Italia logró reducir su objetivo de déficit para el próximo año. Así lo afirmó este viernes el vice primer ministro Luigi Di Maio. Sin embargo, el funcionario admitió que el crecimiento económico del país podría ser menor que el previsto. Los anuncios fueron hecho en el marco de la cumbre de líderes de la Unión Europea (UE) que se realiza en Bruselas.
El gobierno de Roma, buscaba evitar que la UE tomara medidas disciplinarias con respecto a sus expansivos presupuestos para 2019. Pero la tarea debía llevarse a cabo sin darle la espalda a las promesas que hizo a los votantes italianos.
La Comisión Europea rechazó los presupuestos del gobierno italiano para 2019, por prever un déficit ubicado en el 2,4% del PIB. El miércoles, Roma rebajó su previsión al 2,04%, tras una serie de conversaciones con Bruselas.
El primer ministro Giuseppe Conte dijo el miércoles a la Comisión Europea que reduciría el objetivo de déficit del próximo año del 2,4 por ciento al 2,04 por ciento del Producto Interior Bruto (PIB). Ello provocó una rápida caída del rendimiento de los bonos italianos.
Satisfacción en el gobierno italiano
«Nos alegra poder reducir el déficit», dijo Di Maio, que lidera el Movimiento 5 Estrellas, que gobierna en coalición con La Liga desde junio.
El nuevo objetivo podría ser la base de un acuerdo para evitar un procedimiento disciplinario por parte de la Comisión Europea. Así lo informó Pierre Moscovici, Comisario Europeo de Asuntos Económicos.
Di Maio destacó que la meta de crecimiento económico del 1,5 por ciento para 2019, puede ser alcanzada. Aún así, admitió la posibilidad de que el objetivo no sea cumplido. La causa sería la desaceleración de la última parte de este año, originada principalmente por las exportaciones.
El PIB cayó un 0,1 por ciento en el tercer trimestre. A raíz de este comportamiento, la mayoría de los economistas esperan una expansión inferior al uno por ciento.
Se necesitarán cerca de 7.000 millones de euros (7.940 millones de dólares) de ahorros para lograr el objetivo de un déficit más bajo. Di Maio explicó detalló de dónde vendrán algunos de ellos.
Aseguró que la propuesta llamada «renta de la ciudadanía», costará en torno a 1.300 millones de euros menos de lo fijado en el presupuesto. Ello se debe a que entrará en vigor en marzo, en lugar de en enero.
Se ahorrarán más de 2.000 millones de euros. Esto es posible ya que el plan que permite la jubilación anticipada también evitará que las personas tengan más de una pensión o cobren una pensión mientras trabajan, dijo. Las ventas de bienes inmuebles de propiedad estatal y los recortes a las pensiones públicas más altas también se traducirán en ahorros.
Francia en la mira
A diferencia de Italia, el caso de Francia preocupa a la Comisión Europea. El presidente galo, Emmanuel Macron, ha defendido sus propuestas para calmar las protestas de los «chalecos amarillos». El mandatario anunció el lunes una serie de medidas, que incluyen un aumento de 100 euros del salario mínimo. También propone la anulación de un nuevo impuesto para los jubilados con pensiones bajas. Además, exonera de impuestos y contribuciones sociales a las horas extraordinarias.
Las iniciativas buscan dar fin al clima de violencia generado por la reciente ola de protestas en Francia. Son manifestaciones producto del rechazo al programa económico que lleva a adelante la administración Macron.
Sin embargo, estas iniciativas conllevan un mayor gasto fiscal. El déficit público podría llegar al 3,4% del PIB. El indicador superaría así en cuatro décimas el límite fijado por las reglas europeas del Pacto de Estabilidad y Crecimiento (PEC). Este tope se ubica en 3% del PIB de déficit nacional.
En respuesta a esta preocupación, el jefe de Estado galo aseguró que su propuesta «no afecta en modo alguno» a su voluntad de «controlar» el gasto y de mantener el «marco de reformas».
Adicionalmente, el mandatario justificó su decisión ante esta «cólera» que recorre «Europa con el voto a los extremos, con el Brexit».
Francia presentó un 2,7% del PIB de déficit en 2017. El ejecutivo comunitario estimó en noviembre que Francia registraría un 2,6% en 2018 y un 2,8% en 2019. La autoridad anunció el martes que seguirá «de cerca» los anuncios de París.
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