Solo una iniciativa de entendimiento común es indispensable para una transición política en paz que consolide la democracia. Y salva a los países en crisis.
Esa fue al menos la experiencia inédita en Túnez, en 2011, y la que otras naciones en conflicto, como Venezuela, persiguen.
“El país estaba en peligro. Era imperativo salvarlo uniéndonos en torno al interés nacional”, afirma Houcine Abassi, el profesor de primera y dirigente sindical, que convirtió al país más pequeño del Magreb –parte occidental del mundo árabe- en ejemplo de transiciones políticas en el mundo.
Por su labor de hacer transitar a Túnez con éxito por los escarpados caminos del entendimiento nacional, recibió en 2015 el Premio Nobel de la Paz. Integró el Cuarteto para el Diálogo Nacional Tunesino, también reconocido.
#MondayMotivation #FairnessAward Winner Houcine Abassi's reaction to @NobelPrize: Proof dialogue can bring #peace. pic.twitter.com/KVAsb4ZHl1
— The Global Fairness Initiative (@globalfairness) February 22, 2016
También por eso Túnez podrá realizar sus primeras elecciones parlamentarias y presidenciales entre septiembre y diciembre de 2019, después de la dictadura atroz de Zine el Abidine Ben Ali, de más de 20 años.
“Por más difíciles que sean los conflictos sociopolíticos debe haber soluciones acordadas. Sin intervenciones extranjeras. Solo se necesita una nueva iniciativa y anteponer los intereses del país”, dijo Abassi en una conferencia que dio en Caracas, Venezuela, donde permanecerá hasta este sábado.
AW conference pays tribute to #Tunisia @NobelPrize winner Houcine Abassi #WeAreITF @UGTT_TN @UGT_Comunica #NobelPrize @ituc @iloarabstates pic.twitter.com/soUttGKgw4
— International Transport Workers' Federation (ITF) (@ITFglobalunion) February 14, 2017
Fue invitado por la organización Reacin que promueve la cultura de la paz y la convivencia, para iniciar contactos con los actores políticos venezolanos y procurar una solución a la severa crisis política, económica y social.
Antes del entendimiento
El caso de Túnez no es aplicable a todos los países, advierte Abassi. «Tampoco fue un camino de rosas». Y relata, asistido por una traductora, la situación política de su país y la labor compleja que debió realizar.
Como secretario general de la Unión General Tunecina del Trabajo (UGTT), central única, enfrentó la dispersión de la Asamblea Constituyente, constituida un año antes «por acuerdo moral». Había un gobierno interino tras el fin de la dictadura de un cuarto de siglo de Ben Ali, presionado por la ola de protestas ciudadanas.
«Lamentablemente, el poder cambia a la gente y aquel acuerdo no se culminó», dice Abassi. Entonces inició el camino hacia la transición democrática, ante el progresivo deterioro de gobernabilidad ocasionado por las contradicciones de los tres principales partidos que ejercían el poder y la creciente violencia política de radicales.
Asesinaron a dos líderes políticos tunecinos en 2013, los cuales se sumaron a más de 20 muertos de las protestas. La UGTT llamó a una huelga general contra la crisis, la violencia política inédita en su historia y el terrorismo”. Esto le valió a Abassi amenazas y la condena a muerte por los extremistas salafistas.
Clave: escuchar para convencer
El dirigente tunecino, en previsión a la ruptura del proceso de transición, convocó a los partidos a un “diálogo nacional” el 29 de julio. El llamado contó con el apoyo de uno de los tres partidos. «Presionamos a los otros dos y negociamos hasta que los persuadimos», recuerda.
Al final los tres partidos fueron convencidos por Abassi, a quien se le reconoce gran capacidad de escuchar.
Houcine Abassi heads #Tunisia's biggest labor union. He has some concerns about the economy: https://t.co/Y9Tl4iSCQy pic.twitter.com/zMkIjs89SD
— U.S. Institute of Peace (@USIP) November 16, 2015
También respaldaron el entendimiento otras organizaciones de la sociedad civil, preocupadas por la crisis del momento.
La iniciativa se basó en cuatro puntos: Acelerar la elaboración de la Constitución, conformar un consejo electoral independiente y autónomo, reeditar la ley electoral y formar el gobierno de transición.
El propósito fue llevar al país a elecciones parlamentarias confiables y se logró. Las presidenciales se realizarán por primera vez en casi 30 años, en diciembre de 2019. «Nuestra labor fue muy compleja».
Sin intervenciones
«El diálogo tuvo éxito porque dejamos de lado las intervenciones extranjeras», asegura Abassi.
«Las intervenciones nunca han dado resultado porque esto es un proceso interno, y en Túnez estamos conscientes de eso», prosigue.
Abassi fue también activo en la persuasión de las representaciones diplomáticas en su país, que querían intervenir en la transición. Conversó con los embajadores de la Unión Europea y estos comprendieron la posición de los tunecinos.
«Somos un país abierto al mundo y tenemos buenas relaciones internacionales; podemos conversar con los gobiernos, necesitamos apoyo económico, pero no intervinieron en el diálogo y tuvimos éxito. Los países ahora nos apoyan».
Advirtió que cada proceso de entendimiento es distinto y no resuelve todos los problemas. El objetivo es resolver la crisis política; el gobierno de transición debe resolver el resto. «No podemos abrir todas las ventajas. Si lo hacemos dificultaremos el camino para el diálogo«.
Durante su exposición, el Premio Nobel de la Paz se cuidó de no hablar de la crisis política de Venezuela. Estuvo acompañado por el jurista venezolano Pedro Nikken, ex presidente de la Corte Interamericana de Derechos Humanos.
Este jueves en la tarde se reunió con el presidente de la AN, Juan Guaidó, presidente interino reconocido por más de 50 países y la OEA, y a las 6:00 pm con Nicolás Maduro.
Para más información ingresa a Cambio16
Lea también: Murió presidente de Túnez en medio de ataques de la violencia política
Murió presidente de Túnez en medio de ataques de la violencia política
,