La crisis que amenazaba al campo europeo ha llegado a España. Los agricultores y ganaderos están en pie de guerra. Siguiendo el ejemplo de sus homólogos en Francia y Portugal, los agricultores españoles han intensificado sus protestas. Causando interrupciones en varias carreteras del país, donde planifican movilizaciones durante todo febrero.
Las protestas, lideradas por pequeñas asociaciones agrícolas, se centran en una crisis que ha afectado al sector durante varios años. Ahora están vinculada a las medidas de sostenibilidad y producción respetuosa con el medio ambiente que Europa quiere implementar. Lo que aumenta los costos de producción y reduce los beneficios del sector.
Tractoradas y cortes
Cortes de carreteras y manifestaciones con tractores convocadas espontáneamente por redes sociales bloquean el acceso a ciudades, así como importantes centros de distribución como Mercamadrid, Mercazaragoza y el Puerto de Málaga. Mercamadrid, el mayor centro de abastecimiento de productos agrícolas de España provee a supermercados, almacenes y restauración. Sin embargo, los tractores de los manifestantes han dificultado aún más su acceso este martes.
En Zaragoza, cientos de tractores mantuvieron bloqueados la autovía A-2 y los accesos a Mercazaragoza, sin incidentes significativos. Estas acciones forman parte de las protestas iniciadas días atrás por agricultores de todo el país para reivindicar políticas que mejoren su situación.
En Málaga, los agricultores bloquearon con tractores y camiones los accesos al Puerto, colapsando la zona. Prendieron fuego a neumáticos para cerrar vías, obligando a desviar el tráfico por el centro de la ciudad. Los manifestantes malagueños se suman así a otras protestas en España y Europa, reclamando mejoras como una PAC más flexible, cumplir la ley de la cadena alimentaria y mantener la rebaja del gasóleo agrícola. La crisis amenaza seriamente la subsistencia del sector primario español.
Reclamos de agricultores
La crisis del sector, presente desde hace años, se agrava ahora con las medidas europeas de sostenibilidad que elevan costes. El Pacto Verde Europeo es foco de queja, pues aumenta exigencias a productores intra-UE mientras importan del extranjero. Está directamente relacionado con las importaciones de productos agrícolas de países terceros. A los que no se les exigen las mismas condiciones que ahora se quieren implementar en el sector agrícola en España y otros países europeos.
Concretamente, los objetivos verdes de la Unión Europea encarecen la producción al fomentar tecnología ecológica y bienestar animal. Además, el sector agrícola ha estado pidiendo a Bruselas que revierta la medida relacionada con los pesticidas, que implicaba una reducción del 50% de estos. En respuesta a esto, la presidenta de la Comisión Europea, Ursula von der Leyen, anunció que solicitará la retirada de la propuesta debido al descontento de los agricultores. . No obstante, aclara que la agricultura debe modernizarse para seguir siendo rentable.
Entre las demandas relacionadas con las protestas en España, también se incluyen mejoras en la relación con la Administración, una comunicación “fluida” y una PAC “justa y flexible” con un pago digno, eco-regímenes y medidas que tengan en cuenta la realidad de la zona, un precio justo en origen por los productos, una regularización de los precios de los insumos, y la priorización del aprovechamiento de recursos, como el agua. El sector exige medidas acordes a su realidad para sobrevivir a la crisis.
Abastecimiento garantizado
El Gobierno expresó su total apoyo a los agricultores, ganaderos y pescadores que están protestando en las principales carreteras y vías comarcales de España, exigiendo precios justos y menos burocracia. Asegura que está trabajando en estrecha colaboración con ellos. La portavoz del Gobierno, Pilar Alegría, en la conferencia de prensa posterior al Consejo de Ministros, afirmó que el Gobierno comprende las preocupaciones del sector primario y está tomando medidas para abordarlas. Como ejemplo, mencionó una medida extraordinaria de 270 millones de
El Ministro de Agricultura, Pesca y Alimentación de España, Luis Planas, garantiza que el suministro de alimentos está completamente asegurado, a pesar de las protestas agrarias previstas para las próximas semanas. Según Planas, no existe riesgo para el suministro de alimentos, ni en términos de cantidad, calidad o precios, ni a corto ni a medio plazo. Planas manifestó su comprensión por las preocupaciones del sector agrícola, que se encuentra en un momento particularmente difícil.
Sin embargo, confía en que se superará esta situación, gracias al debate que Bruselas abrirá para escuchar al sector, a las intensas ayudas que el Gobierno ha otorgado en los últimos años, y a la gran coincidencia entre el análisis del Gobierno y el sector agrario. Planas señaló que el Gobierno está de acuerdo con casi todos los planteamientos que le han hecho las tres principales asociaciones agrarias, Asaja, UPA y COAG. Excepto uno: interrumpir todos los acuerdos con terceros países. Porque afectaría a 70.000 millones en exportaciones y un saldo positivo de 14.000 millones.
Por su parte, el Ministro del Interior, Fernando Grande-Marlaska, presidió una reunión de coordinación para garantizar el normal desarrollo de las movilizaciones del sector agrario. La reunión contó con la participación de mandos de la Policía, la Guardia Civil y policías autonómicas, así como de otros ministerios. El objetivo de la reunión, según el Ministerio del Interior, es garantizar el normal desarrollo de las protestas, que incluyen tractoradas y cortes de carreteras en varias comunidades autónomas.
