Por Cambio16
30/01/2018
Las autoridades policiales han vuelto a asestar un nuevo golpe al terrorismo yihadista. Agentes de la Policía Nacional han detenido un ciudadano marroquí relacionado con ese terrorismo, por su adhesión al Estado Islámico. Un indidvidio que llegó a publicar que al que no le dejen ir a Siria “que mate a seis o siete españoles”. El arresto se ha producido en la localidad barcelonesa de Terrassa.
La detención la han realizado agentes de la Brigada Provincial de Información de Barcelona. Y la operación se ha llevado a cabo bajo la coordinación de la Comisaría General de Información de la Policía Nacional. El arrestado en Terrassa (Barcelona) es un hombre de 45 años y nacionalidad marroquí,
Se le acusa de defender y adherirse a la ideología salafista radical del autodenominado Estado Islámico o Daesh. Durante el transcurso de la investigación, iniciada a mediados de junio de 2017, los agentes corroboraron que el detenido se autodefinía como un integrante más en la distancia de esta organización terrorista. Y constataron que apoyaba la comisión de atentados para la consecución de los objetivos marcados por la organización.
«El que pueda hacer algo que lo haga»
El detenido se encontraba en un avanzado proceso de radicalización. Debido al consumo progresivo de vídeos y documentos propagandísticos de la organización. De hecho, ante la imposibilidad de viajar a Siria debido al actual control fronterizo por los países limítrofes, había llegado a exponer públicamente sus deseos. «El que pueda hacer algo que lo haga, al que no le dejen irse a Siria que mate a seis o siete españoles”.
Además, no dudaba en alabar los atentados cometidos en Barcelona y Cambrils. Manifestaba que si él tuviese una furgoneta grande haría lo mismo que “los hermanos” que atentaron el pasado mes de agosto en Las Ramblas. Para evitar levantar sospechas se jactaba de no llevar barba, vestir pantalón corto y no acudir a la mezquita a rezar. Todo ello de acuerdo al concepto que se conoce como taqiyya, un principio que justifica llevar una vida alejada de los preceptos islámicos en una sociedad no islamizada. Con el fin de atacarla desde dentro.
El arrestado buscaba alejarse de la imagen prototípica de un fundamentalista islámico para pasar así desapercibido. Una estrategia que acompañaba con otras medidas de seguridad en materia de telefonía móvil o al conducir. Realizaba maniobras evasivas para evitar que se detectase su recorrido o los lugares donde iba. En su pretensión de autoadoctrinarse, el detenido visionaba de manera reiterada vídeos en los que se observaba a yihadistas combatiendo en Siria. Según él, estos eran mártires que “se han ganado el cielo”. También contemplaba ejecuciones perpetradas por niños con cánticos en los que se ensalza la lucha violenta en nombre de Allah.
Marcado por su adhesión al Estado Islámico
Asimismo, marcado por su adhesión al Estado Islámico, el detenido no dudaba en compartir estos vídeos con personas de su entorno. Llegaba a invitar en ocasiones a alguno de ellos a que le acompañasen a Siria a unirse al Daesh. Y argumentaba que él pagaría el coste del viaje de los dos.
Según la Policía, la operación que implica la neutralización temprana de una potencial amenaza. Y es que el detenido «sufre un fuerte proceso de autoadoctrinamiento«. Además, «se encuentra en un punto de adhesión a la organización terrorista que podría haberle llevado a cometer un atentado como actor solitario en suelo Europeo tal y como reclama DAESH». La operación, que continúa abierta, se ha desarrollado bajo la supervisión del Juzgado Central Instrucción nº4. Y con la coordinación de la Fiscalía de la Audiencia Nacional.
En diciembre, la Policía también detenía en Majadahonda (Madrid) a una persona por su integración en el Estado Islámico. El arrestado fue un hombre de 19 años, de origen marroquí y nacionalizado español. También tenía un perfil de fanático yihadista. Se encontraba en un estado muy avanzado de captación. Y había manifestado en redes sociales su vocación de convertirse en mártir. El objetivo era transformarse así en un “instrumento” de guerra del terrorismo yihadista.
Según fuentes policiales, inició su proceso de radicalización a los 16 años. Ahí comenzó su adhesión al Estado Islámico. Al parecer, había experimentado un peligroso agravamiento de su comportamiento en los últimos meses. Su actividad en redes sociales alertó a la Policía. El detenido era muy activo en Internet y empleaba varios perfiles en diferentes redes sociales. Por este medio, transmitía y recibía propaganda de Estado Islámico. Asimismo, manejaba una cuantiosa cantidad de material audiovisual y documental. Su actividad se centraba en consolidad su compromiso con la yihad.