El 25 de agosto se celebró la buena noticia de que África había sido declarada libre de poliomielitis. Sin embargo, esta semana se supo que aparecieron dos brotes por vacuna en Sudán y el Chad.
La Organización Mundial de la Salud informó que el nuevo brote en Sudán está vinculado a una epidemia por vacuna en el Chad. Sudán se halla en el noreste de África, y el Chad en África central, son países limítrofes.
La OMS emitió un comunicado en el que explica que dos niños de Sudán, uno en el Estado de Darfur del Sur, limítrofe con el Chad, y otro en Gadarif, cerca de la frontera con Etiopía y Eritrea, tuvieron parálisis en marzo y abril.
Ambos, no obstante, habían sido vacunados recientemente contra la poliomielitis. De acuerdo con la OMS, las primeras investigaciones indicaron que los casos estaban relacionados con un brote por vacuna en el Chad. Dicho brote fue determinado por primera vez en 2019. Ahora se está propagando en ese país y en Camerún, también en África central.
El virus está circulando —de manera local— en Sudán y hay una transmisión continua entre ese país y el Chad. La secuenciación genética confirmó que el virus ha ingresado muchas veces en Sudán, pero que, en efecto, proviene del Chad. La OMS determinó otros 11 casos por vacunas en Sudán.
El organismo advirtió el 1 de septiembre que el riesgo de propagación de los casos por vacunas en el centro del continente y en el Cuerno de África era “alto”. Señaló a los grandes desplazamientos de la gente —por la inseguridad, los conflictos internos, etc.— como factores que inciden y potencian la propagación.
Partiendo de datos del ente, que se publicaron en 2019, los casos por poliovirus salvaje habían disminuido en el mundo en más de 99%. Es decir, de 350.000 en 1988 a 33 en 2018. Así, se evitaron más de 16.000.000 de casos de parálisis.
“Mientras que haya un solo niño infectado, los niños de todos los países corren el riesgo de contraer la poliomielitis. Si no se erradica en estos últimos reductos, podría haber hasta 200.000 casos anuales en 10 diez años a escala mundial”, advirtió.
Al tiempo que la región afronta los brotes de poliovirus salvaje, también debe encarar la pandemia de la COVID-19 y el ébola. De hecho, por el mismo coronavirus los padres han vacilado en ponerles las vacunas contra la poliomielitis a los niños menores de 5 años de edad. La razón: miedo al contagio por la nueva enfermedad.
La carga más preciada: las vacunas contra la poliomielitis
A pie, en bote o bicicleta, trabajadores humanitarios atraviesan la República Democrática del Congo con un único fin: vacunar a los niños contra la poliomielitis.
Tangomo Tansia es uno de ellos. Una de esas personas que, aun a costa de su propia vida, viajan a los confines del país resguardando el más preciado tesoro: la vacuna.
La poliomielitis, enfermedad sumamente infecciosa, también recibe el nombre de parálisis infantil. La razón estriba en que suele atacar a los niños menores de 5 años. En algunos casos puede causar la parálisis, por lo general, de las piernas, y hasta la muerte. De hecho, se calcula que, en estos, entre el 5% y el 10% de los afectados mueren por parálisis de los músculos respiratorios y que dicha parálisis se produce en cuestión de horas.
Un trabajo digital de la iniciativa Saca a la Poliovirus Salvaje de África (Africa Kicks Out Wild Polio) habla de lo intrincando y peligroso que es cruzar la República Democrática del Congo. Este país presentó el último caso de poliovirus salvaje en 2011 y fue declarado oficialmente libre de la enfermedad en 2015.
En la RDC, que se encuentra en la región ecuatorial de África y que ocupa más de 2.000.000 de km², es difícil llegar a los destinos porque el territorio es muy vasto. Abarca desde densos bosques hasta montañas. Los conflictos internos, la inseguridad, la violencia también han empujado a la gente a que se desplace. Por tanto, algunas zonas son inaccesibles.
