El presidente del Partido Popular, Alberto Núñez Feijóo, recibió el Premio Cambio16, que anualmente concede la cabecera decana, como Mejor Líder Político de 2022. El jurado, presidido por el editor-CEO de la revista, Jorge Neri Bonilla, valora la solidez y solvencia de su candidatura y su trayectoria pública al servicio de la sociedad. Respaldada por la confianza obtenida reiteradamente en las urnas, gracias a un discurso y una gestión que avalan sobradamente su crédito político y personal.
El galardón se lo entregó el editor-CEO de Cambio16, Jorge Neri Bonilla, en el transcurso de una gala en el hotel The Westin Palace de Madrid. Allí, donde vivió muchos años, en la habitación 383, el genio del articulismo español, Julio Camba (Pontevedra 1884-Madrid 1962). Periodista, escritor y humorista.
“Muchísimas gracias ha de ser la palabra cuando uno recoge un premio –dijo Feijóo– y gracias dobles cuando uno recoge un premio con muchos otros premiados que han tenido éxito. Y que siguen teniendo éxito en su actividad profesional, en su actividad empresarial”.
Agradeció a Jorge Neri Bonilla y a todo el equipo de la revista, “porque estamos ante una de las cabeceras en la historia de los medios de comunicación españoles. Y estamos además ante un elenco de personas que han venido recibiendo un premio en los últimos años. Para mí es un honor incorporarme a esta lista de mujeres y hombres que han merecido el premio de Cambio16. Aquí en este hotel vivió durante mucho tiempo un inolvidable columnista gallego, Julio Camba”.
Alberto Núñez Feijóo, Premio Mejor Político del Año
El político escogió uno de los textos de Camba denominado “Sobre las fieras madrileñas”, que hacía referencia al extinto zoo de El Retiro. Escribió en párrafo: “No en balde se habla de la capacidad asimiladora de Madrid. ¿Qué se creen las fieras exóticas? Aquí no hay exotismo ni fiereza que se resista. A los seis meses, el león del Atlas pierde aquí su melena. El cóndor de los Andes se queda sin plumas. Y todos, leones, perros, cóndores y gallinas somos uno”.
Desliza Alberto Núñez Feijóo que en víspera de cumplir 8 meses como presidente del Partido Popular “no me toca a mí analizar si mi paisano Camba tenía razón o no. Eso se lo dejo a todos ustedes». Añadió que una vez expresado su agradecimiento confesó no le gusta y dista bastante de su intención acaparar algún reconocimientos individual por hacer algo en nombre o representación de mucha gente, como es mi caso.
«Y por decirlo de otro modo la verdad es que nunca se me ha ocurrido ser el Mejor Político del Año. Mi interés es mejorar la política de mi país. Por eso he venido a Madrid, y estoy aquí. Intentaré cumplir mi deber y mi misión: intentar mejorar la política de mi país», añadió.
Insistió el líder en que fue la razón por la que asumió el liderazgo del Partido Popular. «Y la razón por la que creo que mi partido me otorgó su confianza. Y esta sigue siendo la razón por la que sigo creyendo que merece la pena para un político dedicar su vida a mejorar la política de su país. Entiendo que debería ser el objetivo de cualquier servidor público.
Los políticos pasan y las instituciones quedan
Manifestó que hay multitud de maneras de mejorar la política. «Aunque no vinimos a dar un discurso al respecto, sí me gustaría señalar cinco maneras en las que deberíamos trabajar para mejorar la política en un país en el que la política pasando uno de sus peores momentos», anunció.
«La primera es más humildad; la segunda, más sosiego; la tercera, más gestión; la cuarta, más respeto institucional; y la quinta, más sinceridad. Yo creo que son fórmulas que bien tiradas al final concluyen en que la política podría ser mejor
“La política española necesita mucha más humildad. ¿Y qué es humildad? Saber que uno no está siempre en posesión de la verdad. Cuando mucha gente, adversarios o no, insiste en que lo que estás haciendo no es lo correcto, que te estás equivocando, probablemente debas escuchar a esa inmensa mayoría. Humildad significa aprender a rectificar los errores, aunque algunos hayan causado ya males irreversibles. hacerlo cuanto antes. Si dejamos en vigor leyes que están produciendo errores muy graves en la protección de las mujeres en España, si insistimos y persistimos en ese error, cada minuto, cada día, cada mes habrá más mujeres afectadas.
«Humildad es ser consciente de que ningún político es más importante que la institución que representa, y que los políticos estamos durante un tiempo y las instituciones han de sobrevivir cualquier presidente de gobierno, cualquier gobierno o cualquier generación de políticos. Las instituciones han de sobrevivir a los políticos», subrayó.
Añadió que la falta de humildad produce un efecto, la vanidad. Creer que uno es más importante que las instituciones o que uno es capaz de trascender la situación con independencia de cómo deje el país cuando se vas. «Y cuando un presidente ya piensa en los motivos que cree por los que pasará la historia, revela que empieza a verse más como expresidente que como presidente. Toda una declaración de intenciones”, destacó.
