La primera ministra británica, Theresa May, prometió el domingo llevar una votación sobre su acuerdo de Brexit al parlamento el 12 de marzo. Ésta es la más reciente demora en sus intentos de obtener la aprobación para un plan que alivie la salida de Gran Bretaña de la Unión Europea.
Faltan sólo 33 días para que ese país quede fuera del bloque. May dijo que no habría un voto sobre el acuerdo esta semana porque su equipo tuvo más reuniones en Bruselas. La funcionaria busca asegurar los cambios que los legisladores dicen que necesitan para aprobarlo.
Éste es el último retraso después de que su acuerdo fuera estrepitosamente derrotado el mes pasado por 230 diputados. Allí sufrió la mayor derrota parlamentaria en la historia británica. Esta situación evidencia la dificultad de May para encontrar una manera de ratificar el acuerdo de Brexit.
May busca apoyo de la Unión Europea
La primera ministra asistió a una cumbre UE-Liga Árabe, en Egipto. Allí intentará ganar el respaldo de los líderes del bloque para asegurar los cambios. Busca así aliviar la creciente frustración en Europa por el estancamiento político en Gran Bretaña sobre un acuerdo de Brexit. Este convenio se selló con Londres en noviembre.
En su camino a Egipto, May dijo que tras las reuniones en Bruselas para garantizar cambios en el acuerdo, descartaron el llamado «voto significativo», previsto esta semana.
«No traeremos un voto significativo al parlamento esta semana, pero nos aseguraremos de que eso suceda para el 12 de marzo». Así lo declaró May a periodistas a bordo de su avión.
«Todavía está a nuestro alcance dejar la Unión Europea con un acuerdo el 29 de marzo y eso es para lo que estamos trabajando».
Insisten lograr un acuerdo de Brexit
May y sus ministros han intensificado las reuniones en Bruselas. Buscan asegurar cambios en el llamado «respaldo». Esta opción es una póliza de seguro para evitar el retorno de una frontera dura y un posible foco de violencia entre la Irlanda del Norte británica y la Irlanda de la UE.
May quiere que la UE vuelva a abrir el acuerdo de divorcio, o el acuerdo de retirada. Con ello trata de satisfacer las demandas de los partidarios del Brexit y otros legisladores. Éstos parlamentarios temen que el respaldo pueda atrapar a Gran Bretaña en la unión aduanera del bloque por tiempo indefinido.
Hasta ahora, los funcionarios de la UE han mostrado poca inclinación a reabrir el acuerdo de noviembre. En cambio, han sugerido una aclaratoria legal de la naturaleza temporal del respaldo. Así buscan apaciguar a quienes creen que Bruselas ha construido una trampa para Londres.
May tendrá que regresar al parlamento esta semana, independientemente de si se vota o no su acuerdo revisado. Además, dijo que haría una declaración en el parlamento el martes. Ésta será seguida de una votación sobre los próximos pasos, al día siguiente.
Aún no está claro qué «moción» propondrá su gobierno. Sin embargo, se espera que los legisladores intenten influir en la estrategia de May votando por cambios. Ello incluso para descartar un Brexit sin acuerdo o presionar por una extensión del Artículo 50. Ésta es una medida que desencadenó dos años de conversaciones sobre la salida.
Pero podría enfrentar renuncias en su propio gabinete de ministros principales si no descarta irse sin acuerdo de Brexit.
«Lo que hemos visto alrededor de la mesa del gabinete, en el partido y en el país en general son opiniones firmes sobre el tema de Europa. Eso no es una sorpresa para nadie», dijo May.
Laboristas apoyarían un segundo referéndum
El Partido Laborista de la oposición británica se está acercando más a apoyar un segundo referéndum sobre el Brexit y podría hacerlo incluso esta semana. Así lo dijeron el domingo varios de sus principales legisladores.
El líder sindical Jeremy Corbyn se ha adherido a la tesis de los laboristas para mantener la opción de un segundo referéndum «sobre la mesa». Esto si el gobierno de May no logra un acuerdo de Brexit con Bruselas, que pueda resolver el callejón sin salida en el parlamento, prefiriendo una nueva elección o una propuesta propia.
El portavoz de finanzas los laboristas, John McDonnell, hizo comentarios similares en una entrevista con BBC Radio. Mientras, que el portavoz de comercio del partido, Barry Gardiner, dijo a Sky News que la idea de una segunda votación sería importante como «red de seguridad». Esto en la medida en que Gran Bretaña se acercaba más a la salida sin un acuerdo.
Sin embargo, dijo que cualquier votación popular no podría incluir el acuerdo de May como una de las opciones, ya que «no era creíble».
La posibilidad de celebrar un segundo referéndum plantea un dilema para Corbyn. Muchos de los miembros del partido respaldan fervientemente el llamado voto popular. Otros solo quieren que Gran Bretaña se vaya lo antes posible.
El laborista Wilson dijo al periódico The Sunday Times que también mantuvo conversaciones con algunos de los ministros de May para obtener su eventual respaldo para una segunda enmienda al referéndum.
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