Alemania manifestó su interés de invertir alrededor de 3.000 millones de euros para recuperar toda la cadena de valor en la producción de semiconductores. El objetivo es fortalecer la soberanía tecnológica de ese país y de la región y disminuir la dependencia de las importaciones.
El ministro de Economía de ese país, Peter Altmaier, mantuvo conversaciones con 50 representantes de la industria de semiconductores europea e internacional. El propósito del encuentro ha sido alentarlos a invertir en Alemania tras presentarles un paquete de apoyo.
“El acceso a suficientes microchips se convertirá en un elemento competitivo para cualquier economía global exitosa en los próximos años”, dijo el funcionario. “Esto significa que debemos actuar si queremos preservar nuestra soberanía tecnológica”.
El IPCEI, Proyectos importantes de interés Común Europeo, es una de las herramientas de subvención clave de la UE para estimular la inversión. Y reducir la dependencia de las importaciones,
Esta iniciativa está motivada principalmente por la escasez de suministro de semiconductores en el mundo, lo que resulta en pérdidas de producción en toda la industria. La demanda de semiconductores ha crecido exponencialmente en los últimos años. Debido al aumento de la demanda provocado por la Industria 4.0 y el Internet.
Alemania desea liderar producción de semiconductores
Alemania, una de las economías más sólidas de Europa, quiere potenciar su producción de semiconductores y de la comunidad.
Según Altmaier, ese país quiere prepararse en particular para los desafíos digitales y medioambientales del futuro. Tanto la movilidad eléctrica como la Industria 4.0 requieren semiconductores mucho más potentes que los que se producen actualmente en Alemania y Europa.
Durante años, la fabricación de semiconductores en Europa ha ido disminuyendo en comparación con la producción en el resto del mundo. La participación de Europa cayó del 35% en 1990 al exiguo 9% actual.
La Comisión Europea ahora quiere revertir esta tendencia. Según su Brújula Digital, el objetivo es que la UE cubra el 20% de la producción internacional para 2030. Pero con el mercado creciendo ampliamente, las capacidades de producción tendrían que triplicarse. O incluso cuadriplicarse para alcanzar el objetivo de 2030 fijado por el Comisión.
Europa no solo se está quedando atrás en términos de números, sino también en lo que respecta a la calidad. Los microchips más avanzados, que se utilizan en teléfonos inteligentes, computadoras y otros dispositivos de alta tecnología, se producen actualmente casi exclusivamente en Asia.
Los productores europeos, como NXP o Infineon, se centran principalmente en producir semiconductores para la industria. Son tecnológicamente menos refinados que los semiconductores desarrollados por sus competidores de China, por ejemplo.
Empresas asiáticas como TSMC o Samsung ya se están especializando en la producción de procesos de producción de semiconductores de 3 nanómetros. Una nueva generación mejorada de chips semiconductores de silicio en términos de mayor densidad de transistores, mayor velocidad y menor consumo de energía.
En diciembre de 2020, el comisionado de Mercado Interior, Thierry Breton, puso la mira en desarrollar una producción de 2 nanómetros en suelo europeo.
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