Alemania considera como “alta prioridad” promover el secuestro de carbono en la agricultura y la silvicultura por ser un instrumento clave para alcanzar los objetivos climáticos del sector. Pero algunos ambientalistas y agricultores tienen algunas objeciones al plan.
A los agricultores les gusta la idea, pero dicen que el gobierno no está haciendo lo suficiente para apoyar la medida financieramente. Los ambientalistas argumentan por su parte que algunas de las prácticas impulsadas tienen un valor climático limitado.
«El cultivo de carbono es una gran oportunidad para la política climática y la agricultura», dijo el secretario general de la Asociación de Agricultores Alemanes (DBV), Bernhard Krüsken. Agregó que el sector agrícola estaba dispuesto a «hacer su parte» para hacer que Alemania y Europa fueran climáticamente neutrales, pero manifiestan reservas.
Aprovechar los sumideros naturales de carbono en la agricultura y la silvicultura sería «indispensable» para alcanzar el cero neto. Pero Krüsken comentó que tales medidas climáticas también tendrían que dar sus frutos financieramente. “Sin una remuneración adecuada, las medidas no se implementarán en la proyección necesaria”, explicó.
Para el ministerio de agricultura alemán, promover el secuestro de carbono en la agricultura y la silvicultura es de «alta prioridad», confirmó un portavoz a Euractiv Alemania. La ley de protección climática del país presenta algunas estimaciones respecto a esas actividades.
Prevé que las medidas de secuestro de carbono en la agricultura y la silvicultura deberían proporcionar un sumidero general de 25 millones de toneladas de CO2 para 2030. Según el vocero, las medidas de secuestro de carbono se están promoviendo por lo tanto a través de varios instrumentos de política.
Impulso del secuestro de carbono en Alemania
Dentro del fondo de energía y clima de Alemania, 75 millones de euros para 2023 están destinados a la restauración de humus en tierras cultivables. Además de 21 millones de euros del programa del país para la acción climática inmediata.
El ministerio informó que se presupuestan “fondos significativos” para implementar la Estrategia Nacional de Agricultura Arable. La estrategia tiene como objetivo “fortalecer la contribución de la agricultura arable a la protección del clima”.
Desde la perspectiva de DBV, no se está haciendo lo suficiente. En Alemania, «se han establecido objetivos demasiado ambiciosos para los sumideros de carbono. Pero falta un marco para la certificación o la remuneración», insistió Krüsken. “Aquí, necesitamos acelerar significativamente las cosas”.
Una vez que Alemania acuerde un “marco unitario y científicamente validado” para cuantificar la cantidad de carbono secuestrado, esto debería formar diferentes mecanismos de remuneración, señaló.
“Se podría imaginar una remuneración del fondo de energía y clima utilizando los medios del sistema de comercio de emisiones de CO2. Pero también se podrían imaginar sistemas de remuneración privados”, dijo.
Sin embargo, los ambientalistas son críticos con la integración de la agricultura de carbono en los esquemas de comercio de emisiones. «Existe el riesgo de que, al generar certificados, se frenen las actividades del sector para reducir las emisiones. Porque estas emisiones pueden compensarse en gran medida», indicó Johann Rathke, de la ONG WWF.
Esto puede ser especialmente problemático cuando la cantidad de carbono secuestrado por una medida es difícil de medir, agregó.
«Si desea remunerar el impacto real de las medidas de cultivo de carbono, necesita una gran cantidad de datos y mediciones», añadió Xenia Brandt de la asociación de pequeños agricultores AbL. «Es extremadamente difícil recopilar estos datos con la precisión que sería necesaria».
Dos opiniones, la ambientalista y la financiera
La propuesta del gobierno de Alemania sobre la promoción del secuestro de carbono sigue en debate. Las opiniones de las partes interesadas también divergen cuando se trata de la cuestión de en qué prácticas agrícolas específicas el ejecutivo debería centrar sus esfuerzos.
Desde la perspectiva de Krüsken, las medidas deben estar «lo más integradas posible en la producción. Para garantizar el suministro de alimentos y evitar las fugas de CO2». Las acciones para la acumulación de humus, como la siembra de cultivos intermedios, pueden integrarse en el cultivo activo de tierras agrícolas.
Pero desde la perspectiva de los activistas ambientales, tales prácticas no son las más efectivas sobre la mesa para el secuestro de carbono.
«El humus es muy frágil y no es realmente adecuado para almacenar carbono durante un período más largo», dijo Michael Berger de WWF. Explicó que debido a que las emisiones pueden escapar nuevamente después de ser secuestradas, es muy difícil medir qué cantidad de humus de sumidero de carbono puede proporcionar realmente.
En cambio, desde la perspectiva de Berger, rehumedecer los páramos es la medida con el «mayor potencial» de secuestro de carbono.
Las grandes áreas de páramos en el noreste y el sur de Alemania que se han degradado tienen el potencial de proporcionar importantes sumideros de carbono al volver a humedecerse, reveló Rathke.
En octubre, los ministros de agricultura y medio ambiente federales y regionales de Alemania firmaron un acuerdo común sobre protección y rehumectación de los páramos. Prevé que 5 millones de toneladas de CO2 equivalente deberían ser secuestradas en los páramos hasta 2030.
Sin embargo, muchos agricultores ven esto con más cautela que la acumulación de humus. Por cuanto las áreas rehumedecidas solo se pueden utilizar para la agricultura hasta cierto punto.
Nuevo negocio
Según los planes presupuestarios actuales, el Ministerio de Agricultura nacional gastará alrededor de 330 millones de euros en la protección de los páramos entre 2021 y 2025. Entre otras cosas, estos medios se utilizarán para promover medidas que permitan a los agricultores seguir utilizando áreas rehumedecidas según las condiciones locales, dijo el portavoz.
Además de las medidas nacionales, Alemania también apoya el secuestro de carbono a través de la Política Agrícola Común (PAC) de la UE.
El catálogo del país de los llamados «esquemas ecológicos» incluye apoyo para la diversificación de cultivos y el cultivo de leguminosas. A los fines de aumentar la capacidad de almacenamiento de carbono del suelo.
El portavoz también agregó que el Ministerio cree que la política principal de alimentos de la UE, la Estrategia de la granja a la mesa, proporciona «un marco adecuado para que el cultivo de carbono se convierta en un nuevo modelo comercial en la agricultura».
Desde la perspectiva del DBV, los objetivos del bloque para el secuestro de carbono en la agricultura son demasiado ambiciosos, reitera Krüsken. “Sin embargo, los agricultores tienen grandes expectativas sobre la estrategia de eliminación de carbono que presentará la Comisión en diciembre”, agregó.
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