Dentro y fuera de las canchas, Rafa Nadal ha demostrado tenacidad, dedicación y espíritu de lucha que inspiran a millones de aficionados y jugadores en el mundo
Rafa Nadal, uno de los más grandes deportistas de todos los tiempos, anunció su retiro del tenis profesional. Con 22 títulos de Grand Slam, incluido un récord de 14 en Roland Garros, el mallorquín ha dejado una huella imborrable en la historia de esta disciplina. Su tenacidad, dedicación y espíritu de lucha han inspirado a millones de aficionados y jugadores en el mundo. Sin embargo, su legado va más allá de las canchas.
«Hola a todos, estoy aquí para comunicaros que me retiro del tenis profesional», publicó en sus redes sociales en su video de despedida. «Han sido unos años difíciles, estos dos últimos especialmente, creo que no he sido capaz de jugar sin limitaciones».
Pondrá fin a su carrera en noviembre en las finales de la Copa Davis en Málaga. “Me hace muchísima ilusión que mi último torneo sea la final de la Copa Davis, representando a mi país. Es cerrar el círculo”, declaró. Una trayectoria que comenzó a sumar sus primeros 5 puntos de la ATP en 2001, durante la Copa Sevilla. Con solo 15 años, los organizadores del Real Club Tenis Betis le ofrecieron una wild card para poder participar.
Dos años después se convirtió en una promesa del tenis español a ubicarse entre los 100 mejores del mundo. Esto le valió para representar a España en la Copa Davis en el Estadio de la Cartuja en diciembre de 2004. En 23 años el balear deja un palmarés con 92 títulos, además de lograr la medalla de oro en los Juegos Olímpicos, tanto en individual como en dobles, y cinco Copa Davis.
Algunos de sus lauros
Rafa Nadal dejó marcas increíbles en el tenis profesional. Es el segundo tenista masculino con mayor número de títulos de Grand Slam en individuales, con 22. Solo lo supera el serbio Novak Djokovic, que tiene 24, y está por delante del suizo Roger Federer, que sumó 20. Es el que más veces ha conseguido ganar el Roland Garros. Se alzó en dos ocasiones en Wimbledon y y en cuatro en el Abierto de Estados Unidos. Se encuentra en segunda posición, tras Novak Djokovic (40), como jugador con más títulos de Masters 1000 en modalidad individual, con 36. Atrás quedaron otros célebres tenistas como Federer, con 28; el checo Ivan Lendl, con 22, y los estadounidenses John McEnroe (19), Jimmy Connors (17) y Andre Agassi (17).
Él y Djokovic son los únicos dos tenistas masculinos en toda la Era Abierta en conseguir el Doble Grand Slam en carrera. Esto es ganar, al menos dos veces, cada uno de los cuatro Grand Slam a lo largo de la carrera. Ambos también son los únicos que han ganado en un mismo año tres Grand Slams en tres superficies diferentes.
Ocupa la quinta posición en la lista de jugadores con más títulos ATP con 92, solo por detrás de Connors (109), Federer (103), Djokovic (99) y Lendl (94). Nadie lo supera en número de títulos conseguidos en tierra batida (63). Además, es el cuarto tenista por cantidad de victorias en toda la historia, con 1080, y cuenta con el segundo mejor rendimiento de la historia con un 82,7 % de victorias. También ostenta el récord jugador masculino con más semanas consecutivas dentro del top 10 del ranking ATP (912), y posee la mayor racha de victorias consecutivas en una misma superficie (81 en tierra batida).
La trilogía perfecta
La carrera de Rafa Nadal en el tenis profesional no puede ser contada sin mencionar sus épicas rivalidades con Djokovic y Federer. Estos enfrentamientos no solo definieron su carrera, sino que también marcaron una era dorada del tenis profesional. Cada partido entre ellos fue un espectáculo de habilidad, estrategia y fuerza mental.
La rivalidad con Djokovic ha sido una de las más intensas de la historia del tenis. Con innumerables batallas en los torneos más prestigiosos, su lucha en la cancha siempre fue apasionada. Ambos se han empujado mutuamente a alcanzar nuevos niveles de excelencia. Los duelos con Federer tienen una narrativa distinta, marcada por una mezcla de respeto y admiración mutua.
Desde su icónico enfrentamiento en la final de Wimbledon 2008, considerado por muchos como el mejor partido de tenis de todos los tiempos, hasta sus últimos encuentros, esta dupla ha ofrecido un ejemplo de deportividad y maestría en el juego.
El retiro de Rafa Nadal del tenis, de 38 años de edad, marca el final de un ciclo legendario en el tenis profesional. Con Federer también retirado y Djokovic avanzando en su carrera, estamos presenciando el cierre de una era que definió el deporte durante casi dos décadas. Esta trilogía de talentos no solo elevó los estándares del tenis, sino que también atrajo a una nueva generación de aficionados al deporte, dejando un legado que inspirará a futuras estrellas del tenis.
Un proyecto de vida
La academia que creó en Manacor en 2016 es parte esencia de su proyecto de vida. Con el apoyo de Telefónica, ha experimentado un crecimiento exponencial tanto en obras como en público. Sus 80.000 metros cuadrados de instalaciones educativas y deportivas sirven a la vez como centro de alto rendimiento tenístico, colegio internacional y museo, además de ofrecer una variada oferta de restauración. En esos espacios laboran más de 500 personas y se reciben a 100.000 visitantes por año. Las 27 pistas que tenía inicialmente, fueron ampliadas a 45 en 2019.
Con el pasar de los años se ha convertido en uno de los centros deportivos más prestigiosos a nivel mundial. Cada vez son más los jóvenes tenistas que deciden inscribirse no solo para progresar tenísticamente, sino para estudiar y formarse como personas, una de las premisas por las que el mallorquín decidió cear la institución. Actualmente, en sus canchas están entrenando Daniel Rincón, Martín Landaluce, Abdullah Shelbayh y Max Basing. Pero no solo acoge a jóvenes promesas. También entrenan jugadores algo más consagrados como Casper Ruud o Jaume Munar, en el top-100 de la ATP.
El objetivo mediato es seguir creciendo y y continuar su expansión internacional. Ya está presente en México, Grecia, Kuwait, Hong Kong y Egipto. Como parte de este esfuerzo, a Nadal lo nombraron en enero embajador de la Federación de Arabia Saudí de Tenis, porque el compromiso le permitirá impulsar una delegación de su Academia en el país árabe. Sin embargo, algunas personas le reprocharon la acción con el argumento de la violación de derechos humanos en ese país.
Apoyo a colectivos vulnerables
Fuera de la pista, ha sido un defensor incansable de causas sociales a través de la Fundación Rafa Nadal. Desde su creación en 2010, la organización ha trabajado para proporcionar educación y oportunidades a jóvenes en situaciones vulnerables. Desde que empezó la actividad en sus primeros proyectos, en India y España, la fundación ha evolucionado hasta convertirse en un referente en el uso del deporte como vehículo para el desarrollo personal y social. Ha llevado los valores y los aprendizajes inherentes a la práctica deportiva a entornos desfavorecidos y colectivos en riesgo de exclusión social.
«Centrar nuestra ayuda a niños, niñas y jóvenes que viven en entornos vulnerables fue la mejor decisión que podríamos haber tomado», afirmó en una ocasión Nadal. «Creo que es importante que aprendan a trabajar para dar lo mejor de ellos mismos, a esforzarse día a día… y hacerlo disfrutando. Porque así es como entiendo la vida, tanto dentro como fuera de las pistas».
La fundación trabaja en tres ámbitos: integración social de menores vulnerables, atención a jóvenes con discapacidad intelectual y promoción del talento deportivo y académico. En total, está presente en 23 centros en España, y cuenta con una escuela en la India. Se busca incidir en el desarrollo personal y social de los menores y jóvenes atendidos. Crear igualdad de oportunidades para todos ellos, independientemente de sus condiciones personales, sociales o económicas. El compromiso del tenista con la comunidad y su capacidad para inspirar hacen que destaque tanto dentro como fuera de la cancha.
La familia como pilar
El tenista Rafa Nadal ha sabido equilibrar con maestría su vida profesional y personal, un aspecto que destaca su humildad y autenticidad. Detrás de cada trofeo y cada victoria en la cancha, hay un hombre profundamente dedicado a su familia y amigos. Este equilibrio no solo le ha permitido mantenerse centrado en los momentos más intensos de su carrera, sino que también ha sido una fuente de fuerza y resiliencia.
Su carrera no ha estado exenta de adversidades. Sus múltiples lesiones y la incertidumbre que estas traen han puesto a prueba no solo su fortaleza física, sino también su resistencia mental. Sufre desde los 18 años de una osteocondritis del escafoides, también conocida como síndrome de Müller-Weiss. Una enfermedad degenerativa “crónica e incurable”, declaró Nadal, la cual afecta a uno de los huesos situados en la parte media del pie, entre el astrágalo y los huesos cuneiformes.
“Realmente todo lo que vivido fue un sueño hecho realidad. Me voy con la tranquilidad absoluta de haber dado el máximo, de haberme esforzado en todos los sentidos”, dijo el tenista; por eso cada regreso de Rafa Nadal a la cancha después de una lesión fue un testimonio de su inquebrantable determinación y amor por el tenis. Lo que ha inspirado a muchos a nunca rendirse ante las dificultades.
Su legado va más allá de su impresionante lista de logros deportivos. Su influencia se extiende a través de sus futuras iniciativas y proyectos, tanto en el ámbito del tenis como en la comunidad global. A través de su fundación y su academia, sigue comprometido con la educación y el desarrollo de los jóvenes. El mundo seguirá sintiendo la presencia de este gigante no solo por lo que hizo en la cancha, sino por el ejemplo de humanidad y liderazgo que ha dejado.
Faceta de empresario
Rafa Nadal ha demostrado ser un empresario visionario, diversificando sus inversiones más allá del tenis. Ha incursionado en sectores como la hostelería, la restauración, el real estate y la producción audiovisual. Sus negocios incluyen hoteles, restaurantes y colaboraciones con marcas reconocidas, lo que le ha permitido asegurar su futuro económico y seguir siendo una figura influyente en el mundo empresarial.
El mallorquín ha acumulado un patrimonio neto que se calcula en más de 240 millones de dólares. Su éxito en las canchas le significó alrededor de 135 millones de dólares en premios, a lo que se suman sus lucrativos contratos con patrocinadores, que han sido una parte crucial de su fortuna. Destacan Nike, Babolat, Kia, Amstel y grandes firmas como Santander y Telefónica.
Su empresa familiar, Mabel Capital, ha diversificado sus intereses en el mundo inmobiliario, la restauración y el sector tecnológico. Tiene propiedades de lujo en las Islas Baleares, participaciones en proyectos hoteleros y su apuesta por el restaurante Tatel, con sedes en Madrid, Ibiza y Miami, son solo algunos ejemplos de su diversificación empresarial.
«Siempre he pensado en el futuro, en qué vendrá después del tenis. Quiero estar preparado para ello». Nadal lo tiene claro, la fuerza y tenacidad demostradas en la cancha lo seguirán acompañando y le permitirán continuar brillando en estos nuevos derroteros.