Febrero convulso
Los agricultores presionan para mejorar sus condiciones con acciones durante todo febrero. El lunes ya hubo concentraciones en Valladolid, León y la frontera hispano-portuguesa. Agricultores cortaron la E-80/N-620 entre ambos países. Asaja, COAG y UPA planifican más convocatorias. Arrancan el jueves en Ávila, Salamanca, Ciudad Real y zonas de Huesca. El 9 actuarán en Zamora y Bilbao, y el 13 en La Rioja y Zaragoza (FIMA).
El 14 se manifestarán en Toledo, Guadalajara, Jaén, Palencia y Soria. Día 15 en Castellón y el 21 en Murcia. El 22 en Aragón y el 23 en León. También hay citas el 7 en León, 8 en Ávila, 14 en Segovia, 15 en Boceguillas y 16 en Venta Pinillas. Unión de Uniones llama a los puertos de Castellón, Tarragona y Santander los días 7 y 13. Gran tractorada está prevista el 21 frente al Ministerio de Agricultura en Madrid. Habrá más movilizaciones espontáneas en redes sociales.
Lo que se complica con el anuncio de la intención de la Plataforma Nacional de Transporte, que agrupa a autónomos y pymes, de unirse a las protestas agrícolas mediante un paro nacional indefinido desde el 10 de febrero. Pese a carecer del apoyo de las grandes empresas del sector, la plataforma ya organizó una huelga en marzo de 2022 que duró veinte días y afectó seriamente la cadena de distribución del país. La plataforma espera la confirmación de los transportistas, conductores y otros sectores a nivel nacional en Madrid. Los detalles sobre el lugar y la hora de inicio en Madrid se comunicarán próximamente.
En respuesta al anuncio el ministro Oscar Puente ve «injustificado» cualquier paro de transportistas ahora. La Confederación Española de Transporte de Mercancías (CETM) expresó su respeto por las demandas del sector agrícola. Aunque apuesta al diálogo y la negociación con el gobierno para resolver problemas del sector.
Choque del Pacto Verde
Los tractores resuenan en buena parte de Europa rural. De Bélgica a Italia, agricultores y ganaderos salen a la calle para mostrar su malestar ante las políticas verdes de la UE. Con las elecciones al Parlamento Europeo a solo cuatro meses, la agenda climática cobra protagonismo.
A lo largo de los años, la agenda verde ha ido ganando terreno en las campañas electorales, superando a las políticas de inmigración y a la división tradicional entre euroescépticos y federalistas. En Polonia, la protección de los agricultores fue un tema clave en las últimas elecciones, con tanto el Partido Ley y Justicia como la oposición liberal prometiendo bloquear los cereales ucranianos. Además, un partido agrario logró una sorprendente victoria en las elecciones municipales de los Países Bajos. Una señal de lo que podría suceder en las próximas elecciones europeas.
Un sondeo prevé que el clima y la inmigración capten la atención de los ciudadanos de cara a los comicios. Y no es de extrañar, pues las medidas medioambientales generan división. Mientras ecologistas y parte de la izquierda las impulsan, la derecha muestra más escepticismo. Incluso el centro se ha visto sacudido, como cuando el PPE quiso frenar la ley de restauración natural.
Las tensiones no se limitan al choque tradicional entre negacionistas del cambio climático, principalmente de extrema derecha, y ecologistas, sino que también han afectado al centro del espectro político. La agenda verde ha desestabilizado la coalición entre el Partido Popular Europeo, los Socialdemócratas, los Verdes y los Liberales. Un ejemplo de esto fue el intento del Partido Popular de bloquear la Ley de Restauración de la Naturaleza, un pilar clave del Pacto Verde Europeo.
Impacto en elecciones
Los informes prevén un gran ascenso de la derecha radical en las elecciones europeas de 2024. Esto podría dar paso a una coalición contraria a las políticas medioambientales, con graves consecuencias para esta política. Si no se logra un número suficiente de miembros que tomen en serio el cambio climático, se corre el riesgo de poner en peligro una gran parte de la legislación medioambiental existente y futura. Esto podría resultar en una Europa mal preparada para los efectos del cambio climático.
Conforme se acerca el momento de las elecciones al Parlamento Europeo, que tendrán lugar en junio, la agenda climática y medioambiental impulsada desde la Unión Europea está despertando un gran interés entre los ciudadanos llamados a las urnas. Los objetivos de sostenibilidad y las políticas de acción contra el cambio climático amenazan con convertirse en uno de los principales motivos que impulsen la participación electoral y la movilización del voto en las próximas elecciones europeas.
Con los tractores paralizando varias ciudades europeas, la forma en que la transición ecológica y el sector primario coexistirán en el futuro es una gran incógnita. Las protestas de los agricultores reflejan que se sienten abandonados y excesivamente regulados. Un sentimiento que se extiende de Bélgica a Italia. Un malestar que recorre Europa ante la situación cada vez más compleja que atraviesa el sector. Mientras no se resuelva los agricultores se mantendrán en pie de guerra con sus tractores.