Para el ministro de Fomento en funciones, José Luis Ábalos, el capitán del barco humanitario Open Arms «no tiene capacidad jurídica» para pedir asilo para los 31 menores rescatados en el Mediterráneo.
El alto funcionario destacó que no le parece bien «que se comprometa la reputación de España» en materia de salvamento. Afirmó que nuestro país está comprometido con los valores de la solidaridad. En este sentido, recordó los 806 rescates de personas que se han realizado este mes de agosto y los más de 50.000 el pasado año.
Estas declaraciones se producen luego de que el capitán de la embarcación hiciera la solicitud de asilo para los menores este lunes, ante la Embajada Española en Malta.
«El capitán del barco no tiene esa capacidad ni esa potestad, no le corresponde poder ejercer esa función, entiendo que para seguir manteniendo la cuestión viva puede ser un argumento, pero no tiene esa capacidad jurídica”. Con estas palabras, José Luis Ábalos fijó posición en cuanto al caso de los menores a bordo del Opep Arms.
La petición del Open Arms
La ONG española solicitó formalmente a la Embajada española en Malta que dé asilo a los 31 menores que se encuentran en el barco.
La nave permanece en aguas internacionales frente a la isla de Lampedusa a la espera de un puerto seguro.
El encargado de hacer la solicitud fue el capitán de la embarcación, Marc Reig. En una misiva, destaca que los 31 menores «cumplen las condiciones para ser reconocidos como refugiados«.
Adicionalmente, informó que esta situación ya se puso en conocimiento del Tribunal de Menores y de la Procuraduría de Menores de Palermo. Hasta ahora, no han obtenido respuesta.
Ábalos responde a Open Arms
El ministro aseguró que el Open Arms no ha pedido dirigirse a un puerto español. A su juicio, las acciones emprendidas por el capitán de la embarcación constituyen una forma de “presionar al Gobierno de Italia para que cumpla esa labor humanitaria».
«A nosotros no nos ha pedido ningún puerto para desembarcar, no nos había comprometido al Gobierno español hasta ahora», afirmó.
«Nos irrita profundamente y nos desagrada ver la situación tan inhumana que están viviendo estos refugiados o migrantes salvados en el mar, pero hay que dimensionar el problema porque esta acción puntual no es el problema, sino las corrientes migratorias importantes», agregó.
«El derecho del mar, el derecho internacional exige que un salvamento se practique en el primer puerto cercano y seguro, y sin duda le corresponde a Italia y si hubiera sido a España, lo haríamos».
Ábalos recordó que el barco Open Arms «tiene bandera española» y que ha practicado rescates, aunque «no tenía despacho para ello».
Petición al gobierno de España
El fundador de Open Arms, Óscar Camps, ha acusado al presidente del Gobierno español en funciones, Pedro Sánchez, de permanecer «de perfil» ante esta dramática situación.
Así mismo, Camps ha expresado su frustración por la falta de soluciones para los migrantes rescatados.
«Estoy indignado porque no están haciendo nada y se olvidan además que este pabellón es español», señaló.
El gobierno español, por su parte, ha insistido en que la responsabilidad en este caso recae en Italia.
«El barco debería acudir al puerto más cercano a su alcance para que las personas que se encuentran en situación de vulnerabilidad puedan ser atendidas para que no sufran consecuencias irremediables e Italia y todos los países deben respetar la legalidad». Así lo destacó la ministra de Hacienda, María Jesús Montero.
Una crítica situación
Mientras tanto, la situación, no sólo en el Open Arms, sino en el otro barco sumado al rescate de los migrantes, el Ocean Viking, es cada vez es más frágil.
La ONG española ha afirmado que los 151 migrantes están «en condiciones de hacinamiento» y físicamente «exhaustos».
Voceros de la organización explicaron que se trata de una embarcación «con limitaciones», de solo 37 metros de eslora. Aseguran que la nave no está preparada para acoger a tantas personas juntas durante tanto tiempo.
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