La economía global se desacelerará en el venidero año 2019 y luego se estabilizará. Así lo aseguró este jueves el Banco Central Europeo (BCE).
«De cara al futuro, se prevé que la actividad de la economía global se desacelere en 2019 y se mantenga estable a partir de entonces«, afirmó el BCE en su boletín económico. Prevé igualmente que los precios subirán.
Se preparan los inversores
«Se espera que las presiones inflacionarias globales aumenten lentamente en la medida que disminuya la capacidad ociosa», agregó el banco.
Los inversores se están preparando para una desaceleración de la economía global. Principalmente debido a los costos de endeudamiento más altos para deudores en dólares y las tensiones comerciales entre Estados Unidos y China.
El BCE publicó las previsiones en su habitual boletín económico. El organismo financiero respaldó estas expectativas. Sin embargo, avizora que existen «presiones inflacionarias» tanto en la economía global como en la zona euro.
El boletín hace referencia a la decisión en su reunión de política monetaria de diciembre de poner fin a su programa de compras de bonos por 2,6 mil millones de euros (US$2,96 mil millones). Pero señala que seguirá reinvirtiendo los recursos económicos que recibe de vencimientos de deuda por un largo tiempo después de su primera alza de tasas.
Previsión sobre alza de los precios en la zona euro
La decisión fue criticada por algunos voceros financieros que la calificaron como inoportuna. Esto debido al debilitamiento de la economía global. Pero el BCE, cuyo único objetivo es lograr su meta de inflación, reafirmó su confianza en que los precios subyacentes seguirán subiendo en la zona euro.
El organismo prevé que la inflación subyacente subirá gradualmente en el mediano plazo. Precisa que esto podrá ocurrir gracias a su respaldo a las medidas de política en materia monetaria. Y que también puede ser el resultado de la expansión económica continua. E igualmente como producto del incremento de los salarios, afirmó en su informe.
Los riesgos de las disputas comerciales
El BCE previene que la maduración del ciclo de la economía global, el menor respaldo de las políticas monetarias en las economías avanzadas y el impacto de los aranceles entre Estados Unidos y China, frenarán la actividad global.
Alerta que «los riesgos para la actividad de la economía global están sesgados a la baja». Y advierte que una nueva escalada de las disputas comerciales «podría lastrar de forma significativa” el crecimiento de la economía global.
Adiciona que otros riesgos a la baja para el crecimiento tienen relación con un endurecimiento más rápido de lo esperado de las condiciones financieras a escala global. En su análisis cree que esto puede generar mayores tensiones en las economías emergentes. E incluso incertidumbre sobre el proceso de reformas en China. Alerta además sobre las fluctuaciones políticas y geopolíticas, entre ellas las asociadas al “Brexit” para la economía global.
A la luz de las proyecciones macroeconómicas, el crecimiento mundial del PIB real (excluida la zona euro) se situará en el 3,8% este año, antes de reducirse al 3,5% en 2019. En el período 2020-2021 se mantendrá prácticamente estable.
En el caso de la zona euro, los últimos datos y los resultados de encuestas más recientes sobre la economía global indican una evolución más débil de lo previsto. Esto como consecuencia de la menor contribución de la demanda externa y de ciertos factores relacionados con países y sectores específicos.
De este modo, la entidad empeoró en su pronóstico de crecimiento para la eurozona en 2018 y 2019. Prevé una expansión del 1,9% y del 1,7%, respectivamente, ajustando una décima a la baja sus anteriores previsiones. Mientras, para 2020, decidió mantener sin cambios su pronóstico de crecimiento en el 1,7%. Y proyectó una expansión del 1,5% en el 2021
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