Por Cambio16
20/04/2017
Los Reyes Felipe VI y Letizia presidieron el solemne acto en el que el escritor español Eduardo Mendoza recibió el máximo reconocimiento que se concede a la labor creadora de escritores españoles e hispanoamericanos.
En su discurso, Felipe VI destacó de Eduardo Mendoza, a partir del talento y la excelencia que caracteriza su obra, que “es un verdadero artesano del lenguaje, al cual usa como una herramienta de precisión que se ajusta a los diferentes registros idiomáticos que definen a los personajes de su obra. De esta forma llega a ser un maestro en el manejo del idioma para acercarnos a diversas realidades, desde la de los diferentes grupos marginales a la de las clases altas, en diferentes épocas y en diferentes lugares; e incluso llega a recurrir a las más variopintas jergas profesionales. Mendoza ha llegado a definirse como “un relojero de las frases”. Ya lo decía Juan Ramón Jiménez: “quien escribe como se habla irá más lejos en lo porvenir que quien escribe como se escribe”.
Por su parte, durante su discurso de agradecimiento, Mendoza señaló que un premio de esta importancia, tanto por lo que representa como por las personas que lo han recibido a lo largo de los años «no es fácil de asimilar adecuadamente, sin orgullo ni modestia. No peco de insincero al decir que nunca esperé recibirlo. En mis escritos he practicado con reincidencia el género humorístico y estaba convencido de que eso me pondría a salvo de muchas responsabilidades. Ya veo que me equivoqué. Quiero pensar que al premiarme a mí, el jurado ha querido premiar este género, el del humor, que ha dado nombres tan ilustres a la literatura española, pero que a menudo y de un modo tácito se considera un género menor. Yo no lo veo así. Y aunque fuera un género menor, igualmente habría que buscar y reconocer en él la excelencia».
Tras hacer un repaso por los motivos de su creación y su influencia cervantina, el barcelonés agradeció el reconocimiento señalando tajantemente que «para los que tratamos de crear algo, el enemigo es la vanidad. La vanidad es una forma de llegar a necio dando un rodeo. Es un peligro que no debería existir: mal puede ser vanidoso el que a solas va escribiendo una palabra tras otra, con mimo y con afán y con la esperanza de que al final algo parezca tener sentido. La tecnología ha cambiado el soporte de la famosa página en blanco, pero no ha eliminado el terror que suscita ni el esfuerzo que hace falta para acometerla (…) Y aquí termino, repitiendo lo que dije al principio. Que recojo este premio con profunda gratitud y alegría, y que seguiré siendo el que siempre he sido: Eduardo Mendoza, de profesión, sus labores».
El Premio «Miguel de Cervantes» es el máximo reconocimiento a la labor creadora de escritores españoles e hispanoamericanos. Este galardón, que concede el Ministerio de Educación, Cultura y Deporte, rinde anualmente público testimonio de admiración a la figura de un escritor que, con el conjunto de su obra, haya contribuido a enriquecer de forma notable del patrimonio literario en lengua española.
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