Pekín y Washington firmaron un acuerdo inicial, calificado como «histórico» por ambas partes. El convenio busca aumentar drásticamente las ventas de bienes y servicios de EEUU a China. También tiene el propósito de dar mayor seguridad a las empresas que operan en el gigante asiático, protegiendo mejor su propiedad intelectual y abriendo más mercados chinos, especialmente en servicios financieros.
El acuerdo, que consta de ocho partes, se presenta como un alto el fuego en una guerra comercial que ya lleva casi dos años. Esta disputa ha sacudido los mercados a nivel mundial y ha reducido el crecimiento global.
El presidente de EEUU, Donal Trump y el principal negociador comercial de China, Liu He, firmaron este acuerdo inicial en presencia de la prensa. Al evento asistió gran parte del gabinete de Trump, además de líderes de medios y negocios, incluidos Stephen Schwarzman y Ajay Banga, presidente de Blackstone y de Mastercard, respectivamente.
Ofertas de ambas partes
Como condición para que Pekín firme el acuerdo, Estados Unidos acordó reducir los aranceles de 120 mil millones de dólares en productos chinos a la mitad y renunciar a otros aranceles planificados.
Una serie de problemas difíciles, que han sido el centro de la batalla comercial, incluidos los subsidios chinos a las empresas nacionales y el comportamiento de las empresas estatales chinas, fueron postergados para venideras rondas de conversaciones, que no se espera que concluyan hasta después de la elección presidencial estadounidense, en noviembre próximo.
El presidente Trump, en declaraciones a una sala este llena en la Casa Blanca el miércoles, calificó el acuerdo como «un paso trascendental, uno que nunca antes se había tomado con China, hacia un futuro de comercio justo y recíproco». Dijo que planeaba visitar China «en un futuro no muy lejano» y reunirse con el líder chino Xi Jinping, a quien llamó «un muy, muy buen amigo mío».
LIVE: POTUS Signs the Phase One Trade Agreement! https://t.co/teqGqjdgeZ
— The White House 45 Archived (@WhiteHouse45) January 15, 2020
El «mejor» acuerdo de todos
En declaraciones a los periodistas en la Casa Blanca, el Asesor Económico Nacional, Larry Kudlow, calificó el acuerdo inicial como el mejor trato realizado por las dos naciones. También dijo que no hay entendimiento con China sobre futuras reducciones arancelarias, y agregó que Pekín ya había visto un alivio significativo.
El acuerdo exige que China aumente sus compras de bienes de EEUU. También demanda que detenga la práctica de obligar a las empresas extranjeras a transferir tecnología. Además, le obliga a que deje de manipular su moneda para que sus exportaciones sean más baratas.
Estados Unidos ya eliminó su designación de China como manipulador de divisas. Además, y en virtud del acuerdo comercial, está suspendiendo los planes de agregar nuevos aranceles a productos chinos por valor de miles de millones de dólares. Al mismo tiempo, reduce a la mitad los aranceles de aproximadamente 110 mil millones de dólares en productos chinos.
Los aranceles de EEUU se mantendrán vigentes para alrededor de 360 mil millones de dólares en importaciones procedentes de China.
El acuerdo tampoco aborda los subsidios de China a las empresas estatales. Es probable que este tema se debata en la próxima fase de las conversaciones comerciales.
No se esperan negociaciones adicionales en el corto plazo.
China-U.S. phase-one economic and trade agreement is in line with World Trade Organization rules, says Chinese Vice Premier Liu He, adding that the agreement is not directed at nor will it affect the lawful rights and interests of any third party pic.twitter.com/l55lbFk5OY
— China Xinhua News (@XHNews) January 15, 2020
Sin abordar los problemas centrales
«Creo que ambas partes están razonablemente contentas con este compromiso a pesar de que realmente no aborda los problemas centrales», dijo Edward Alden, miembro del Consejo de Relaciones Exteriores, citado por la Voz de América.
Dijo que el acuerdo inicial equivale a un «modesto beneficio mutuo para ambas partes», con China obteniendo un aplazamiento de la guerra comercial que ha perjudicado su crecimiento económico y la administración Trump, dejando de lado un problema importante hasta después de su campaña de reelección.
Trump hizo campaña para abordar lo que vio como prácticas comerciales injustas de China, acusando al país de «violar» a Estados Unidos y perpetuar «el mayor robo en la historia del mundo».
La disputa comercial ha perjudicado a la agricultura, la manufactura y otros sectores de la economía estadounidense. Además, la incertidumbre que ha generado ha preocupado a los líderes empresariales.
El acuerdo comercial, si se mantiene, podría ser un gran impulso político para Trump en un año electoral cuando puede argumentar que su postura dura con China ha valido la pena. Los mercados bursátiles estadounidenses alcanzaron nuevos máximos históricos antes de la firma.
▶️ U.S. President Donald Trump and Chinese Vice Premier Liu He signed a trade agreement at the White House.
👉 China Boosts US Purchases in Phase 1 of New Trade Dealhttps://t.co/bXp0ThXmjR pic.twitter.com/5kBDDupxaN
— Voice of America (@VOANews) January 15, 2020
Pasos siguientes
Las disposiciones del acuerdo inicial están sujetas a un mecanismo de aplicación que requiere varias rondas de consultas. Si alguna de las partes considera que ha habido incumplimiento del acuerdo podría tomar «medidas correctivas de manera proporcional».
Ello quiere decir que podría reimponer las tarifas. Es algo que ya el Secretario del Tesoro de los Estados Unidos, Steven Mnuchin, había dejado entrever en declaraciones a la prensa en los días previos a la firma.
Pero los requisitos de buena fe y proporcionalidad le dan a China mucho espacio para actuar. En lugar de tomar represalias con los aranceles, el acuerdo dice que la parte cuyas acciones llevaron a la queja podría retirarse del acuerdo.
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