El escritor español Diego de Saavedra Fajardo (1584-1648) escribió en una ocasión que el valor nunca es mayor que cuando nace de la última necesidad. La crisis del coronavirus ha hecho que las empresas se reinventen. Y que el ingenio y la inventiva del ser humano se agudicen para poder luchar contra la COVID-19.
Desde el Aimplas (Instituto Tecnológico del Plástico), en Valencia, España, han estado «atentos a la necesidad» de hospitales y empresas en cuanto asesoramiento sobre materiales de protección y búsqueda de nuevos productos para luchar contra el SARS-CoV-2.
Dos de sus proyectos más importantes que impulsan en la actualidad están marcados precisamente por la pandemia: los test rápidos para detectar anticuerpos en sangre y las mascarillas FFP2, uno de los modelos autofiltrante desechable recomendado por la Organización Mundial de la Salud, pero ambos con un plus que lleva al director Amador García, a afirmar que «en el mercado no hay nada igual».
Los test que existen detectan en sangre la inmunoglobulina G y la M, los anticuerpos que se generan en el organismo cuando se lucha contra la infección de la COVID. Con el proyecto buscan mejorar la especificidad o selectividad, de manera tal que lo detectado sea COVID y no otro tipo de enfermedad. “Si apareciera una mutación del virus SARS-CoV-2 se podría adaptar fácilmente el test para detectarlo».
“Lo han logrado adaptando la técnica basada en la modificación de nanopartículas de oro en combinación con polímeros usada para el diagnóstico del cáncer al de la COVID, ya que permite seleccionar muy bien aquello que queremos, como el virus SARS-CoV-2″, reseñó EFE.
De sangre a orina y otros fluidos
García explicó que el trabajo que se adelanta es para desarrollar un test que “no se emplee solo con sangre sino con extracto de mucosas o incluso con orina u otro tipo de fluidos. Se trata de ampliar el tipo de muestras con las que puede trabajar el test rápido como por ejemplo con la orina, que de momento no existen».
«Tenemos desarrollada la partícula que es capaz de detectar la COVID y lo hemos validado en sangre, comparándolo con los test que hay en el mercado», dijo, al tiempo de agregar que trabajan en colaboración con hospitales para ver cómo se selecciona la muestra de orina y otros fluidos para poder empezar a utilizarla.
AIMPLAS está trabajando en el desarrollo de una técnica diagnóstica rápida, económica y eficiente, basada en la modificación de nanopartículas de oro para detectar anticuerpos del SARS-CoV-2. 👩🔬👨🔬 #COVID19 #EsteVirusLoParamosUnidoshttps://t.co/o1nmLQHaSX
— AIMPLAS (@aimplas) May 6, 2020
Después de recordar que hay referentes científicos recientes que apuntan a la existencia de trazas de anticuerpos relacionados con la enfermedad en otros fluidos, señaló que para su puesta en el mercado falta todavía dar otros pasos sólidos. El concepto está validado y lo siguiente será «diseñar sistemas de producción masiva», donde Aimplas ya tiene «conocimiento en técnicas de impresión de alta eficiencia».
«Pensamos que podrá estar en varios meses si todas las etapas van dando buenos resultados. Tenemos confianza en ello por la experiencia previa, pero no queremos crear falsas esperanzas».
En su página web se definen como un Centro Tecnológico con 30 años de experiencia en el sector del plástico, que aporta soluciones a las empresas, en toda la cadena de valor, desde fabricantes de materia prima a transformadores y usuarios finales.
Mascarilla FFP2 con filtro intercambiable
Uno de los productos de mayor demanda para evitar la propagación de la COVID-19 es el uso de mascarillas. El modelo FFP2 protege a quien la usa como a quienes están en los alrededores. Pese a actuar en ambas direcciones, lamentablemente no se pueden reutilizar, convirtiéndose en un elemento potencial de contaminación del ambiente.
Explicó que ante la necesidad el producto y también de impulsar el modelo de economía circular, que busca darle el mayor valor económico posible en el tiempo a los productos, materiales y recursos, se han planteado “un diseño reutilizable durante varios ciclos, con lo que se reduce el uso de material, y en el que solo se intercambie la parte del filtro».
En comparación con las mascarillas íntegramente textiles, entra ahora “la tecnología de producción masiva por inyección para productos termoplásticos. Hemos hecho seis diseños y tenemos que seguir trabajando en los ensayos de validación para la clasificación del producto como mascarilla de protección. De este estilo no hay nada en el mercado».
Para cada uno de estos proyectos tiene presupuestados unos 90.000 euros y cuentan con el respaldo de la Generalitat de Valencia.
«Transformamos la ciencia en oportunidades de negocio para las empresas y crear producto de alto valor. En los momentos de crisis se agudiza más el ingenio y se pone en valor la base del conocimiento».
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