Por Cambio16
22/02/2017
La vida puede haber evolucionado en al menos tres planetas en un sistema solar recientemente descubierto y que se encuentra a tan solo 39 años luz de la Tierra, ha anunciado este miércoles la NASA en una rueda de prensa convocada de manera repentina el pasado lunes.
Los científicos han descubierto al menos siete planetas del tamaño de la Tierra que orbitan alrededor de la estrella enana fría conocida como TRAPPIST-1. Los seis planetas interiores se encuentran en una zona templada donde las temperaturas de la superficie varían de cero a 100 grados Celsius.
«El descubrimiento de múltiples planetas rocosos con temperaturas de superficie que permiten la presencia de agua líquida hacen de este sorprendente sistema un futuro objetivo en la búsqueda de vida», declaró el astrónomo británico Chris Copperwheat.
Ningún otro sistema estelar conocido contiene un número tan grande de planetas del tamaño de la Tierra y probablemente rocosos, señalan los científicos.
El sistema, a tan solo 40 años luz de la Tierra, incluye siete planetas de masa similar al nuestro. Los seis planetas más cercanos a la estrella, probablemente rocosos, pueden tener una temperatura en la superficie de entre 0 y 100 grados, el rango en el que puede haber agua líquida, y tres de ellos están en la llamada «zona habitable», por lo que son candidatos especialmente prometedores para albergar vida.
Los cuerpos recién descubiertos giran en órbitas planas y ordenadas alrededor de TRAPPIST-1, una estrella enana ultrafría con un brillo cerca de mil veces menor al del Sol.
El autor principal del estudio, Michaël Gillon, del Instituto STAR en la Universidad de Lieja (Bélgica) se mostró encantado con los resultados: «Se trata de un sistema planetario sorprendente, no sólo porque hayamos encontrado tantos planetas, ¡sino porque son todos asombrosamente similares en tamaño a la Tierra!«.
El nuevo sistema es relevante para los científicos por su cercanía a la Tierra en términos astronómicos y porque es el primero que cuenta con siete planetas de un tamaño similar al nuestro, así como por el reducido tamaño de su estrella, una particularidad que simplificará el estudio del clima y la atmósfera de esos mundos.
Los siete planetas son 80 veces mayores respecto a TRAPPIST-1 que la Tierra respecto al Sol, por lo que bloquean una gran cantidad de luz cuanto transitan por delante de la estrella. Eso facilita a los investigadores la tarea de identificar sus componentes químicos por medio de técnicas de fotometría.
«Hemos buscado una estrella muy pequeña, al contrario que otros grupos de astrónomos. Eso hace que los planetas aparezcan magnificados», explicó Amaury Triaud, investigador de la Universidad de Cambridge (Reino Unido).
Tras una primera fase de «reconocimiento», los científicos planean ahora iniciar «observaciones detalladas para estudiar el clima y la composición química de los cuerpos, con el objetivo de determinar si hay vida en ellos».
«En unos años sabremos mucho más sobre estos planetas y esperamos saber si hay vida en el plazo de una década», afirmó Triaud.