“Nosotros somos un puente entre la población y los centros de salud”, dijo Tansia en referencia a la labor de los trabajadores humanitarios en zonas donde los servicios sanitarios no son adecuados.
Una iniciativa de Nelson Mandela, sacar la poliomelitis
Saca a la Poliovirus Salvaje de África forma parte de una iniciativa que creó Nelson Mandela en 1996 para un África libre de poliomielitis.
En aquel entonces lanzó la campaña Saca a la Poliomielitis de África (Kick Polio Out of Africa). Para ello, contó con el apoyo de la ONG Rotary International. En ese momento el poliovirus salvaje paralizaba a 75.000 niños cada año en el continente.
Afirman, pues, que al menos el 90% de los niños deben estar vacunados. El objetivo es asegurarse de que la enfermedad no se propague en la población si hay brotes. También, limitar la propagación del virus por la vacuna.
Actualmente, 16 países africanos están presentando brotes de poliovirus circulantes vacunal tipo 2 (cVDPV2). Estos casos pueden ocurrir en comunidades subinmunizadas.
Estos países son Angola, Benín, Burkina Faso, Camerún, República Centroafricana, Chad, Costa de Marfil, República Democrática del Congo, Etiopía, Guinea, Ghana, Mali, Níger, Nigeria, Togo y Zambia.
Así las cosas, la sombra de nuevos brotes siempre está latente.
La declaración de un África libre de poliomielitis y la amenaza de la vacuna
El martes 25 de agosto la Comisión Regional Independiente de Certificación de África para la Erradicación de la Polio (ARCC, por sus siglas en inglés) declaró oficialmente que los 47 países de la región africana de la OMS están libres de poliomielitis.
El hecho es un hito histórico. Significa la erradicación del segundo virus del continente desde la viruela hace 40 años. En 1994 la OMS consideró a la región de América libre de polio. Luego, en 2000, hizo lo mismo con la región del Pacífico, y en 2002 con Europa. Después, en 2014, se declaró a Asia Sudoriental.
Compromisos en el papel
La ARCC anunció que la región africana había cumplido los criterios de certificación para la erradicación del poliovirus salvaje. Y que no se notificaron casos durante cuatro años, lo que es fundamental para la certificación.
La decisión del organismo parte de un proceso de décadas de documentación y análisis de la vigilancia de la poliomielitis, la inmunización y la capacidad de laboratorio de los 47 Estados miembros. Todo esto incluyó visitas de verificación de campo a cada país, explicó un comunicado de la Oficina Regional de la OMS para África.
En 1996 los jefes de Estado africanos se comprometieron a erradicar la poliomielitis. El hecho ocurrió durante el 32 periodo ordinario de sesiones de la Organización de la Unidad Africana que se hizo en Yaundé, Camerún.
Ese mismo año Mandela impulsó el compromiso del continente mediante la campaña Saca a la Poliomielitis de África.
Así, el esfuerzo rindió sus frutos. El último caso de poliovirus salvaje se detectó en 2016 en Nigeria. “Desde 1996 el esfuerzo por erradicar la poliomielitis ha evitado que 1.8 millones de niños sufran parálisis para siempre y ha salvado aproximadamente 180.000 vidas”, aseguró un comunicado de la Organización de las Naciones Unidas.
Sin embargo, Matshidiso Moeti, director de la Oficina Regional de la OMS para África, advirtió que tenían que estar atentos y mantener los índices de vacunación. Deben evitar un resurgimiento del poliovirus salvaje y afrontar la continua amenaza de la polio por la vacuna.
La poliomielitis de origen vacunal y la falta de inmunización
El agente causal de la poliomielitis es un enterovirus humano: el poliovirus. Los poliovirus salvajes son los poliovirus que están presentes de forma natural.
Por otro lado, la OMS explicó, con respecto a la poliomielitis de origen vacunal, que “la vacuna antipoliomielítica oral (OPV) contiene un virus vacunal atenuado que activa una respuesta inmunitaria en el cuerpo. Tras la administración de la OPV, el virus vacunal atenuado se multiplica en el intestino durante cierto tiempo y generan la producción de anticuerpos que confieren la inmunidad”.
