Alrededor de 11.500 personas, entre migrantes y refugiados, han quedado desprotegidas y a la intemperie en la isla griega de Lesbos, luego de varios incendios que consumieron las instalaciones del campamento de Moria. Lesbos es el campo de refugiados más poblado de Europa. Recibe cientos de barcas neumáticas con personas de Afganistán, Siria, Congo, Irak. Vienen desde la costa turca huyendo de la guerra y del hambre.
La suerte no les acompaña. Antes de los incendios, debieron enfrentar el riesgo de la travesía. Luego el hacinamiento y las condiciones de vida hostiles del campamento de Moria. Ahora el maltrato y el olvido.
En la actualidad, duermen a la intemperie, en calles y playas, tras los siniestros. El incendio inicial que estalló el martes en la noche causó grandes daños a los refugios y zonas comunes para solicitantes de asilo. Los del miércoles y el jueves destruyeron la casi totalidad de Moria y el campo conocido como Olivar.
Si bien no se han reportado víctimas, los incendios han dejado sin refugio a unos 11.500 solicitantes de asilo. Entre ellos 2.200 mujeres y 4.000 niños. En el resto se observan personas vulnerables, niños pequeños, embarazadas, personas mayores y otras con discapacidad.
Refugiados en Lesbos, la tragedia de los incendios
El campamento fue puesto en cuarentena la semana pasada después de que un migrante diera positivo en una prueba de coronavirus. Actualmente, hay 35 casos confirmados.
El alcalde de Moria, Yiannis Mastroyiannis, indicó que el incendio comenzó después de que un grupo de 35 personas, que resultaron positivas, se negó a que fueran trasladadas a un centro de aislamiento. Y surgieron conatos de violencia entre los propios migrantes. El alcalde dijo que algunos de ellos comenzaron a provocar incendios.
Marco Sandrone, coordinador del proyecto de Lesbos de Médicos Sin Fronteras, dijo que es difícil saber qué fue lo que causó las llamas. Añadió que «era una bomba de tiempo que finalmente explotó». «Han mantenido a esas personas en ese lugar en condiciones inhumanas durante años», denunció.
El campo de refugiados de Lesbos, la tercera isla más grande de Grecia, para unas 2.000 personas, pero llegó a albergar a más de 11.000. En Moria entran en confluencia los intereses geopolíticos de Turquía, que aloja 3,6 millones de refugiados sirios, y los de la Unión Europea, centrados en contener los flujos de personas. Es el tema más visceral del debate público en cada país.
Como si fueran pocos los padecimientos de estos migrantes y refugiados, el fuego acabó con la casi totalidad de las precarias instalaciones. Estas personas debían hacer colas para ir al baño, para comer, para tener acceso a implementos básicos. Ahora no tienen nada. Están a la intemperie.
Comunidad Europea prepara nueva estrategia
El primer ministro de Grecia, Kyriakos Mitsotakis, mantuvo una reunión con el vicepresidente de la Comisión Europea, Margaritis Schoinas, que habló de la necesidad de una «nueva y ambiciosa política de inmigración y asilo».
Mitsotakis aseguró que «el Gobierno se ha movido muy rápido y se ha puesto en marcha una instalación temporal para atender a los refugiados y migrantes que ya no pueden ser alojados en Moria».
«La tragedia debe servir para que todos en Europa se den cuenta de que este problema no puede ser gestionado por los países anfitriones solos», afirmó.
Schoinas manifestó que Europa no puede fallar dos veces en un asunto tan importante. La Comisión Europea prepara una nueva propuesta para la política migratoria, en medio de la catástrofe del campo griego de Moria. «Hay que lograr un mecanismo duradero y eficaz, indicó Schoinas al anunciar con el titular alemán del Interior, Horst Seehofer, la presentación de su nuevo plan para el 30 de septiembre.
El nuevo pacto será «como una casa de tres pisos. El primero tendrá una dimensión externa muy fuerte. El segundo, un sistema robusto de gestión de las fronteras exteriores.Y, el tercero, un sistema basado en la solidaridad sostenible y eficaz», dijo
Sobre la actual situación, no pudo ocultar su dramatismo: «Hace seis meses Moria tenía 25.000 refugiados y ahora hay 12.000. Tenía 1.200 menores no acompañados y ahora no tiene ninguno. Hemos tomado medidas de precaución para proteger a los más débiles y hemos previsto procedimientos para los casos positivos de COVID-19. Pronto llegará un gran barco que albergará a unas 1.600 personas con financiación de la Unión Europea. Trabajamos en todos los frentes para una respuesta inmediata. Espero que la reubicación fuera de Grecia de 400 menores no acompañados sea posible. Es un primer paso de solidaridad práctica.
A la intemperie, sin agua y sin comida, duermen donde los coja la noche
Un primer paso de la ONU fue habilitar un campamento. El Ministerio de Inmigración y Asilo de Gracia, el Alto Comisionado de las Naciones Unidas para los Refugiados y la Organización Internacional para las Migraciones acordaron el establecimiento de un campamento temporal muy cerca del campo de tiro de Kara Tepe, en una zona que pertenece al Estado griego y que utiliza Ministerio de Defensa Nacional para maniobras militares. Funcionarios y soldados de las Fuerzas Armadas de Gracia levantan tiendas de campaña para 3.000 de los refugiados que vivían en el campamento incendiado de Moria.
Mientras, miles de refugiados caminan desde Moria hasta la entrada de la ciudad de Mitilene. Han inundado la calle y las fincas circundantes, cementerios o patios comerciales que han montado campamentos improvisados. En condiciones muy difíciles, se distribuyen alimentos y agua. Algunos conductores ofrecen llevar a los refugiados, pero no todos están de acuerdo.
En un comunicado, el alcalde de Mitilene, Stratis Kytelis, manifstó su oposición a la creación del campamento temporal de Kara Tepe. Alega que no fueron escuchados «las propuestas del municipio para la descongestión y expulsión de refugiados y migrantes de las zonas residenciales y de la isla, que también contaban con el consentimiento del diputado local y segundo vicepresidente del parlamento».
Kytelis anunció que hará todo o posible para cancelar la instalación de campamento. «La decisión se opone directamente a la defensa nacional de nuestro país, pero también a la salud pública de la capital de nuestra isla», aseveró
Lee también: