Tim Grieve, agua, saneamiento y salud pública
Durante más de 20 años he trabajado en la búsqueda de soluciones para superar los retos que plantea la gestión eficiente y sostenible del agua. He formado equipos y creado asociaciones entre gobiernos, bancos, organismos de la ONU, ONG, el sector privado y el mundo académico para ofrecer soluciones innovadoras. Soluciones que superan el riesgo y duran. Soluciones que invierten en la población local y son dirigidas por ella. Soluciones que no dejan a nadie atrás.
Al principio, en mi juventud, viajé por el mundo y trabajé durante algunos meses, ganando cada vez el dinero suficiente para poder volver a viajar. Pude recorrer el norte de África, Asia y Oriente Medio. Viniendo de Australia, no había visto la verdadera pobreza. A menudo las causas de la pobreza eran la corrupción, los conflictos y la degradación del medio ambiente. Me sorprendió.
Y aunque reconozco que mi país muestra una cálida acogida a los viajeros, me abrumó lo acogedora y hospitalaria que era la gente local en los lugares que visitaba. Me acogieron en sus casas para compartir su comida y sus orgullosas tradiciones, para reírse y comunicarse con un lenguaje universal de amistad que trascendía el idioma. Me dieron mucho, y no querían nada a cambio, nada material al menos. Y me demostraron que la felicidad es posible incluso en las circunstancias más difíciles.
Volví a Australia y decidí que quería contribuir al bienestar y progreso de esas personas que me habían dado tan poco y a la vez tanto. Me inspiré en los artículos que había leído sobre el impacto histórico del agua potable y el saneamiento básico en la mejora de la vida de las personas, de las civilizaciones, como medida de salud preventiva que se remonta al nacimiento del imperio romano. Seguí estudiando ingeniería civil.
El agua como conector no como divisor
Tras el tsunami asiático del 26 de diciembre de 2004, me dirigí a Indonesia para colaborar con la ONU. Pasé a trabajar en Sri Lanka durante y después de la guerra civil que terminó en 2009, y luego a Filipinas y Pakistán, a Oriente Medio y, por último, a Estados Unidos como jefe del programa humanitario mundial de agua y saneamiento de UNICEF.
Una constante en mi carrera ha sido ver cómo el agua se utiliza como conector y no como divisor, como un instrumento que une a la gente para dialogar y debatir porque es esencial para la supervivencia y, además, da vida. He visto hermosas comunidades, que tradicionalmente se han enfrentado entre sí, unirse por el agua. A menudo, el agua puede trascender las discusiones legales y proporcionar una situación de diálogo, consenso y acuerdo en la que todas las partes salen ganando: un incentivo para dar una oportunidad a la paz.
El agua crea la paz más que causa el conflicto. Seguidamente, detallaré algunos casos de situaciones en las que la paz ha salido fortalecida mediante la gestión del agua.
WASH
Todos los niños tienen derecho al agua y el saneamiento. Sin embargo, todos los días hay centenares de millones de niños que se ven privados de ellos. En el mundo, en contextos frágiles y afectados por conflictos, 420 millones de niños carecen de servicios básicos de saneamiento, y 210 millones no tienen acceso al agua potable. En los contextos frágiles, el acceso al agua apta para el consumo y el saneamiento a menudo corre peligro: la infraestructura sufre daños; las tuberías se deterioran y los sistemas, subdesarrollados, no satisfacen las necesidades cotidianas inmediatas. Cuando en un primer momento ya no existen servicios de agua y saneamiento adecuados, el estallido de un conflicto exacerba el problema, sobre todo cuando la propia agua es un recurso escaso cada vez más amenazado por un clima cambiante.
Fuente: www.unicef.org
PALESTINA E ISRAEL
Las aguas residuales no tratadas de Palestina se bombeaban al mar Mediterráneo y contaminaban las playas del vecino Israel. Israel bloqueaba el paso de materiales a Palestina, como cemento y tuberías, que creía que podían utilizarse para fabricar armas. Con la ayuda de una ONG llamada EcoPeace, se movilizó a la comunidad local y a los alcaldes para convencer al gobierno nacional de que permitiera la entrada de materiales a Palestina para construir una planta de tratamiento de aguas residuales. Esta cooperación contribuyó a reducir las enfermedades y a mejorar el medio ambiente.
