Los europarlamentarios de la Unión Europea respaldaron un recorte de las emisiones de CO2 en camiones nuevos de al menos 35 por ciento para 2030.
Durante la sesión del miércoles, los legisladores europeos coincidieron en que deben regularse las emisiones de dióxido de carbono que emiten los camiones. De aprobarse definitivamente, se trataría de la primera vez que se impone un límite a los vehículos pesados con la intención de combatir el calentamiento global.
«Tenemos que actuar para hacer frente a las crecientes emisiones de CO2 de los vehículos pesados. Sin acción, estas representarían casi el 25 por ciento de las emisiones del transporte por carretera», dijo a la asamblea el comisario europeo para el clima, Miguel Arias Cañete, antes de la votación.
El recorte de las emisiones de CO2 en camiones nuevos fue aprobado por el Parlamento Europeo con 373 votos a favor y 285 en contra. De implementarse, establecería objetivos de reducción más estrictos desde los niveles de 2019 que el recorte del 30 por ciento para 2030 que maneja la Comisión Europea.
«El Parlamento está enviando una clara señal de que va en serio con la reducción de las emisiones de CO2 en el sector del transporte», dijo Bas Eickhout, el diputado de los Verdes responsable de llevar la propuesta al Parlamento.
Para que se implemente, los 28 gobiernos que conforman el bloque deben ponerse de acuerdo sobrela ley final. Por este motivo, se realizarán conversaciones entre los ministros de medio ambiente el 20 de diciembre. No obstante, se esperan difíciles negociaciones por las negativas que pueden presentar naciones con industrias grandes en el sector automotriz, como Alemania.
Recorte de las emisiones de CO2 en camiones
Los objetivos establecidos por el Europarlamento darían lugar a los primeros parámetros de reducción de emisiones para camiones en la Unión Europea. Hasta el momento, estos vehículos no cuentan con ningún tipo de límite o restricción y aportan casi una cuarta parte de las emisiones provenientes del sector transporte en el bloque.
Para los demás coches la situación es distinta. La Unión Europea ha instado a los gobiernos de los países que componen el bloque, a tomar acción para limitar las emisiones de los vehículos menos eficientes.
En España, los vehículos comunes se rigen por una norma de homologación que establece restricciones según la eficiencia que posea el motor y cuán contaminante sea.
Para determinar la cantidad de emisiones que produce un coche y si está o no autorizado para circular en ciertas vías, se utiliza un test de medición de consumo y emisiones de CO2, denominado WLTP, por sus siglas en inglés.
Conductores que no se adapten a estas exigencias, deberán pagar impuestos de matriculación. Se teme que estas políticas afecten de forma negativa la industria automotriz, y consigo, miles de puestos laborales en Europa.
Algunas empresas importantes de la industria han hecho propuestas como modificar componentes de los vehículos más antiguos para reducir las emisiones y adaptarlos a las nuevas especificaciones. Sin embargo, la medida más efectiva de desligarse de una posible multa es mediante la compra de un coche eléctrico, que no emite ningún gas contaminante. Aunque también existen las alternativas de los vehículos nuevos, con mayor eficiencia, o los híbridos. Sin embargo, esta podría dejar de ser una opción dentro de un futuro no tan lejano.
Fin de los vehículos combustibles
Un recorte de las emisiones de CO2 en camiones no es el único factor que alerta a la industria automotriz europea. Diversos países europeos empiezan a considerar prohibiciones para la circulación de vehículos que funcionen con combustión interna. Es decir, tanto de gasolina, como diésel e incluso híbridos.
Esta semana se conoció que España propondrá restringir estos vehículos a partir de 2040, a través de la publicación de un borrador de un documento que aportaría a la ley de cambio climático, aún en creación.
La noticia, de inmediato hizo eco en voceros políticos que rechazaron las intenciones del presidente de Gobierno, Pedro Sánchez. Uno de ellos fue el presidente del Partido Popular (PP), Pablo Casado, al argumentar que una medida de esta magnitud generaría «más inseguridad jurídica en el sector del automóvil y pondrá en riesgo más de 200.000 empleos».
La nueva ley que pretende instaurar Sánchez, tendrá que pasar por un parlamento en donde cuenta con un apoyo muy reducido, por lo que las posibilidades de su aprobación no son las más altas.
Otros Estados sí dieron luz verde a la prohibición de vehículos convencionales. Francia y Reino Unido fijaron la fecha en 2040, Escocia en 2032 y Dinamarca en 2030.
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