Los conflictos laborales se extienden. Ayer la protesta fue por el cierre de Nissan en Barcelona. Hoy les ha tocado el turno a los trabajadores de la planta de aluminio de Alcoa de San Cibrao, en Lugo. Desde temprano los afectados bloquearon el acceso a la reductora con dos barricadas de neumáticos ardiendo.
La protesta fue en reacción al anuncio de la empresa de que empezaba un período de consultas para el despido de 534 trabajadores.
El presidente del comité de empresa de Alcoa, José Antonio Zan, abogó por una nacionalización de la fábrica. A su juicio esta opción es «factible y viable» para la producción de aluminio primario y para salvar los puestos de trabajo.
Un balde de agua fría
La multinacional sustenta los despidos colectivos en una «producción ineficiente». Argumenta que los problemas estructurales de altos costes de energía y el bajo precio del aluminio, junto con el exceso de capacidad global, «han causado significativas pérdidas recurrentes, que se prevé continuarán».
Desde febrero, Alcoa ha venido afirmando que la producción de aluminio primario en España «sigue siendo inviable». No han bastado las medidas propuestas por el Gobierno en el estatuto electrointensivo: «No permite obtener un precio competitivo de la energía».
Reyes Maroto habla de corresponsabilidad
La ministra de Industria, Comercio y Turismo, Reyes Maroto, hizo otra vez a los directivos de la multinacional estadounidense Alcoa un «llamamiento a la corresponsabilidad». Les recordó que en los últimos años ha habido una inversión de 38 millones de euros en esa fábrica «con la condición de mantener el empleo».
Reyes Maroto ha insistido en que la Alcoa no pretende cerrar la planta de Lugo, sino reducir la capacidad productiva de la línea de aluminio primario. «Hay una negociación abierta sobre esos planes de la empresa», reveló.
Otras preocupaciones
Admitió que hay gran preocupación por el futuro de las plantas de Avilés y Coruña, que Alcoa vendió a un fondo suizo y este a su vez a otra empresa. Admitió que trabajan con todas las partes implicadas en la venta para conocer los detalles.
Acerca del cierre de Nissan, Reyes Maroto abogó también por buscar «la mejor colaboración público-privada para dar continuidad a las operaciones de la automotriz japonesa.
El fantasma de la nacionalización
La ministra se mostró prudente acerca de una posible nacionalización de Alcoa y Nissan. Afirmó que el Estado está «ayudando mucho» a estas empresas. «Cuando hay una iniciativa privada, el Gobierno lo que debe hacer es acompañar», destacó.
No obstante, el vicepresidente segundo, Pablo Iglesias, ha manifestado que las nacionalizaciones son perfectamente posibles en la Constitución Española. Previamente el Bloque Nacionalista Galego había reclamado la nacionalización de Alcoa. Las formaciones ERC y CUP habían sugerido otro tanto para Nissan.
El complejo industrial de San Cibrao está compuesto por una planta de aluminio y una planta de alúmina, que emplean 633 y 510 personas respectivamente. La reestructuración prevista en la planta de aluminio prevé operar «solo una parte de la fundición». Con todo, asegura que la producción de la planta de alúmina «no se verá afectada por el periodo informal de consultas».
Lea también: