Por Cambio16
El presidente de la Generalitat, Artur Mas, ha asumido ante el juez toda la responsabilidad en la organización del 9N, como «único promotor político» de la consulta, pero ha alegado que finalmente su «ejecución» quedó en manos de voluntarios sin que ninguna autoridad del Estado la impidiera.
Mas ha declarado durante algo más de una hora ante el juez del Tribunal Superior de Justicia de Cataluña (TSJC) Joan Manel Abril, que le ha imputado por organizar la consulta alternativa del 9N, en un interrogatorio en el que se ha negado a contestar las preguntas de la Fiscalía, como hicieron la consellera de Enseñanza, Irene Rigau, y la exvicepresidenta Joana Ortega.
Tras avisar de que no iba a contestar al ministerio público por entender que la querella es una «imposición» de la Fiscalía General del Estado en contra del criterio de los fiscales del TSJC, Mas ha iniciado su declaración con un discurso de unos diez minutos en que se ha declarado único responsable de la organización del 9N, una consulta que en su opinión obedecía al «mandato» del Parlament y que era «el hito fundamental de la legislatura».
El presidente de la Generalitat ha pedido al juez que no busque a otros responsables de la organización del 9N entre sus subalternos en la administración, porque se considera responsable único del proceso participativo, de la misma forma que fue «corresponsable» junto a los miembros del Govern de paralizar la primera consulta que suspendió el Tribunal Constitucional.
No obstante, Mas ha asegurado que el 4 de noviembre, en que el Constitucional suspendió la consulta alternativa, había acabado ya la actividad de apoyo logístico de la Generalitat a la votación y su ejecución quedó exclusivamente en manos de voluntarios, aunque con los medios prestados por la administración.
Arropado
Mas acudió este jueves al Palacio de Justicia de Barcelona para declarar como imputado por el 9N ante el TSJC acompañado de unos 400 alcaldes, dirigentes independentistas, consellers y arropado, además, por unas 2.500 ciudadanos, según los Mossos, que gritaban «independencia».
Mas caminó un largo recorrido por la avenida Lluís Companys y al llegar a las escaleras del Tribunal Superior de Justicia de Catalunya (TSC) subió los peldaños solo ante los aplausos de las 3.000 personas congregadas en su apoyo, en un momento en el que se negocia su investidura para renovar al frente de la Generalitat.
Esta protesta, más amplia que la del martes pasado durante la declaración de la exvicepresidenta Joana Ortega y la consellera Irene Rigau, se produce después de que el TSJC opinase que las manifestaciones de apoyo a los imputados por el 9N son un «ataque directo y sin paliativos a la independencia judicial» y un cuestionamiento que es «aún más inadmisible» cuando es diseñado por representantes públicos.
Entre los ciudadanos congregados se podían ver pancartas con el lema «me autoinculpo», así como banderas ‘estelades’ y han aplaudido a Mas cuando éste se ha dado la vuelta al final de las escaleras de entrada del TSJC para saludar, con los cuatro dedos alzados de la mano derecha -símbolo de la ‘senyera’- a los manifestantes que le han apoyado, y que coreaban «independencia» y «fuera, fuera, fuera, la justicia española».
Entre los dirigentes que arroparon a Mas destacó la presencia de unos 400 alcaldes catalanes -Cataluña tienen 948 municipios-, y dirigentes independentistas como Raül Romeva (JxS), Oriol Junqueras (ERC) y Antonio Baños (CUP).
Cuando entró Mas en el Palacio de Justicia (foto), los manifestantes han cantado el himno catalán (Els Segadors) y L’Estaca. Antes se habían escuchado fuertes abucheos dirigidos al abogado de Manos Limpias, entidad que forma parte de la acusación particular contra Mas en el 9N.
Los delitos de los que se le acusa
Mas, como Ortega y Rigau, declara ante el TSJC imputado a raíz de la querella que presentó la Fiscalía por la consulta alternativa del 9N, en que se les acusa de los delitos de desobediencia, prevaricación, malversación y usurpación de funciones.
Antes de llegar al TSJC, Artur Mas homenajeó a primera hora de la mañana al expresidente de la Generalitat Lluís Companys en el lugar donde fue fusilado hace 75 años en el Fossar de Santa Eulàlia del Castillo de Montjuïc en Barcelona.
Acompañado de la alcaldesa de la ciudad, Ada Colau, y la presidenta del Parlament, Núria de Gispert, Mas realizó la ofrenda floral ante el monolito dedicado al expresidente de la Generalitat, en el lugar donde fue ejecutado por un pelotón de fusilamiento franquista.
Precisamente anoche, la consellera de Gobernación y dirigente de CDC comparó la situación de Mas con el juicio «sumarísimo» de Companys en un acto en homenaje al president fusilado en el Centro Cultural El Born.