En 2018 el agricultor Campbell Coxe tuvo que escoger cuál cosecha salvaría antes de que el huracán Florence destruyera su granja en el condado de Darlington en Carolina de Sur. Decidió rápidamente quedarse con la más valiosa para él: los cultivos del maíz Jimmy Red.
Es una variedad de maíz del que quedan muy pocos cultivos. Es un trabajo de campo muy tradicional y de la mazorca se extrae licor dulce con cierto sabor a nuez y a minerales, con un alto contenido de aceite. Una botella de Jimmy Red de 750 ml puede costar unos 100 dólares estadounidenses. Una botella de licor joven. Su precio puede ser mucho mayor si se deja añejar más tiempo.
Varios estudios científicos sostienen que el maíz Jimmy Red es una de esas pocas plantas que podría ayudar a los agricultores a cultivar alimentos en medio de la crisis climática porque es muy resistente. Tanto que podría mantenerse a pesar de la escasez de agua, las altas temperaturas y fuertes tormentas, según una publicación de cnn.com
Coxe cosechó en un día todo el maíz Jimmy Red. Lo que normalmente demoraría una semana de trabajo, él lo hizo en 24 horas antes de que la tormenta arrasara lo sembrado.
Dos horas más tarde vendió la cosecha a High Wire Distilling en Charleston, también en Carolina del Sur. Una destilería local que usa esta variedad de maíz para sus licores. Su Whisky de maíz o bourbon.
Las dos mazorcas que salvaron la variedad de maíz
Dos décadas antes, en septiembre de 2008, Ted Chewning estaba en una tienda del condado de Colleton, en el mismo estado, con las últimas dos mazorcas de maíz Jimmy Red que quedaban de una granja.
El último productor conocido de esta variedad de maíz, había muerto y su familia ya no iba a dedicarse al cultivo y a la destilación. Le regalaron un par de mazorcas que Chewning guardó durante el invierno para luego sembrarlas en primavera.
Esta decisión muy probablemente salvó de la extinción a esta variedad de maíz. También salvó un código genético que podría ayudar a los agricultores a conservar un cultivo resistente a los cambios climáticos. Campbell Coxe continúa actualmente cosechando más de 20 hectáreas de Jimmy Red en su granja de Darlington.
La agricultura tradicional ofrece soluciones
Para el científico Brian Ward, de la Universidad de Clemson de Carolina del Sur, los cambios dramáticos del clima no son el único problema. La población también crece rápidamente y cada vez hay menos tierra para cultivar alimentos.
“Se prevé que en 2080 haya más de 10 mil millones habitantes en el planeta. Se tendrá que cultivar más alimentos en la mitad de la tierra y con la mitad de los recursos”, afirmó Ward. “Los genes del maíz tradicional pueden ayudarnos a lograrlo”, dijo.
El cultivo de Jimmy Red decayó porque no es el tipo de maíz que se puede comer directamente de la mazorca. Necesitar ser deshidratado para extraer su alto contenido de aceite. También es excelente para hacer licores, pero no funciona como un cultivo agrícola a gran escala. Es una cosecha artesanal.
Ahora, los científicos creen que su valor más preciado está en su información genética, pues tiene las claves de semillas más resistentes a climas cada vez más cambiantes y con menos recursos.
“Durante años los cereales, las verduras y las frutas tradicionales desarrollaron características que las hacen más fuertes ante las inclemencias de la crisis climática, porque se han cultivado durante cientos de años en condiciones tremendamente diferentes”, explicó Ward.
Estas características genéticas se pueden estudiar y utilizar para generar semillas que germinen en cultivos con condiciones ambientales más hostiles.
Cuestión de genes
“Tenemos un genetista que está cultivando una habichuela tradicional. Puede que no sea la vaina más atractiva ni tenga el mayor rendimiento, pero puede producir con el calor y, en última instancia, la convertiremos en una variedad que tenga mayor rendimiento”, añadió.
Actualmente las semillas de maíz Jimmy Red, están ganando terreno. De estar a punto de desaparecer, ahora es protagonista del mundo culinario. Su licor es muy valorado por chefs de la región. Es un producto tradicional, exclusivo, con un sabor único, excelentes propiedades y que se salvó de la extinción gracias a los esfuerzos de Ted Chewning, agricultor local.
En 2015, el doctor David Shields de la Universidad de Carolina del Sur, insistió en que esta variedad de maíz merecía ser aceptado como una nueva incorporación al Arca del Gusto de Slow Food, un catálogo internacional de alimentos patrimoniales en peligro de extinción.
A principios de 2014, apenas unos meses después de que abriera Carolina Golden Rice Foundation, con Glenn Roberts como responsable, se les entregó unas pocas semillas de Jimmy Red para cultivar un poco más de una hectárea.
Las cultivaron con la ayuda del doctor Brian Ward en la Universidad de Clemson y cosecharon suficiente maíz para destilar 2 lotes del bourbon muy exclusivo.Cada año que pasa, la superficie plantada de Jimmy Red crece exponencialmente con rendimientos anuales de más de 1 millón dólares. Los investigadores dicen que el maíz Jimmy Red es menos susceptible a los fuertes vientos debido a su fuerte sistema de raíces.
Jimmy Red, el súper maíz
Se ha estado cultivado Jimmy Red durante poco más de una década para comprender mejor su viabilidad y bioseguridad, o qué tan bien podría resistir las enfermedades y plagas. Ward aseguró que se puede cultivar con menos agua y requiere menos fertilización. “Su sistema de raíces es increíblemente estable, lo que hace que la planta sea menos susceptible a caerse durante las tormentas”.
El científico supone que la fortaleza de esta variedad de maíz se desarrolló a partir de años de soportar fuertes tormentas costeras mientras crecía en James Island, Carolina del Sur. Conociendo el rasgo genético del maíz Jimmy Red, dijo Ward, los científicos ahora pueden reproducir ese código genético en otras variedades de maíz cultivadas comercialmente que han sido susceptibles a los fuertes vientos.