A lo largo de estas semanas tan complicadas en las que el mundo ha echado el freno para combatir la pandemia del coronavirus con todos los medios de los que disponían, la actividad económica se ha restringido al mínimo necesario. Sin embargo, son muchas las empresas que, lejos de apagar los motores, han pisado el acelerador con más ganas que nunca y han centrado sus esfuerzos en implementar todas las soluciones a su alcance para enfrentar esta situación excepcional y minimizar el impacto social de esta emergencia sanitaria.
Es el caso de ALD Automotive, la compañía de renting y gestión de flotas que, con la movilidad reducida a la mínima expresión, se ha volcado en adoptar una serie de medidas extraordinarias y comprometidas para paliar los estragos de esta crisis poniendo a disposición de la sociedad todos sus recursos y servicios y desarrollando iniciativas solidarias para no dejar a nadie atrás.
Apoyo a los profesionales sanitarios y los más vulnerables.
Desde que se decretara el Estado de Alarma, la empresa no cejó en su empeño y buscó la manera de aportar su granito de arena con todos los medios disponibles a su alcance. Con un sistema sanitario al borde del colapso, ALD Automotive encontró la forma de apoyar la excelente labor que todos los profesionales del sector estaban realizando y, para ayudarles, puso a su disposición más de 500 turismos y furgonetas pertenecientes a la flota de CarFlex, el renting flexible de ALD Automotive.
Su objetivo era, con sus recursos, facilitar en la medida de lo posible el transporte de trabajadores y voluntarios de entidades sanitarias, humanitarias y sociales, así como el reparto de alimentos y de suministros básicos a las personas más vulnerables en esta emergencia. Para que esto fuera posible, incluían en la cesión todos los servicios de renting, tales como el seguro, el mantenimiento, la asistencia en carretera y las posibles averías de los mismos.
Para hacer realidad esta iniciativa, ALD Automotive ha gestionado a lo largo de estas semanas una serie de acuerdos con importantes hospitales públicos, organizaciones profesionales, clínicas, ONGs y fundaciones de diferentes comunidades autónomas, por los cuales cedía a su personal un número determinado de vehículos.
Sin embargo, a medida que la crisis sanitaria avanzaba, se fraguaba en paralelo una crisis social sin precedentes. Con la mayoría de las empresas y negocios de nuestro país cerrados por un confinamiento que iba sumando semanas, muchas familias han dejado de percibir ingresos y se han visto en la necesidad de acudir a la ayuda social.
Ante esta situación, ALD Automotive se puso de nuevo manos a la obra. De una conversación casual entre dos vecinos en medio de este particular aislamiento se forjó una idea que tomó forma en apenas unas horas. Eran Pedro Malla, director general de la compañía, y Jaime Vázquez, chef ejecutivo de gategroup, empresa de catering para aerolíneas.
Con los aviones en tierra, evidentemente la actividad estaba muy parada. Sin embargo, bastó una pregunta de Malla para reorientar la producción del negocio: «¿Y estaríais dispuestos a cocinar para nosotros? Nosotros ponemos el dinero y vosotros las cocinas…». Así nacía una acción que tenía por objetivo llevar comida a las familias más desfavorecidas y golpeadas por esta crisis de emergencia sanitaria y social provocada por el coronavirus. En apenas tres días, y tras hablar con Cáritas Diocesana de Madrid, estaban repartiendo comida con los vehículos proporcionados por ALD Automotive.
100.000 menús solidarios para Cáritas Diocesana
Lo hacen a través de una cadena de solidaridad perfectamente organizada: ALD Automotive se comprometía a donar a Cáritas Diocesana los primeros 70.000 menús solidarios, distribuidos en almuerzos y cenas. Esta comida, que previamente ha sido seleccionada y elaborada por gategroup, teniendo en cuenta las necesidades nutricionales diarias de las familias, está subvencionada por la compañía de renting y es repartida por Cáritas Madrid. Para ello, la entidad social tiene a su disposición varios vehículos cedidos por ALD Automotive para la logística y la entrega de alimentos entre las personas vulnerables y familias en situación de desempleo y/o en riesgo de exclusión social.
Pero la iniciativa está superando todas las expectativas. Con alrededor de 100.000 menús repartidos, las tres entidades están volcadas en esta campaña solidaria para tratar de minimizar los estragos sociales de esta crisis y trabajan a diario para aumentar el número de menús entregados a las personas en riesgo de exclusión. El principal objetivo ahora es doblar la cifra de comidas, por lo que hacen un llamamiento a particulares y empresas para que, a través de sus donativos, se puedan repartir muchos más menús entre los que más lo necesitan.
Es indudable que esta crisis del Covid-19 abre una época de incertidumbre en España y en el resto del mundo. Nadie sabe aún cómo será la nueva era postcoronavirus, pero si algo nos ha dejado claro esta emergencia es la idea fehaciente de que una crisis saca siempre lo mejor de las personas. Y en este sentido, el coronavirus ha venido a recordarnos que somos un país fuerte, solidario y comprometido; que nuestras empresas son capaces de reinventarse y de adaptarse a las circunstancias por más adversas que sean, y que nuestra gente se deja el alma trabajando y fraguando iniciativas que son un revulsivo en el ánimo de la sociedad… porque frente a la necesidad, nuestra razón de ser inventa solidaridad.
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