Por Juan E. Ballesteros
1/5/2017
El número de trabajadores españoles que cobra un salario de menos de 1.000 euros al mes se ha incrementado de forma continuada en los últimos ocho años, desde que empezó la crisis económica, hasta el punto de que uno de cada tres trabajadores vive bajo el umbral de la pobreza, según se desprende de un informe realizado por los técnicos del Ministerio de Hacienda (Gestha) con motivo del 1 de mayo, Día del Trabajo.
Según los últimos datos estadísticos disponibles, en el año 2015 el 47% de los trabajadores, un total de 8.160.172 personas, se consideraban mileuristas. Al principio de la crisis, el sueldo de 1.000 euros era considerado un salario basura, pero en la actualidad, la mayoría de los desempleados o los que tienen un sueldo inferior a esta cifra aspiran al calificativo de mileurista.
Un 34,4% de los trabajadores, casi seis millones, se encuentran en riesgo de pobreza al percibir un sueldo por debajo del Salario Mínimo Interprofesional (SMI), un salario anual de 9.080,40 euros en el año 2015. En ese año, el umbral de riesgo de pobreza se situaba en 8.010,90 euros anuales en hogares unipersonales y de 16.823 euros anuales en hogares compuestos por dos adultos y dos menores. La situación se agrava cuando en el hogar solo existe un salario y no se cuenta con más ingresos familiares.
La recuperación económica y las mejores perspectivas para el consumo, así como los beneficios empresariales en los dos últimos años, no se ha trasladado a los salarios más precarios. La crisis no ha tenido impacto en menos del 1% de los trabajadores españoles, que ingresan más que los 5 millones con ingresos más bajos.
En los dos últimos años el número de estos trabajadores con sueldos más altos ha aumentado hasta las 136.502 personas, el 0,8% del total de 17.349.558 asalariados. Para los técnicos de Hacienda, la situación retributiva de los trabajadores precarizados es injusta si se tiene en cuenta que estos 136.502 directivos ingresan exactamente lo mismo que los 5.754.174 de trabajadores con sueldos más bajos, el 96,5% de los 5.960.597 trabajadores con sueldos por debajo del SMI.
Desde el año 2007, la desigualdad salarial se ha incrementado un 3,8%. Por contra, la igualdad salarial ha retrocedido hasta situarse en niveles del año 2005, previos a la crisis económica. La desigualdad salarial se recortó hasta 2007, empeoró en los peores años de la crisis en 2008 y 2009, y mejoró nuevamente entre 2010 y 2012, para iniciar en 2013 una senda negativa hacia una mayor desigualdad.