica de derecho alemán». En ese sentido, queda suspendido el proceso de certificación hasta que el operador de Nord Stream 2, con base en Zug, Suiza, haya acabado de transferir «activos esenciales y recursos humanos» a una filial creada en Alemania. Para la parte germana del gasoducto.
Si se cumplen estos requisitos, la Agencia Federal de Redes puede continuar su examen dentro del resto del período de cuatro meses previsto por la ley. Así como redactar un proyecto de decisión, según lo dispuesto por la ley del mercado interior, presentarlo a la Comisión Europea.
Tras este anuncio, el precio del gas aumentó un 12%.
Las operaciones del gasoducto Nord Stream 2
La Agencia Federal de Redes suspendió el proceso de certificación al gasoducto Nord Stream 2 alegando que el operador no está legalmente constituido bajo el marco jurídico alemán. Esta decisión supone un duro revés para la estrategia rusa, también lo es para los consumidores europeos, en un contexto de aumento de los precios del gas natural a las puertas de un crudo invierno.
El mes pasado, el presidente ruso Vladimir Putin dijo que el país podría impulsar rápidamente el suministro de gas natural a la Unión Europea, una vez que los reguladores alemanes permitieran que el nuevo gasoducto comience a operar. Los precios de la energía se han disparado en Europa, que importa gran parte de su gas natural de Rusia, y han causado problemas a las empresas y los hogares.
No quedó claro hasta qué punto la medida del regulador de red alemán, podría retrasar el inicio de las operaciones. El paso es necesario antes de que el gas pueda fluir legalmente.
Por lo pronto, Nord Stream 2 AG dijo que no podía comentar sobre los detalles del procedimiento. Su posible duración y cualquier efecto en el inicio operativo del gasoducto, informó la agencia de noticias alemana DPA. El tema de la certificación es “otra razón para esperar que el gasoducto no comience a operar comercialmente hasta mediados de 2022”, señaló Carlos Torres Díaz.
En vista del tiempo necesario para volver a enviar la documentación, el gasoducto no entregaría volúmenes comerciales de gas a Alemania «antes del final del invierno», agregó el jefe de mercados de gas y energía de la firma de investigación energética Rystad Energy.
EE UU se ha opuesto firmemente a la construcción de Nord Stream 2, pero llegó a un acuerdo con Alemania en julio para permitir la finalización del gasoducto sin imponer sanciones.
¿El gas como arma política?
El Kremlin aseguró este viernes que las entregas de gas ruso a Europa no serán suspendidas. A pesar de las amenazas lanzadas la jornada previa por el presidente de Bielorrusia, Alexander Lukashenko, quien aseguró que bloquearía el suministro. Usando un gasoducto que atraviesa su territorio en el caso de que Bruselas imponga nuevas sanciones a Minsk.
Rusia «es y seguirá siendo un país que cumple todas sus obligaciones de entrega de gas a los consumidores europeos», declaró el portavoz del Kremlin, Dmitri Peskov, según DW. Asegurando que los contratos firmados serán respetados. «Esa declaración (la de Lukashenko) no fue consensuada” con Vladimir Putin, agregó el vocero.
«Putin ya ha dicho que Rusia siempre ha cumplido sus compromisos», insistió Peskov. Y agregó que Bielorrusia, pese a ser un aliado de Moscú, es también un Estado soberano que puede hacer declaraciones independientes. «Esa declaración es del presidente de Bielorrusia”, reiteró.
Sin embargo insistió en que «la confiabilidad de Rusia como socio y suministrador de gas para futuros contratos no puede ponerse en duda”.
El presidente bielorruso mencionó la posibilidad de interrumpir las entregas del gasoducto Yamal-Europe, que traslada el gas ruso a Alemania y Polonia. Su amenaza se produjo en medio de la crisis provocada por la presencia de miles de migrantes que están bloqueados en la frontera entre Bielorrusia y Polonia.
«Nosotros le damos calefacción a Europa y ellos encima nos amenazan con cerrar la frontera. ¿Y si nosotros cerramos la llave de paso del gas natural?», aseguró entonces Lukashenko.
Cerca del 20% del gas que Gazprom bombea a los consumidores europeos transita por territorio bielorruso. En torno a un tercio lo hace a través de Ucrania y el resto por el Nord Stream, volúmenes que aumentarán cuando entre en servicio el gasoducto Nord Stream 2.
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