Así pues, durante ese tiempo el virus vacunal también se excreta en las heces, pues la principal forma de transmisión de la poliomielitis es de persona a persona y por vía fecal-oral. También, pero en menor medida, a través del agua o de alimentos que tengan heces de personas contagiadas.
Las medidas sanitarias son indispensables
En zonas en las que el saneamiento es deficiente, el virus vacunal excretado se puede propagar en la comunidad cercana antes de que este muera. Ello, sin embargo, puede proveer de protección a otros niños mediante una inmunización indirecta.
Cabe destacar que en algunos casos, cuando la población está muy subinmunizada, el virus vacunal excretado puede seguir circulando durante un buen tiempo. Así, mientras que más tiempo sobreviva, más cambios genéticos puede presentar.
“En casos aún más raros, los virus vacunales pueden sufrir cambios genéticos que les den la capacidad de causar parálisis, creándose, así, los denominados poliovirus circulantes de origen vacunal (cVDPV). (…) Hace falta mucho tiempo para que aparezca un cVDPV.
En general, la cepa tiene que haber circulado en una población no inmunizada o subinmunizada durante un periodo de al menos 12 meses. Los cVDPV aparecen cuando las actividades de inmunización sistemática o suplementaria no se hacen bien y la población es vulnerable a los poliovirus, sean salvajes o de origen vacunal”, explicó la OMS.
Sobre la poliomielitis
La poliomielitis fue descrita por primera vez en 1840 por el alemán Jakob Heine. Sin embargo, se empezó a controlar en 1949 cuando el bacteriólogo John Franklin Enders pudo cultivar el virus en laboratorio dentro de tejidos.
Con base en esa técnica, el epidemiólogo Jonas Edward Salk elaboró una vacuna para los tres tipos de poliomielitis conocidos. En 1954 empezó la inoculación de lo que se conoce como vacuna Salk. Esta consiste en una dosis inyectada de poliovirus inactivados o muertos (IPV).
En 1964 se autorizó otra vacuna que Albert Bruce Sabin había hecho. Se le llamó trivalente, puesto que atacaba los tres tipos de virus. Esta se administraba por vía oral, por lo que sustituyó a la vacuna de Salk. La vacuna consiste en poliovirus atenuados (OPV).
Por otro lado, hay tres cepas de poliovirus salvaje, que no vive mucho tiempo fuera del cuerpo humano. La cepa del poliovirus 1 es la más común. La de tipo 2 se erradicó en 1999. Luego, desde 2012 no se han dado casos de poliovirus salvaje de tipo 3 en ningún país del mundo. Los tipos 1 y 3 son muy infecciosos; causan poliomielitis paralítica.
Esta es una enfermedad que no tiene cura, por lo que se necesita la inmunización. Los primeros síntomas son fiebre, cansancio, cefalea, vómito, rigidez del cuello y dolor en los miembros.
Otros datos de la OMS
. De cada 200 infecciones, una produce parálisis irreversible, sobre todo, en las piernas.
. En 2011 se dio el último caso de parálisis poliomielítica en la India. Luego, en 2014, la región de Asia Sudoriental de la OMS fue certificada como exenta de poliomielitis. “Esto supuso un gran avance en la erradicación mundial de la enfermedad, dado que el 80% de la población del mundo vive en regiones en las que se ha certificado la eliminación de la poliomielitis”.
. La Iniciativa para la Erradicación Mundial de la Poliomielitis, integrada por, entre otros entes, Gobiernos, OMS y los Centros de Control y Prevención de Enfermedades de Estados Unidos aseguró que ha hecho que los casos de polio se hayan reducido en 99,9% desde 1998 en todo el mundo. Su meta es hacerles llegar a todos los niños la vacuna antipoliomielítica y erradicar la enfermedad.
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