Una transición justa hacia la energía limpia y la garantía de una retirada sostenible de los combustibles fósiles ha sido el núcleo de la cumbre climática de Glasgow. En las negociaciones de la COP26, unos 23 países asumieron compromisos para eliminar gradualmente la energía del carbón. Un acuerdo que se suma a la cruzada climática de más de 100 países por reducir en 30% las emisiones de metano para 2030 y a la financiación de los países ricos a los pobres con el fin de ayudarlos a enfrentar el cambio del clima. Así como la fijación de normas globales contables para motivar a los inversores a desembolsar capitales a los objetivos climáticos.
Entre los firmantes del compromiso para eliminar el carbón figuran Indonesia, Vietnam, Polonia, Corea del Sur, Egipto, España, Nepal, Singapur, Chile y Ucrania. Asimismo, los bancos e instituciones financieras también pactaron poner fin a la financiación del carbón de manera continua. Incluidos los principales prestamistas internacionales como HSBC, Fidelity International y Ethos. Pasos importantes, pero insuficientes. Las naciones productoras y consumidoras a gran escala de la energía del carbón rechazaron el compromiso.
Si bien China, Japón y Corea del Sur anunciaron que pondrán fin al financiamiento del carbón en el extranjero, esto no significa que todo el financiamiento internacional público de importancia para la energía del carbón se reducirá a cero..
Un grupo de 25 países, entre ellos Italia, Canadá, Estados Unidos y Dinamarca, y varias instituciones financieras pública, firmaron una declaración conjunta en la que se comprometen a poner fin al apoyo público internacional al sector de la energía de combustibles fósiles para fines de 2022 y priorizarán la transición a energías limpias.
¿Adiós a la energía del carbón en la COP26?
El fin del apoyo público internacional al sector de la energía de combustibles fósiles, en conjunto, podría trasladar un estimado de 17.800 millones a la transición de energía limpia. Varios países en desarrollo, incluidos Etiopía, Fiji y las Islas Marshall, ofrecieron su respaldo.
Estos acuerdos se suman al apoyo de 8.500 millones de dólares para potenciar la transición de Sudáfrica hacia la energía limpia, anunciado el martes en la Cumbre de Líderes Mundiales.
El Reino Unido, sede de la COP26, se comprometió a eliminar la energía de carbón para 2024. “La energía limpia es el camino”, indicó el viceministro de Negocios y Energía, Greg Hand.
En adición, 28 nuevos miembros se inscribieron en la alianza más grande del mundo para eliminar el carbón, la Powering Past Coal Alliance, lanzada y copresidida por el Reino Unido y Canadá. Los nuevos miembros incluyen a Chile y Singapur, que se unen a 160 países, subnacionales y empresas. Otros 20 países, incluidos Vietnam, Marruecos, Chile, Montenegro, Polonia y otros socios europeos, se comprometieron a no construir plantas de carbón, como también anunciaron en 2020 Pakistán, Malasia y Filipinas con base al pacto promovido por Sri Lanka.
Un informe emitido en el marco de la conferencia mundial revela que el uso del carbón recuperó cifras récord después de una reducción provocada por la pandemia de la COVID-19.
El responsable del Programa de la Organización de las Naciones Unidas para el Medio Ambiente (Pnuma), Inger Andersen, indicó que los fondos «están muy lejos de ser suficientes. El mundo debe incrementar radicalmente sus esfuerzos para adaptarse al cambio climático”.
Ausentes los grandes promotores del carbón
Los esfuerzos en la mesa de negociaciones de la COP26 por reducir y hasta eliminar la energía de carbón lucen pequeños ante el tamaño de los desafíos.
Los 6 países con mayores inversiones en nuevas plantas de carbón son China (280,053 MW) y la India (174,773 MW). Seguidos por Turquía (69,492 MW), Indonesia (45,870 MW), Vietnam (44,757 MW) y Japón (21,514 MW)1. De estos, solo Indonesia y Vietnam suscribieron el compromiso.
Carbon Tracker ha señalado a China, la India, Indonesia, Japón y Vietnam como responsables del 80% de las nuevas plantas de carbón planificadas en el mundo. También son responsables del 75% de la capacidad de carbón existente. Más de 300 GW de nueva capacidad de carbón ponen en grave peligro los objetivos climáticos del Acuerdo de París.
En la actualidad, China es el mayor productor de carbón del mundo, con 1.100 GW de capacidad operativa, y que representan el 55% de la capacidad mundial. Además, asoma en el horizonte una cartera adicional de 187 GW.
De manera similar, la India, con el 12% de la capacidad global, es el segundo productor más grande de energía de carbón. Con una capacidad operativa de alrededor de 250GW y una cartera planificada de 60GW.
China, ecológica o anclada con los fósiles
El caso de China es muy particular. Se debate entre la transición energética limpia o anclarse en los fósiles y el carbón. En la COP26 no se ha debatido sobre la energía de carbón del gigante asiático.
Entre septiembre y octubre hubo una conjunción de eventos que relegaron la acción climática. Aumentó la producción industrial tras la pandemia y la estructura de precios hacía antieconómico generar y distribuir electricidad. Incluso, unas condiciones meteorológicas extremas en la región sur dispararon la demanda de aire acondicionado. La energía fue escasa en 16 provincias y numerosas fábricas vieron racionado el suministro de electricidad. Otras cerraron temporalmente sus puertas.
Ante la perspectiva, la Comisión Nacional de Reforma y Desarrollo, el órgano de planificación económica de China, ordenó aumentar la producción de carbón, el ingrediente principal en la cesta energética del país (un 56%, el doble de la media mundial) y alimento por excelencia de las centrales eléctricas (el 65%).
Aunque los precios de la energía comienzan a descender, datos de la comisión indican que la producción diaria ha superado los 11,5 millones de toneladas. Esto es, 1,1 millones más que la media a finales de septiembre. Y esta semana las reservas de las centrales superan los 110 millones de toneladas, equivalentes al consumo de 20 días