Por Cambio16
30/07/2018
La economía española se desaceleró en el trimestre abril junio de 2018, al expandirse a una tasa de 0,6 % del Producto Interior Bruto (PIB). El indicador evidencia una décima menos en comparación con el ritmo que mantuvo durante los tres trimestres precedentes.
De acuerdo con el reporte del Instituto Nacional de Estadística (INE), el primer resultado sobre el desempeño de la economía en España durante el gobierno del socialista Pedro Sánchez, revela que hubo un menor dinamismo del consumo y de la inversión en construcción.
La entidad registra, sin embargo, una mayor aportación de capital procedente del sector corporativo, señala un reporte de la agencia EFE.
El Instituto Nacional de Estadística (INE) comunicó el avance del PIB, que deberá confirmar el próximo 28 de septiembre. Las cifras preliminares sitúan el avance trimestral una décima por debajo del previsto por el Banco de España en su boletín económico del pasado 27 de junio.
Si la cifra del PIB español se compara en términos interanuales, la desaceleración es más pronuciada Y es tan así, que el crecimiento de 2,7% frente a los resultados del mismo período del año pasado es tres décimas inferior al comportamiento anualizado del trimestre precedente.
La expanción interanual del Producto se sustenta en una mayor demanda agregada nacional, que aportó 2,9 puntos del PIB, ya la demanda exterior restó 0,2 puntos.
El empleo aumentó el 0,8 % en tasa trimestral, tres décimas superior al alza del trimestre precedente. Mientras que en tasa interanual moderó una décima su crecimiento, hasta el 2,5 %, lo que supone un incremento neto de aproximadamente 448.000 puestos de trabajo equivalentes a tiempo completo en un año, indica EFE.
El consumo de los hogares se moderó cinco décimas (hasta el 0,2 %) un comportamiento a la baja que también experimentaron las instituciones sin ánimo de lucro (1,3 puntos, hasta el 0,6 %). Mientras que las Administraciones aumentaron su nivel de gasto (dos décimas más hasta el 0,7%).
Por su parte, la inversión mejoró 1,8 puntos (hasta el 2,6 %) empujada por la inversión empresarial, que pasó de caer el 1,6 % a dispararse al 5,5 %, mientras que la construcción se moderó 1,3 puntos hasta el 1,1 %.
La economía española se desaceleró y bajan las exportaciones
En cuanto a la demanda exterior, las exportaciones disminuyeron el 1 %, frente al alza del 1,3 % del trimestre precedente. Y las importaciones cayeron el 0,3 %, frente al aumento también del 1,3 %.
Respecto al año anterior, sólo la inversión dinamizó el crecimiento, al subir el 5,6 %, impulsada por la inversión empresarial; y en menor medida, por la construcción. Entretanto, el consumo se moderó cuatro décimas hasta 2,2%, lastrado por los hogares y las instituciones sin ánimo de lucro.
Las exportaciones de bienes y servicios moderaron dos puntos su ritmo, hasta crecer 1,2 %. Se estima que fue producto del empeoramiento de las ventas al exterior de bienes y de servicios, así como del gasto de los no residentes.
La economía española se desaceleró y destaca en ello la moderación del crecimiento de las importaciones, siete décimas hasta el 2,1 %, por las menores compras al exterior de bienes; en tanto que aceleran las de servicios y disminuye el gasto de residentes en el resto del mundo.
Por el lado de la oferta, tanto el sector primario como la construcción y la industria registraron un comportamiento mejor que en el trimestre precedente, mientras que se redujo el de los servicios.
La evolución del empleo sólo fue mejor en el sector de la construcción respecto al trimestre precedente. Mientras que empeoró en la agricultura, la industria y los servicios, sobre todo, en las actividades financieras y de seguros.
La tasa anual de las horas efectivamente trabajadas subió el 2,7 %. Mientras el crecimiento de la productividad aparente por hora trabajada se mantuvo.
Pese a que la economía española se desaceleró, la remuneración de los asalariados mejoró cuatro décimas tras crecer 4% anual. El resultado se razona como una consecuencia del aumento del número de empleados (3,2 %); y del alza de la remuneración media (0,7 %). La variación anual del coste laboral unitario creció el 0,6 %, una décima por debajo del deflactor implícito del PIB (0,7 %).
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