En este tiempo estival se ha desatado un conflicto de intereses en una pequeña localidad de Zamora. Específicamente, en el embalse de Ricobayo. Sus aguas se han mermado vertiginosamente como consecuencia, según los municipios de esa provincia e incluso del Gobierno central, de la gestión de Iberdrola.
Este verano ha tenido sus particularidades. Se ha registrado la ola de calor más fuerte en España desde 1941. El avance del cambio climático disparó las temperaturas y julio ha sido el mes más caluroso a nivel global. Con impacto directo en la fauna marina (muerte o desplazamiento de especies) y en los bosques, con inclementes incendios. A estas alteraciones se une la de presa de Ricobayo, vaciada día a día ante el asombro y arremetida de los vecinos. Y en menoscabo del medio ambiente, la economía y el paisajismo de la región.
Los 19 municipios afectados por el vaciamiento del embalse llevan semanas desplegando una campaña para denunciar la actuación de la empresa de energía. “Iberdrola seca la provincia”, se lee en las pancartas izadas en calles y avenidas. Autoridades y habitantes aseguran que “no van a parar” hasta revertir la dramática e insostenible situación. Están indignados.
La presa de Ricobayo se ha caracterizado por ser el sitio escogido por las compañías eléctricas para producir energía barata. Paradójicamente, en esa localidad de Castilla y León, el embalse ahora es un desierto y la factura eléctrica bate récords allí y en toda España. Mientras la ola de calor achicharra.
Embalse de Ricobayo convertido en desierto
Lydia Pechero, alcaldesa del municipio Palacios del Pan, denunció que Iberdrola ha bajado “hasta 39 metros” el nivel del embalse de Ricobayo y que cuenta con solo 11% de su capacidad. Dijo a la Cadena SER: «En 2017 hubo una sequía y nos quedamos sin agua en el pueblo. Pero este año ha sido lucrativo. El precio de la luz está desorbitado y están haciendo literalmente el agosto las compañías eléctricas, en este caso Iberdrola».
Luis Alberto Miguel Alonso, alcalde del Ayuntamiento de Muelas, cuestionó duramente la situación que viven sus pobladores. “Es un auténtico desastre social, humano, económico y ecológico. Algo que nadie podría creer hace unos años pero que es una realidad para nuestra desgracia”, señaló a La Opinión de Zamora.
“No se puede entender, no tiene lógica alguna, que Iberdrola presuma de producir y vender energías verdes cuando lo que está pasando con Ricobayo es todo lo contrario. Angustia y desolación pura y dura. Un presente muy negro y un futuro muy incierto”, añadió.
Las implicaciones de lo sucedido ha logrado hasta un pronunciamiento del Ejecutivo. La ministra para la Transición Ecológica, Teresa Ribera, catalogó de “escandalosa la situación del embalse de Ricobayo». Y afirmó que se remitió una carta a Iberdrola “para decirle que esto no puede ser”.
Precisó además, que “no es razonable vaciar en prácticamente 6 semanas un embalse como ha ocurrido en Zamora”. Adelantó que se tendrá que aplicar el artículo 55 de la Ley de Aguas, que autoriza, por razones extraordinarias, limitar el vaciado del caudal de los embalses.
Asimismo, el PP pide que la “tropelía” del embalse de Ricobayo se traduzca en descuentos en el recibo de luz. Los populares consideran “irreparable la pérdida económica, turística y medioambiental”.
Altos precios de la luz y vaciado de la presa
El embalse de Ricobayo ocupa 5.855 hectáreas, tiene capacidad para albergar 1.173 hectómetros de agua y ofrece 380 kilómetros de costas. Conocedores de esa hidroeléctrica sostienen que Iberdrola desalojó para producir electricidad más de un 70% del agua almacenada entre junio y julio, a contravía de los límites de explotación del embalse, del medio ambiente, de los habitantes y de la actividad turística.
Se agrega que el precio de la electricidad en el sistema vigente se fija sobre la base de la fuente de energía más cara. En este momento es el gas, en máximos históricos. Por tanto, las demás energías se pagan a precio del gas, incluidas las renovables, como la eólica o la hidroeléctrica, que son las más baratas de producir.
Así, la energía producida con el desembalse se ha pagado a un precio muy superior al coste de producción. Un sistema muy cuestionado que maximiza los beneficios de las tres importantes compañías eléctricas sin beneficios para las comunidades y muchos daños.
Miguel Calvo Calleja, delegado institucional de Iberdrola en Castilla y León, defendió que el embalse se vacíe cuando, “desde el punto de vista del mercado interesa, por ser más competitivo”, reseñó ABC. Como una forma de frenar el uso de fuentes energéticas “mucho más caras” y contribuir junto a las renovables a “que no se dispare el precio” de la luz.
Iberdrola, variables no predecibles
El representante de Iberdrola negó que el embalse de Ricobayo se haya vaciado como denuncian los municipios. Asentó que su nivel actual, que ronda el 11 % de su capacidad, representa un volumen de agua embalsada tan grande como el que suman conjuntamente los embalses zamoranos de Castro y Villalcampo sobre el río Duero.
Al mismo tiempo argumentó que en los últimos 25 años se ha llegado a un nivel similar en una decena de ocasiones. «Históricamente no es tan extraño que se alcance la cota actual, como ya ocurrió en 2017», insistió..
El responsable de Iberdrola en Castilla y León también achaca la bajada de la cota de Ricobayo a “variables no predecibles”. Como la subida experimentada por el precio del gas y causas meteorológicas. «En febrero llovió muchísimo, pero le siguió la primavera más seca de los últimos 30 años», razonó.
Tras marcar mínimas de 129,49 hm3 y dejar un paisaje desolador en cada punto de la provincia que recorre el embalse, Iberdrola procedió a cerrar las compuertas de Ricobayo. El volumen de embalsado vuelve a subir.
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