SIRIA
Durante toda la guerra civil en Siria, el gobierno siguió pagando los sueldos de los operadores de agua del lado de la oposición para garantizar que la población siria tuviera un mínimo de agua limpia. No mucha gente conoce este hecho.
UGANDA
Uganda tiene grandes poblaciones de refugiados que cruzan sus fronteras debido a los conflictos en los países vecinos. Prestar servicio a estas personas es un reto y a menudo provoca conflictos con la población local. Para superarlo, el Ministerio del Agua ha reforzado las empresas locales de suministro de agua a los refugiados a largo plazo. Esto ha ayudado a los refugiados y a la población local a coexistir pacíficamente.
EL TERRENO DE JUEGO
Sin embargo, el potencial del agua como instrumento de paz está infravalorado. Hay que prestar más atención y hacer más esfuerzos. Es necesario incrementar la conciencia mundial sobre el valor del agua como medida de construcción de la paz. Se precisa una mayor financiación y la creación de capacidades locales. La participación de los jóvenes será clave para lograr los objetivos.
Hay organismos que trabajan en este sentido. Actualmente estoy trabajando en una colaboración hacia la paz en el sector del agua y el saneamiento con las principales plataformas del sector. Blue Peace es también otra gran plataforma.
La paz a través del agua
Tim Grieve dirigió el mayor programa humanitario de agua y saneamiento del mundo. Desde el principio, su ambición fue buscar el fin del sufrimiento y las enfermedades causadas por la falta de agua potable y el saneamiento deficiente. Los habitantes de los países en desarrollo se enfrentan a una serie de riesgos que les impedían lograr un acceso universal y equitativo al agua y al saneamiento. Y a menudo les impide acceder a los servicios durante las crisis causadas por las inundaciones, los terremotos, los conflictos, los trastornos económicos y políticos y el cambio climático. Busca la paz a través del agua.
JUAN EMILIO BALLESTEROS
Paz azul
El agua es una poderosa herramienta para la construcción de la paz. La plataforma Blue Peace impulsa la cooperación hídrica entre fronteras, sectores y generaciones para fomentar la paz, la estabilidad y el desarrollo sostenible. Esto puede ser en forma de instituciones y marcos legales compartidos que unan a los países en el compromiso de resolver las diferencias de manera pacífica y de utilizar el agua que comparten como base para una colaboración económica y diplomática más amplia.
Blue Peace convierte la competencia por los recursos limitados de agua dulce en colaboración, lo que resulta en sociedades más pacíficas, cohesivas y sostenibles. Nos enfrentamos a una crisis mundial del agua y, según las tendencias actuales, la demanda de agua podría superar la oferta en un 40% en 2030. La cooperación sobre los recursos hídricos podría ser la solución.
ALREDEDOR DE 2.100 MILLONES DE PERSONAS EN TODO EL MUNDO CARECEN DE ACCESO A AGUA POTABLE Y OTROS 4.500 MILLONES DE CARECEN DE ACCESO A UN SANEAMIENTO ADECUADO
El agua dulce juega un papel indispensable en la agricultura, la pesca, la producción industrial, la generación de energía, el transporte, la supervivencia humana y el funcionamiento de prácticamente todos los ecosistemas.El agua dulce es un recurso escaso. Solo el 3% del agua del mundo es agua dulce y más de 2/3 de ella está congelada como nieve y hielo. Los acuíferos subterráneos representan el 31% de toda el agua dulce y los lagos, ríos y embalses representan menos del 0,3% de los recursos de agua dulce. Casi el 40% de la población mundial vive en cuencas fluviales que dependen de aguas compartidas. Casi el 75% de los países comparten aguas superficiales (ríos, lagos) o acuíferos. Hay más de 200 lagos y ríos transfronterizos y más de 350 acuíferos transfronterizos en todo el mundo. Estos recursos transfronterizos representan más del 60% del agua dulce mundial utilizada para el consumo humano, la producción de alimentos, el uso industrial y la generación de energía, por nombrar algunos. Sin embargo, nos enfrentamos a una crisis mundial del agua. El 30% de las personas en todo el mundo, alrededor de 2.100 millones de personas, carecen de acceso a agua potable y el 60% de la población mundial (4.500 millones de personas) carecen de acceso a un saneamiento adecuado. La economía mundial pierde 260 mil millones de dólares cada año debido a la falta de agua y saneamiento básicos.