Organismos especializados señalan que la ganadería es responsable de la emisión de hasta 14,5% de los gases de efecto invernadero. El porcentaje puede variar si se incluyen actividades conexas en la cadena de producción. Sin embargo, las emisiones de metano que genera el ganado en su proceso digestivo son muy altas e igualmente contribuyen al calentamiento global. Pero se podría reducir con el descubrimiento de un equipo de científicos, varios de ellos españoles.
Un equipo de investigación de la Estación Experimental del Zaidín (EEZ-CSIC), en Granada, probó la eficacia de Bovaer, un aditivo con capacidad de reducir las emisiones de metano en un 30 %. La sustancia, de origen sintético, ha sido desarrollada a lo largo de diez años. Al añadir Bovaer a la alimentación del ganado las emisiones de metano disminuyen en un 30%”.
El compuesto molecular inhibe la actividad de los microorganismos estomacales responsables de las emisiones de metano. El estudio de la EEZ confirma que el aditivo no compromete la seguridad del rumiante ni del medio ambiente. Tampoco tiene efectos perjudiciales sobre la digestión o la ingesta del animal. Bovaer será una herramienta que le permitirá al sector ganadero para avanzar en sistemas de producción más sostenibles.
David R. Yáñez Ruiz, investigador de la EEZ-CSIC y principal responsable de los ensayos, afirma que “el desarrollo y aprobación de este aditivo supone un hito en investigación en nutrición animal. Ha implicado la colaboración de múltiples grupos de investigación en Europa, Estados Unidos, Canadá y Australia. Proporcionará una herramienta al sector ganadero para seguir avanzando en la producción de alimentos más sostenibles”.
Reducir las emisiones de metano del ganado
La Agencia Europea de Seguridad Alimentaria (European Food Safety Authority, EFSA) emitió recientemente el primer informe positivo en Europa sobre el uso del aditivo alimentario para reducir las emisiones de metano del ganado durante el proceso digestivo.
El aditivo contiene la molécula 3-nitrooxypropanol (3-NOP), responsable de la actividad antimetanogénica. Ha sido desarrollado durante una década y su proceso de solicitud de autorización y registro comenzó hace dos años por la empresa DSM Nutritional Products.
Investigadores de la EEZ han sido pioneros en probar la efectividad de la molécula en ensayos con animales. También han participado en la identificación de su mecanismo de acción. El compuesto 3-NOP inhibe directamente la actividad de las arqueas metanogénicas, los microorganismos responsables de la producción de metano en el rumen y reducen las emisiones en un 30 % sin afectar la digestión ni salud del animal. Se pretende reducir las emisiones de metano porque es uno de los gases causantes del efecto invernadero.
En la cumbre del clima COP-26 de Glasgow, la Unión Europea y Estados Unidos impulsaron una nueva alianza de 100 países con la intención de rebajar las emisiones de metano en un 30 % para 2030.
Además, el metano es un gas con una vida media en la atmósfera mucho menor, aproximadamente 12 años, que la del dióxido de carbono, cuya vida comprende un promedio de más de 100 años. Por lo tanto, los efectos positivos de la reducción de emisiones tendrían resultados más inmediatos a efectos del calentamiento global. Una tonelada de metano en la tierra tiene 56 veces más capacidad de calentamiento que una tonelada de dióxido de carbono en un horizonte de 20 años.
Dieta balanceada y de calidad
Fernando Valladares, investigador del CSIC y experto en cambio climático, dijo a ABC que «a diferencia del CO2, las concentraciones atmosféricas de metano están aumentando más que en cualquier otro momento de las dos últimas décadas”.
La Unión Europea marcó como objetivo climático que las emisiones de metano, procedentes del ganado, se reduzcan en un 80-95% para 2050. Aunque la actividad pecuaria no es la única responsable de las emisiones de metano, se le asigna el 30% del total producidas por el hombre. Y es una de las razones por las que siempre se cita la reducción del consumo de carne en la lista acciones para cuidar el planeta.
A la par de estas investigaciones del EEZ-CSIC, los ganaderos desarrollan programas para reducir el impacto medioambiental de su actividad, más allá de limitar el consumo de carne.
La inclusión en la dieta de pequeñas cantidades de algunas algas rojas del género Asparagopsis también parece ser eficaz para reducir las emisiones de metano en vacas y terneros sin reducir su producción la producción de carne. Todavía es necesario el desarrollo de métodos industriales para la producción, procesado y almacenamiento de estas algas enn condiciones que permitan mantener sus compuestos antimetanogénicos. Los resultados disponibles hasta el momento son prometedores.