El confinamiento limita el contacto con el sol, en la intensidad y frecuencia necesarias, para que el organismo absorba energía y suplementos vitamínicos. Varios estudios destacan la importancia de la vitamina D en la prevención de los contagios de la COVID-19. En el CSIC sugieren administrar a la población una dosis diaria para protegerla en esta segunda ola.
Este inmunomodulador podría ayudar a disminuir la carga viral de los infectados y bloquear los contagios, dijo José María Benlloch, profesor de investigación del Consejo Superior de Investigaciones Científicas.
«Se podrían dar unas dosis no muy altas que subieran el nivel de vitamina D de toda la población como profilaxis. Habría que llegar a un acuerdo de qué cantidad es razonable y prudente. Y que la gente tomara estos suplementos», agregó el director del Instituto de Instrumentación para Imagen Molecular (I3M) de la Universitat Politécnica de València (UPV).
La vitamina D está asociada al fortalecimiento óseo y al movimiento de los músculos. Mientras, el sistema inmunitario la emplea para combatir los virus y bacterias. En especial, las infecciones respiratorias. Su carencia se puede contrarrestar con una dieta de pescados (salmón y atún), huevos, leche, zumos de naranja y hongos.
Un trabajo del Hospital Universitario Marqués de Valdecilla, en Santander, resalta la importancia de la vitamina D. La investigación en 216 pacientes de la COVID-19 ingresados en el centro y 197 personas en el grupo de control, arrojó que el 82,2% de los hospitalizados con coronavirus presentaba un déficit de vitamina D. Frente al 47,2% de las personas sanas.
A pesar de esos resultados, los autores del estudio advierten que no ha sido posible establecer una relación causal entre los niveles de vitamina D o su déficit y la gravedad de la COVID-19.
Incidencia de la vitamina D en la COVID-19
José María Benlloch comentó a 20minutos que apuesta por la vitamina D como una opción preventiva y terapéutica. Propuesta que coincide con la de otros investigadores además del Hospital Universitario Marqués de Valdecilla. Es el caso del Instituto Maimónides de Investigación Biomédica de Córdoba (IMIBIC) y el Hospital Reina Sofía.
Recientemente publicaron el trabajo sobre la administración de calcifediol, el marcador del estatus corporal de la vitamina D, en pacientes con la COVID-19. Los resultados son esperanzadores y el fármaco se postula como una opción terapéutica de éxito.
El estudio estuvo coordinado por el profesor honorífico de la Universidad de Córdoba e investigador del IMIBIC, José Manuel Quesada. Participaron 76 pacientes hospitalizados por la COVID-19 confirmada mediante PCR y con afectación pulmonar. Recibieron el tratamiento estándar establecido por los protocolos clínicos del momento y a 50 se les administró calcifediol oral.
De los 50 enfermos que recibieron este fármaco, solo uno requirió ingreso en UCI (2%), frente a los 13 del grupo que no fue suplementado (50%). Esto muestra, según los autores, que la activación del sistema hormonal D «podría reducir el riesgo de aparición del Síndrome de Distrés Respiratorio Agudo (SDRA) en pacientes afectados por la COVID-19».
Benlloch no solo apunta a la vitamina D como alternativa para tratar la COVID-19 sino también a otros complementos. Es importante disponer de antivirales «accesibles, eficaces y baratos» para reducir el impacto de la pandemia.
Lee también: