Por Energía16
22/12/2017
En Alemania se prevé que el incremento energético haya sido de 0,8% este año.
El calculo lo desarrolló el grupo de investigación AG Energiebilanzen.
El estudio se enfoca en el sector gasistico y petrolero específicamente.
Además se le atribuye a la caída de la participación nuclear y del carbón.
Además resalta que ese porcentaje pudo haber impulsado la participación combinada al 58,3 por ciento de la combinación energética.
Mientras que otros carburantes se mantienen estables o inciden en el incremento.
Tal es el caso del aceite mineral que mantiene una posición alta.
Hasta ahora es la principal fuente de energía primaria en Alemania.
Se ha mantenido con una participación del 34.6 por ciento, frente al 33.9 por ciento del año pasado.
Incremento energético también en las renovables
El incremento energético en las energías renovables ha aumentado en un 6,1 por ciento.
Hasta el punto que hora representan el 13.1 por ciento de la mezcla energética alemana.
Esto va por encima del 12.5 por ciento de la cuota de 2016.
El mayor incremento fue registrado por la energía eólica, cuyo consumo saltó un 34 por ciento.
Eso es equitativo con el uso del petróleo, y el consumo de gasolina y diésel.
Este aumentó en un 2 por ciento en comparación con 2016.
Mientras que el uso de queroseno aumentó un 0,7 por ciento.
Y el uso de calefacción ligera aumentó 2 por ciento, y el de nafta en la industria química 7 por ciento.
Energía primaría y el incremento energético
El incremento energético también arropó a las energías primarias.
En la combinación de energía primaria, ahora el carbón duro representa el 11 por ciento y el nuclear representa el 6,1 por ciento.
Mientras que la nuclear se redujo un 10,3 por ciento este año.
Asimismo el gas natural aumentó 5,2 por ciento.
Pero la participación del gas natural en la combinación energética es del 23,7 por ciento este año, frente al 22,7 por ciento del año pasado.
Alemania recientemente ordenó el cierre inmediato de ocho de sus 17 reactores a raíz del desastre de Fukushima en Japón, y planea eliminar completamente las plantas de energía nuclear para el 2022.