La marcada desaceleración de China ha sido el principal lastre para la demanda; se prevé que el crecimiento de este año promedie una décima parte del aumento en 2023
Aunque el terreno geopolítico juega un papel determinante en la producción y comercialización de hidrocarburos, la Agencia Internacional de Energía estima que el mercado del crudo tendrá un superávit el próximo año. En un contexto de abundante oferta y ralentización del crecimiento de la demanda de petróleo, la AEI calcula que en 2025, la oferta global de petróleo superará en más de un millón de barriles diarios la demanda.
En su informe mensual sobre el mercado del petróleo, la AIE mantiene sin cambios sus previsiones sobre la demanda mundial para este año y el próximo, con una notable ralentización. Espera que el crecimiento en 2024 se limite a 920.000 barriles diarios (60.000 más de los calculados en octubre) hasta una media de 102,8 millones. Frente a un incremento de casi 2 millones en 2023 y de 1,2 millones de media anual en el período 2000-2019.
Señala que la marcada desaceleración de China ha sido el principal lastre para la demanda. Se prevé que el crecimiento del gigante asiático este año promedie solo una décima parte del aumento de 1,4 mb/d en 2023. En otras palabras, China es el principal vector de esa ralentización.
Para 2025, anticipan un alza del consumo global de 990.000 barriles diarios, hasta 103,8 millones de barriles diarios. En ese escenario, señaló, que preferiría que el mercado tuviera más flexibilidad. Tomando en cuenta los acontecimientos políticos, diplomáticos y económicos que pudieran presentarse en el mundo en el transcurso del año.
Oferta y demanda de petróleo en corto plazo
Los participantes del mercado petrolero volvieron a centrar su atención en factores fundamentales, entre ellos, la débil demanda china. La reanudación de la producción de crudo libio. Así como la reducción prevista de los recortes de producción de la OPEP+, todo lo cual presagia un mercado petrolero bien abastecido en 2025. La longitud especulativa en los mercados de papel se mantiene cerca de mínimos históricos.
La demanda global de petróleo, insiste la AIE, está definida por el comportamiento de China. De hecho, el consumo de ese país se contrajo por sexto mes consecutivo en septiembre. comportamiento que llevó el promedio del tercer trimestre de 2024 a 270 mil barriles por día (kb/d) por debajo del año anterior. En contraste, el crecimiento de la demanda de petróleo en las economías avanzadas revirtió su curso. Expandiéndose en 230 kb/d interanual en ese lapso.
La estimación de la agencia sobre el crecimiento del consumo mundial de petróleo para 2025 se mantiene esencialmente sin cambios en 990 kb/d. El ritmo de crecimiento inferior a 1 mb/d para ambos años refleja condiciones económicas globales por debajo de la media, ya que la liberación de la demanda reprimida posterior a la pandemia se completó.
Además, el rápido despliegue de tecnologías de energía limpia también está desplazando cada vez más al petróleo en el transporte. También como fuente de generación de energía para los sectores clave de las economías. Circunstancia que agrega presión a la baja a los impulsores de la demanda que de otro modo serían débiles.
¿Qué hará Estados Unidos?
Observa la agencia que la oferta mundial de petróleo está aumentando a un ritmo saludable. Tras las elecciones estadounidenses, indica, “seguimos esperando que Estados Unidos lidere el crecimiento de la oferta fuera de la OPEP+ de 1,5 mb/d tanto en 2024 como en 2025. Junto con una mayor producción de Canadá, Guyana y Argentina”.
Afectado por una serie de interrupciones no programadas y un desempeño operativo deficiente en 2024, se espera que Brasil sea una fuente importante de crecimiento el próximo año. El país suramericano debería ser uno de gran expansión de la producción en 2025, con 210.000 barriles suplementarios, hasta 3,7 millones.
Estima que esos cinco grandes productores de crudo de América, cubrirán por sí solos el incremento de la demanda global de petróleo en 2024 y 2025. En esas circunstancias, la OPEP+ decidió recientemente posponer su aumento de producción, que estaba programado a partir de diciembre.
La decisión está soportada en los datos reales de consumo en lo que va de año. y a las expectativas de una demanda ligeramente inferior en algunas regiones, incluida China.
El grupo de productores, que había planeado aumentar la producción gradualmente comenzando con unos modestos 180 kb/d el próximo mes, cambió de opinión. Anunció que ahora comenzará a deshacer los recortes voluntarios adicionales a partir de enero como muy pronto. La alianza celebrará su reunión ministerial bianual el 1 de diciembre de 2024. Para revisar las perspectivas del mercado y las políticas de producción para 2025.
Los balances de la AIE sugieren que, incluso si los recortes de la OPEP+ se mantienen, la oferta global superará la demanda en más de 1 mb/d el próximo año. Con los riesgos de oferta omnipresentes, un balance más flexible brindaría cierta estabilidad muy necesaria. En especial a un mercado trastocado por la pandemia, la invasión a Ucrania por parte de Rusia y el aumento de la agitación en Medio Oriente.
Fluctuaciones de los precios
Los precios mundiales del petróleo han bajado desde los máximos de principios de octubre. Motivado a la atención del mercado volvió a desplazarse de los riesgos de suministro a las preocupaciones sobre la salud de la economía mundial. La débil demanda de petróleo y la abundante oferta. Después de superar los 80 dólares por barril a principios de octubre, los futuros del petróleo crudo Brent cayeron a alrededor de 72 dólares a mediados de noviembre. Al disiparse los temores de un ataque de Israel a la infraestructura energética de Irán.
Los futuros del petróleo Brent subieron 2,50 dólares por barril en octubre, hasta los 75,38 dólares por barril. pero se negociaron en un amplio rango de 10 dólares por barril. Los precios alcanzaron un máximo de 80,90 dólares por barril a principios de mes debido a la escalada de tensiones en Oriente Medio. Pero luego se relajaron para cerrar el mes en torno a los 73 dólares por barril. La posición especulativa en los mercados de papel se mantiene cerca de mínimos históricos.