El supremacista blanco australiano Brenton Harrison Tarrant, de 28 años, fue acusado por el asesinato este sábado de 49 personas en Nueva Zelanda. En el hecho criminal, otras decenas resultaron heridas en un tiroteo masivo en dos mezquitas.
Tarrant, esposado y vestido con un traje de prisión blanco, permaneció en silencio en el tribunal del distrito de Christchurch, donde fue retenido sin declarar. Deberá regresar a la corte el 5 de abril. La policía señaló que probablemente enfrentará más cargos.
El mortal ataque del pasado viernes, que la primera ministra Jacinda Ardern calificó como terrorista, ha sido el peor crimen masivo en tiempos de paz en el país, que había elevado al nivel más alto la amenaza a la seguridad.
Tarrant ha sido descrito como un presunto supremacista blanco, dada su actividad en las redes sociales.
La masacre se vivió en las redes sociales
Imágenes del ataque a una de las mezquitas fueron retransmitidas en directo a través de Facebook y un manifiesto denunciando a los inmigrantes como «invasores» también fue publicado en línea a través de enlaces a cuentas en las redes sociales.
El vídeo registró a un hombre conduciendo hacia la mezquita de Al Noor, entrando y disparando indiscriminadamente a las personas con un rifle semiautomático con cargas de munición de gran capacidad. El vídeo mostró a los fieles, algunos muertos y heridos, yaciendo en el suelo.
En un momento de la retransmisión, el tirador regresó a su automóvil y recargó sus armas, entró a la mezquita y reinició el tiroteo. La cámara, situada en su cabeza, grabó la masacre enfocando el arma, como un macabro videojuego en primer persona.
En la mezquita de Al Noor el número de fallecidos ascendió a 41
La policía dijo que el presunto tirador tardó siete minutos en desplazarse a la segunda mezquita en el suburbio de Linwood, donde siete personas resultaron muertas en un suceso del que no hubo imágenes disponibles.
Tarrant fue arrestado en un coche que, según la policía, transportaba explosivos improvisados, 36 minutos después de la primera llamada de alerta.
«El agresor estaba en movimiento, había otras dos armas de fuego en el vehículo en el que se encontraba y su intención era claramente continuar con el ataque», dijo Ardern a los periodistas en Christchurch.
El equipo de cricket de Bangladesh, que estaba de visita en la ciudad, llegaba para rezar en una de las mezquitas cuando comenzó el tiroteo. Pero todos sus componentes estaban a salvo, reveló uno de los entrenadores.
La policía dijo que otras dos personas estaban bajo custodia mientras se despeja sus posibles implicaciones.
Ninguno de los arrestados tenía antecedentes penales ni estaban en las listas de vigilancia de las autoridades en Nueva Zelanda y Australia.
Tristeza y soledad
Más de 40 heridos fueron tratados en doce salas quirúrgicas durante la noche, tal como informaron las autoridades hospitalarias. El sábado, 36 personas aún recibían tratamientos médicos. Una víctima falleció en el hospital.
La mayoría de las víctimas eran migrantes o refugiados de Pakistán, India, Malasia, Indonesia, Turquía, Somalia y Afganistán. Los musulmanes representan poco más del uno por ciento de la población neozelandesa.
«No estoy seguro de cómo lidiar con esto. Perdonar llevará tiempo», dijo en las puertas del tribunal Omar Nabi, cuyo padre, Haji Daoud Nabi, fue abatido en el tiroteo.
Reformas a la Ley de Armas
Ardern dijo que Tarrant era propietario de licencia de armas y que supuestamente usó cinco, incluyendo dos semiautomáticas y dos pistolas modificadas.
«Puedo decirles una cosa en este momento: Nuestra ley sobre armas va a cambiar», adelantó Ardern a periodistas, añadiendo que se considerará la prohibición de uso de armas semiautomáticas.
En el pasado Nueva Zelanda ha intentado endurecer las leyes sobre tenencia de armas de fuego. Pero un fuerte lobby y una arraigada cultura de caza han obstaculizado los esfuerzos. Se estima que con una población de cinco millones de personas, hay 1,5 millones de armas de fuego, aunque el país tiene bajas tasas de violencia.
Tarrant vivía en Dunedin, una isla al sur de Nueva Zelanda. Era miembro del Club del Rifle Bruce, según informaron medios que citaron a otros componentes del club y que explicaron que solía practicar con un AR-15, un rifle semiautomático ligero.
El AR-15 es una versión semiautomática del estadounidense M16. La edad mínima para poseer un arma en Nueva Zelanda es de 16, y de 18 si se trata de armas semiautomáticas militares.
El presidente de la Asociación de Policía, Chris Cahill, respaldó la idea de endurecer las leyes de tenencia de armas. Aclaró que las armas utilizadas en los tiroteos fueron prohibidas en Australia después de la masacre de Port Arthur en 1996, en la que 35 personas fueron asesinadas a tiros.
Condena mundial
Líderes de todo el mundo expresaron su tristeza y disgusto por los ataques. Algunos deploraron la demonización de la comunidad musulmana.
El presidente estadounidense Donald Trump condenó el ataque calificándolo de «horrible masacre». Fue elogiado por el acusado en un manifiesto publicado en línea en el que lo califica como «símbolo de una identidad blanca renovada y propósito común».
La primera ministra Ardern dijo que habló con Trump y él preguntó cómo podría ayudarle. «Mi mensaje fue de simpatía y amor para todas las comunidades musulmanas».
Líderes políticos e islamistas en Asia y Oriente Medio expresaron su preocupación por los ataques contra musulmanes.
«Culpo de estos ataques terroristas cada vez más crecientes a la islamofobia actual posterior al 11 de septiembre», divulgó el primer ministro pakistaní, Imran Khan, en las redes sociales.
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