La volatilidad del mercado petrolero mundial tiene un componente adicional en 2020 con la irrupción de la crisis sanitaria. Desde la declaratoria de la pandemia hace seis meses, la AIE y la OPEP han reestimado sus proyecciones a la baja y al alza, conforme se mueve el virus. Pero con un denominador común adverso. En su informe más reciente la Agencia Internacional de Energía prevé que la demanda mundial de crudo caerá este año a niveles de 2013.
Con este retroceso de siete años, la demanda llegaría hasta 91,7 millones de barriles diarios al cierre de 2020 (-8,4%.). Esto significa un descenso de 8,4 millones de barriles respecto a 2019, dado el impacto de la emergencia. Esta cifra es mayor a la prevista en el informe de agosto, cuando ubicó la contracción en 8,1 millones de barriles.
La AIE señala que esa disminución en la demanda esperada se debe a los rebrotes en muchos países. También a las perspectivas de un acentuamiento en las medidas restrictivas para el otoño, el teletrabajo y la merma del tráfico aéreo y turístico. El coronavirus muestra “pocos signos de reducirse” dentro de los próximos meses.
El informe considera que “la desaceleración económica tardará meses en revertirse por completo. Mientras que es poco probable que ciertos sectores, como la aviación, vuelvan a sus niveles prepandémicos de consumo, incluso el próximo año».
En su análisis de los mercados, el ente prevé una débil estimación de recuperación para 2021. La demanda crecerá en 5,5 millones de barriles si China continúa recuperándose.
OPEP y AIE reestiman la demanda de crudo
Al igual que la AIE, la OPEP revisó a la baja sus cálculos de demanda mundial de petróleo en 2020. En su análisis prevé que será de hasta 90,2 millones de barriles diarios. Esto es, 9,5 millones menos en comparación con 2019, y 400.000 menos de lo previsto el mes pasado.
Sus estimaciones presentan una mayor caída que la calculada por la AIE. Y también rebajó en la misma cantidad las expectativas de 2021.
La OPEP espera que el próximo año el consumo de crudo aumente hasta los 96,9 millones de barriles diarios, 400.000 menos de lo previsto. “Dadas las considerables incertidumbres, el repunte vaticinado para 2021 no alcanzará a cubrir la demanda perdida este año. Y no llegará pronto a los niveles anteriores a la crisis de 100 millones de barriles diarios”, dijo Mohammed Sanuski, secretario general de la OPEP.
“Además de los aspectos relacionados con la COVID-19, continúan muchas incertidumbres. Incluyendo los altos niveles de deuda, inflación, riesgos geopolíticos, desafíos relacionados con el comercio. También la posibilidad de un brexit duro”, resume la OPEP el complicado panorama económico futuro.
Este empeoramiento de la demanda va de la mano de una caída de la previsión económica mundial en una décima, de una contracción del 4% al 4,1%, añade la organización.
“Se espera que China sea la única economía importante que muestre un crecimiento positivo este año. Aunque la recuperación en EE UU y la zona euro parece estar ganando terreno. Se prevé que este impulso se traslade a 2021, cuando se calcula que el crecimiento mundial alcance un 4,7%”, indica el informe.
Repunte leve en los precios
El crudo Brent, referencia internacional, se cotizó a 40,21 dólares el barril este martes, con una subida de alrededor del 1,5%. Entretanto, el crudo West Texas Intermediate (WTI), de EE UU, se cotizó a 37,90 dólares, con un alza cercana a 1,7%.
El precio de la cesta de la OPEP de trece crudos se situó en 39,35 dólares el barril en comparación con los 38,96 dólares de este lunes, de acuerdo con cálculos de la Secretaría de la organización.
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