Por Cambio16 | Efe
18/05/2016
El presidente de Venezuela, Nicolás Maduro, ha denunciado una «brutal» campaña política y mediática contra su Gobierno desde España y ha instado a los «estúpidos oligarcas» a preocuparse por los «problemas» españoles. «¿O es que España es un paraíso?», ha preguntado. Es más, ha afirmado: «Me lanzo a las elecciones del 26 de junio en España y gano, porque me sacan en la prensa, en la televisión, es una obsesión».
«Sobre Venezuela se está montando un escenario de violencia para justificar una intervención extranjera de carácter militar, creen que ha llegado el momento, creen que ha llegado el momento después del golpe de Estado en Brasil, y toda esta campaña internacional desvela planes», dijo Maduro en rueda de prensa.
El mandatario venezolano ha denunciado que, en el caso de España, la «avalancha de ataques» es «brutal». En este sentido, ha afirmado que los medios españoles tienen una «obsesión» con el Gobierno del país sudamericano y ha alertado de una supuesta connivencia entre «estúpidos oligarcas» y la oposición venezolana.
«¿Es que España no tiene problemas? (…) ¿O es que España es un paraíso?», ha preguntado Maduro, que incluso ha ironizado con la posibilidad de presentarse a unas elecciones al otro lado del Atlántico.
Desde el palacio presidencial de Miraflores, el gobernante señaló que «toda esta campaña tiene un centro, tiene un eje» que estaría operando entre Madrid, Miami y Washington.
El Parlamento rechaza el estado de excepción
El Parlamento venezolano ha rechazado «por inconstitucional» el decreto de «estado de excepción y emergencia económica» que emitió el presidente Nicolás Maduro el viernes pasado para hacer frente a supuestas amenazas de golpe de Estado.
«Es un decreto que desconoce la Constitución y, lo más doloroso, desconoce el dolor de la familia venezolana», dijo el diputado opositor Julio Borges en la sesión.
El decreto, publicado la víspera en la Gaceta Oficial, permite «dictar medidas y ejecutar planes especiales de seguridad pública que garanticen el sostenimiento del orden público ante acciones desestabilizadoras», entre otros aspectos.
Borges, líder de la mayoritaria bancada opositora, criticó en la norma no establezca atender el desabastecimiento, la inseguridad y otros problemas que, señaló, afectan a los ciudadanos, y consideró que, al contrario de lo que espera la alianza chavista, los agravará.
A su juicio, «lo único que le interesa» al presidente Maduro es «perpetuarse en el poder», pero, advirtió, «el pueblo venezolano lo va a revocar a través del voto».
El presidente de la Asamblea Nacional, Henry Ramos Allup, consideró que «este Gobierno está en una situación muy comprometida, muy frágil y muy endeble y tiene que hacer mano de un disparate como este (…) para tratar de simular que tiene fuerza para mantenerse en el poder».
A su juicio, Maduro «está en situación de desespero» y no aplica la Constitución «por decreto, que es una norma de rango sublegal».
Por su parte, el diputado chavista Elías Jaua acusó a la mayoritaria bancada opositora de legislar sin pueblo, e indicó que con el decreto Maduro está evitando una «guerra civil» que, dijo, la oposición y «el imperialismo» promueven.
«Este decreto de estado de excepción es para proteger a los venezolanos, para garantizar el derecho a la vida que tienen los venezolanos», señaló.
El decreto, oficializado el lunes, es una norma con la que Maduro pretende hacer frente a supuestas amenazas de golpe de Estado que se fraguan desde Estados Unidos, según aseguró recientemente, con la ayuda de la oposición venezolana y el apoyo del ex presidente colombiano Álvaro Uribe.