China y Estados Unidos se preparan para firmar un acuerdo comercial de fase 1, este miércoles. Sin embargo, persisten las dudas sobre si todos los detalles del documento se darán a conocer públicamente. También está por verse si Pekín podrá satisfacer las elevadas demandas de compra de productos estadounidenses.
Funcionarios de alto rango de la administración Trump han insistido en que los detalles del acuerdo estarán disponibles.
No obstante, el representante comercial de Estados Unidos, Robert Lighthizer, dijo que algunos aspectos el convenio no se harán públicos, incluidos los objetivos específicos para las compras de productos chinos, a fin de evitar la manipulación del mercado.
En los últimos días, el tema energético en general -y el petrolero en particular-, ha aparecido en torno a cómo sería alcanzar este acuerdo Fase 1. Las implicaciones van más allá de lo financiero y tocan el trasfondo político, al escalar las tensiones entre EEUU e Irán.
Un impulso a la economía
El acuerdo comercial de fase 1 será firmado por el presidente de Estados Unidos, Donald Trump, y el viceprimer ministro de China, Liu He, en la Casa Blanca.
Desde que la Oficina del Representante Comercial de EEUU publicó su hoja de datos de la fase uno en diciembre, los economistas han debatido si China podría satisfacer las demandas de compra de Washington.
De lograrse el acuerdo, se duplicarían efectivamente las importaciones chinas de bienes estadounidenses, que fueron de alrededor de 188 mil millones de dólares en 2017.
Si Pekín volviera a los niveles de 2017 y agregara 200 mil millones de dólares, compraría 576 mil millones de dólares en bienes y servicios estadounidenses durante dos años. El salto asombroso es teóricamente alcanzable, dado que el valor total de las importaciones de China, solo en 2017 fue de 1,84 billones de dólares.
El sector energético
Las ventas de energía también son una prioridad para EEUU y, a primera vista, el sector tiene espacio para crecer. Las exportaciones estadounidenses de crudo y derivados, en el período de julio a octubre de 2019, fueron aproximadamente la mitad de lo que fueron en el mismo período en 2017.
Los analistas estiman que las empresas energéticas estadounidenses están ansiosas por revivir las exportaciones de petróleo y gas natural licuado a China, ya que los proveedores de otros países como el GNL australiano o el petróleo ruso han capitalizado la disputa comercial.
Por su parte, China está ávida de diversificar su fuente de energía, altamente dependiente del volátil Medio Oriente. Sin embargo, en Pekín hay preocupación de que Trump pueda usar el suministro de energía con un fin político.
El acuerdo fase 1 podría obligar a China a tomar algunas medidas tranquilizadoras para mostrar su determinación a terminar la guerra comercial.
Eso significa que, bajo las presiones de Estados Unidos y para consolidar el acuerdo, China probablemente podría reducir o inclusive poner fin a sus importaciones de petróleo de Irán.
Sin embargo, China ha resistido esas presiones, hasta ahora. A pesar de las amenazas de Estados Unidos y la imposición de sanciones a las compañías petroleras chinas que se ocupan del crudo iraní, el país ha seguido importando petróleo de la República Islámica.
El domingo, el secretario del Tesoro de Estados Unidos, Steven Mnuchin, dijo a la cadena Fox News que Washington «está trabajando en estrecha colaboración con China para que suspenda por completo las importaciones de petróleo crudo iraní».
Joined @MariaBartiromo on @SundayFutures to discuss #Iran sanctions, China Phase One Agreement, USMCA and the strength of the U.S. economy! 🇺🇸 pic.twitter.com/eps0FShIVN
— Steven Mnuchin (@stevenmnuchin1) January 12, 2020
Apertura del sector petrolero
China abrirá sus brazos para las compañías extranjeras de petróleo y gas, y para las E&P privadas locales, dijo el Ministerio de Recursos Naturales de ese país a los medios de comunicación, según citó la Red de Televisión Global de China.
La medida «estimulará la vitalidad del mercado», dijeron los medios.
No obstante, habrá ciertos límites sobre quién tendrá acceso a los depósitos de petróleo y gas de China. Según el Ministerio de Recursos Naturales, estas serán empresas con activos netos por un valor no menor de 43 millones de dólares.
China ha estado buscando activamente formas de impulsar la producción nacional de petróleo y gas natural para aliviar su dependencia de las importaciones. Sin embargo, esto ha resultado difícil depender solo de los gigantes energéticos de propiedad estatal.
China's 2019 #crudeoil imports grow 9.5% to 10.2 mil b/d despite Dec dip | https://t.co/IOD8DuePVN pic.twitter.com/o3kHoPutNd
— Commodity Insights Oil (@SPGCIOil) January 14, 2020
Mayores compras en energía
China ha prometido comprar casi 80.000 millones de dólares adicionales de productos manufacturados de Estados Unidos en los próximos dos años. A ese monto se sumarían más de 50.000 millones de dólares en suministros de energía. Así lo informó la agencia Reuters, citando a una fuente informada sobre el acuerdo.
La agencia destacó que, según la fuente, Pekín también impulsaría las compras de servicios de EEUU en unos 35.000 millones de dólares durante el mismo período de dos años. Con ello, reforzaría un sector que ya disfruta de un enorme superávit comercial con China.
Para más información ingrese a Cambio16
Lea también:
China-EEUU: Se acerca el acuerdo comercial “fase uno” mientras el mundo observa
China-EEUU: Se acerca el acuerdo comercial «fase uno» mientras el mundo observa