Mayor sosiego y mejor gestión
Insistió en que para mejorar la política en España además de mayor humildad se debe ahondar en mayor sosiego. «El señalamiento constante del discrepante en nada contribuye a sanear el debate público. Señalar a la oposición lo puedo entender, pero señalar a los medios de comunicación, a algunos periodistas, señalar a los fachas con toga, perdón, a los jueces, señalar a las empresas es impropio en una sociedad democrática. Tampoco mejora la gobernabilidad tener el Ejecutivo más dividido de la historia. Salir de un Consejo de Ministros y vídeo en contra de los que se habló o se acordó es un hecho que nunca ocurría en España», asentó.
Manifestó que siempre ha creído que la gestión de las cosas públicas, la gestión de la resolución de los problemas, tomar decisiones y el desgaste del gobierno para evitar que se desgaste un país, en definitiva, es la principal razón de la política”.
Por tanto, le resulta doloroso ver reducido la legislación española a un conjunto de eslóganes o de pancartas que posteriormente, cuando se aplican en la vida real, producen efectos indeseables. «Digo que la gestión es saber legislar y reducir las penas por malversación de fondos públicos, es decir, hacer un código penal a la carta de algunos políticos que cometen delitos y que logran, porque tienen la llave del gobierno, que esos delitos desaparezcan del Código Penal es, evidentemente, un signo muy preocupante de la salud democrática de España», alertó.
Salud democrática de España
En su disertación sobre cómo mejorar la política en el país, insistió en que se debe fomentar el respeto institucional. «La calidad institucional de un país se ve comprometida cuando la acción de un gobierno pone en entredicho no solo la neutralidad de las instituciones, sino el rigor de las instituciones. Cuando hay instituciones que entienden que ya no representan al Estado sino que son un brazo ejecutor del gobierno, automáticamente, calidad democrática del país se rebaja”, advirtió.
Añadió que cuando la acción del gobierno se sustenta en aquellos cuyo programa se cimienta en la destrucción, el debilitamiento o en la división de la arquitectura institucional básica de España, o cuando un Estado se conduce por los intereses de la minoría o por la satisfacción personal de los que encabezan la minoría, entonces el régimen democrático automáticamente empieza a tener problemas muy serios de supervivencia.
Dejó para el final lo que en su opinión debe de coronar lo antes dicho: el ejercicio de la política desde la sinceridad.
A menudo se recurre a la frase de que un político debe decir la verdad, incluso cuando sea dura. “Yo añado: un político debe de decir la verdad sobre todo cuando la verdad es dura”.
La verdad ante todo
Resaltó que si el político no dice la verdad, aunque sea dura, está incumpliendo sus obligaciones de no mentirle a los ciudadanos. «De lo contrario se tiende a caer en la comodidad del escapismo o en el triunfalismo banal. Y todo en la vida se acaba sabiendo como es lógico. Nadie debería intentar evitar que digamos la verdad en la situación de nuestro país. Yo les puedo asegurar que mientras tenga responsabilidad en la política les voy a decir a los españoles lo que creo que es verdad. Me cueste lo que me cueste”.
Reiteró su compromiso. “Voy a seguir ofreciendo una política que recupere el diálogo y el acuerdo. En eso consiste la política en la que la gestión es prioritaria. No se puede llegar a la política a aprender sino que hemos de llegar aprendidos”.
Asimismo, confió a los asistentes que seguirá ofreciendo a los españoles, la posibilidad de cambiar el gobierno, esa es una de las ventajas de la democracia. “No hemos encontrado ningún sistema político mejor que este y yo voy a seguir ofreciendo la política que consiste básicamente en mejorar mi país. Y que al final del mandato tu país esté mejor que cuando tomaste posesión del cargo. Y voy a seguir ofreciendo una política en la que se pueda encontrar una mayoría de españoles, una mayoría que puede cambiar de opinión en los próximos años. Esa es la ventaja de la democracia, la posibilidad de cambiar el gobierno. No hemos encontrado un sistema político mejor», dijo.
«Yo voy a seguir ofreciendo la política que consista, básicamente, en mejorar mi país, que al final del mandato tu país esté mejor que cuando tomaste posesión del cargo. Si esto no es así, no has merecido los años de gobierno y el presidente pasará a la historia. Y no será cruel con él, simplemente la historia relatará que han sido años perdidos para la concordia, para el diálogo, para el acuerdo y para el crecimiento económico que sustenta el Estado de bienestar».
Abierto al diálogo
El jurado del premio conferido a Núñez Feijóo destaca “su visión de hombre de Estado y su talante conciliador. Siempre abierto al diálogo y el consenso, que refuerzan una manera de entender la política que evidencian talento y credibilidad. Forjado en mil batallas. Alberto Núñez Feijóo es la imagen del hombre tranquilo, meticuloso y experimentado que maneja los tiempos con sentido, sagacidad y perspectiva”.