Alaska, el estado más frío de Estados Unidos, está pasando por un verano muy caliente. Una ola de calor se cierne sobre esta zona a lo que se suman incendios forestales y el deshielo marítimo.
Juneau, la capital, batió récords de temperaturas alcanzando los 28ºC y Anchorage, la ciudad más poblada, alcanzó los 32ºC. Mientras que otras localidades del sur de Alaska experimentaron su día más cálido el 4 de julio.
The #4thofjuly2019 was one for the books. Several ALL-TIME high temperature records were set at official observation sites throughout Southern #Alaska. But that’s not all…there were more daily temperature records set too! #AKwx #ItsHotInAlaska pic.twitter.com/GxcdUaD9ld
— NWS Anchorage (@NWSAnchorage) 5 de julio de 2019
El Servicio Meteorológico Nacional de los Estados Unidos tiene activa una “alerta de humo denso” al este de la Península de Kenai, no muy lejos de Anchorage. ¿Tienen estos fenómenos relación con el cambio climático?
Alaska entre ola de calor e incendios forestales
Junio fue un mes de mucho calor para el estado más frío de la unión americana con una temperatura media de 15,8ºC. Desde principios de ese mes un incendio en el Lago Swan estuvo ardiendo en un área del Refugio Nacional de Vida Silvestre Kenai.
El incendio producto de la ola de calor y el clima seco consumió más de 27 mil hectáreas. Hasta ahora el efecto del humo afecta algunas localidades cercanas aumentando la sensación de calor.
Alaska Army National Guard Aviation assists with wildfire efforts #alaskawildfire #UH60Blackhawk https://t.co/tNyLQmm83e pic.twitter.com/cYK1mkcueW
— DVIDSHub (@DVIDSHub) 7 de julio de 2019
Por su parte, habitantes de Fairbanks – zona central de Alaska – tuvieron que evacuar ciertas áreas por un incendio forestal en las cercanías. Con la entrada de julio las temperaturas han alcanzado niveles récord a más de 30ºC.
Deshielo marino
Este verano también trae una preocupación extra para los habitantes de Alaska, el deshielo marino a lo largo del norte consecuencia de las temperaturas extremadamente cálidas del océano.
Aunque el deshielo al parecer no está asociado a la ola de calor en el sur, sí es motivo de gran preocupación. Durante la primavera un calor inusual desapareció el hielo mucho antes de lo normal alarmando a los habitantes de la costa que dependen de la vida silvestre y la pesca.
Alaska’s glaciers are experiencing unprecedented heat. Not good. @JeremyPataky @exploreice @AlaskaNPS @AlaskaIcefield @BlairBraverman pic.twitter.com/vnjI60kdv5
— GlacierHub (@GlacierHub) 5 de julio de 2019
Hace dos semanas aproximadamente las temperaturas marítimas estuvieron 9 grados por encima del promedio. Durante los últimos 5 años las temperaturas de la superficie marítima han sido las más cálidas en Alaska contribuyendo a niveles más bajos de hielo marítimo.
¿Cambio climático?
La Cuarta Evaluación Nacional del Clima (2018) advierte que Alaska como parte del Ártico está en primera línea frente al cambio climático. Por lo tanto, “está entre las regiones de calentamiento más rápido de la Tierra”.
El cambio climático contribuye con la disminución del hielo marino impactando el hábitat de peces y vida silvestre, críticos para la subsistencia, el turismo y las actividades recreativas.
El calentamiento de las aguas del Pacífico norte podría expandir más hacia al norte diferentes especies de peces y generar cambios en los ecosistemas.
Fourth National Climate Assessment concludes that annual average temperature over the contiguous US has increased by 1.2ºF over the last few decades. Increases ranging from 3°F to 12°F are expected by the end of century. https://t.co/hdVMhtKLOg pic.twitter.com/ng75TQ3lBc
— National Weather Service (@NWS) 26 de noviembre de 2018
El informe señala que el deshielo del Ártico contribuye con la acidificación del océano impactando la vida de mamíferos marinos y la supervivencia de especies de peces y cangrejos relevantes para la alimentación y el uso comercial.
La falta de hielo marino incrementa: las marejadas ciclónicas, las inundaciones costeras y la erosión originando la desaparición de costas y la reubicación de la población.
Con respecto a la fusión de los glaciares apunta que podría afectar la generación de energía hidroeléctrica, ya que habría cambios en la descarga de ríos asociados con la capacidad de reserva.
Un clima más cálido aumentaría el tamaño y la frecuencia de los incendios forestales afectando la subsistencia de diferentes especies producto del impacto sobre su hábitat.
El informe calcula que un clima más caliente tendría un coste de $3 mil a $6 mil millones entre 2008 y 2030 afectando la seguridad alimentaria, la cultura y la salud de los habitantes de Alaska. #C16Alerta #Acción Climática.
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