El Tribunal Superior de Inglaterra y Gales descartó como «absurdo» el argumento de que a las compañías de petróleo y gas se les «paga para contaminar» bajo el régimen fiscal del Reino Unido. Con esta decisión han resultado derrotados los intentos de los activistas de usar los tribunales para bloquear la producción de petróleo en ese país. El Reino Unido produjo más de 1 millón de barriles de petróleo por día en 2020, alrededor del 1% del total mundial. Circunstancia expansiva que ha sido cuestionada por un pequeño grupo de ambientalistas.
La Autoridad de Petróleo y Gas (OGA, en inglés) es una empresa estatutaria cuyo único accionista es el Secretario de Estado. Regula la recuperación de petróleo y es responsable de la toma de decisiones sobre licencias y aprobaciones. Administra una estrategia aprobada por el parlamento y debe implementarse por ley.
La estrategia de la OGA es la “maximización de la recuperación económica para el Reino Unido». Los términos de la estrategia han sido cuestionados por tres personas preocupadas por la crisis climática.
Los abogados de los activistas argumentaron que el regulador no tuvo en cuenta las exenciones fiscales del gobierno para el sector del petróleo y el gas. Además del contexto más amplio del cambio climático al decidir qué era «económico».
La jueza del tribunal superior Sara Cockerill no estuvo de acuerdo. En su fallo, dijo que no era trabajo del tribunal interpretar lo que el parlamento quería decir con «maximizar la recuperación económica».
Agregó que “el Parlamento podría haber utilizado un lenguaje claro y específico si tuviera la intención de exigir a la OGA que evaluara los ‘flujos de ingresos’. O la ‘posición fiscal real’ como alegan los demandantes. Y no lo hizo”, recoge Climate Home News.
Petróleo y gas en el Reino Unido
Los activistas habían argumentado que la producción de petróleo y gas cuesta dinero a los contribuyentes del Reino Unido. Las compañías petroleras son pagadas por el gobierno cuando el precio del petróleo cae y dejan de obtener tantas ganancias. También reciben exenciones fiscales por el costo del desmantelamiento de las plataformas petrolíferas. Un gasto que se espera que aumente a medida que el mundo reduce su dependencia del petróleo. Pero la juez Cockerill insistió en que el argumento legal de los activistas era un «enfoque forzado y sin sentido».
Asimismo argumentó que los “flujos de impuestos negativos”, cuando el contribuyente paga más de lo que recibe, solo ocurrían en ciertos años cuando el precio del petróleo era bajo. Centrarse en los costos del desmantelamiento «es ignorar las entradas que han ocurrido… ese claramente no es un enfoque razonable», afirmó.
Al comentar la sentencia, los demandantes señalaron que “hoy, el tribunal superior falló en nuestra contra. Pero aceptó que la OGA del Reino Unido puede ignorar los miles de millones de libras en dinero público que respaldan a las compañías de petróleo y gas, al decidir si aprobar o no la extracción de petróleo y gas”.
Las comparaciones con otros regímenes fiscales no se discutieron en los tribunales. Sin embargo, según un informe del exdirector de la compañía petrolera Juan Carlos Boué, el régimen fiscal del petróleo del Reino Unido es mucho más generoso con los productores de petróleo que países vecinos como Dinamarca, los Países Bajos y Noruega.
Posible apelación de los demandantes
Al defender su régimen fiscal en los tribunales, el abogado del gobierno, Richard Turney, sostuvo que la extracción de petróleo y gas era un negocio riesgoso. Y que el régimen fiscal del Reino Unido debe lograr un «delicado equilibrio» entre obtener dinero y alentar a los perforadores de petróleo a venir a ese país.
La OGA dijo en un comunicado: “Damos la bienvenida a la sentencia. Seguimos firmemente enfocados en regular e influir en las industrias de almacenamiento de petróleo, gas y carbono para asegurar el suministro de energía. Y apoyar la transición a cero neto”.
Los demandantes dijeron que «consultarían” con su equipo legal sobre los próximos pasos “y la posibilidad de una apelación».
Los activistas demandantes son: Jeremy Cox (65 años) es jubilado, anteriormente trabajó en la industria petrolera downstream y luego como consultor de gestión de proyectos. Mikaela Loach (23 años) es estudiante de medicina en la Universidad de Edimburgo. Y Kairin van Sweeden (54 años), miembro del Partido Nacional Escocés.