Si bien las erupciones volcánicas son fenómenos inevitables, también son una de las muestras más aterradoras de todo lo que podría salir mal con la naturaleza. El volcán de Cumbre Vieja, en La Palma, islas Canarias, lleva casi dos meses emitiendo gases tóxicos como el dióxido de azufre y otros metales nocivos como el mercurio, plomo y arsénico, los cuales empeoran cada vez más la calidad del aire. Ahora, los nuevos datos del índice de calidad del aire del Gobierno de Canarias han registrado concentraciones de SO2 extremadamente desfavorables, al mismo tiempo que ha habido un incremento notable de la sismicidad y la emisión de ceniza.
El director técnico del Plan de Emergencias Volcánicas de Canarias (Pevolca), Rubén Fernández, dijo que la emisión de dióxido de azufre ha provocado «niveles de gases muy tóxicos» en las zonas de Las Manchas y Puerto Naos que ha obligado a evacuar a las personas que trabajan en las desaladoras. Solo el martes, el volcán arrojó entre 2.000 y 3.000 toneladas de SO2 que si bien son valores altos son inferiores a los de los pasados días y lejos de las más de 50.000 toneladas registradas el 23 de septiembre. Lo más grave es que las partículas en suspensión son inferiores a 10 micras.
En los últimos días, la energía de la erupción ha mostrado una tendencia descendente. Sin embargo, los expertos aseguran que esto no quiere decir que acabará pronto, por lo menos no a corto plazo. Desde el Pevolca admiten que el volcán está en un proceso más estable y con un nivel más bajo de actividad, pero debe seguir decreciendo mucho más.
Aumentan los temblores y terremotos
Pero una de las variables, el tremor, sí ha experimentado un ligero repunte en el último día. La portavoz de Pevolca, María José Blanco, dijo que en las últimas 24 horas ha incrementado la amplitud y ha alcanzado un nivel medio. «El nivel de sismicidad parece indicar que se producirán más sismos sentidos. Podrían alcanzar intensidades V-VI y originar pequeños derrumbes en zonas de pendiente», añadió. Por otro lado, la deformación no registra cambios y desde comienzos de noviembre se observa una notable disminución de la deflación regional.
Solo el miércoles, La Palma registró 300 terremotos, pero habían pasado 2 semanas en las que el número de sismos estuvo por debajo de 100 diarios. La nueva cifra de esta semana supera el máximo observado desde la erupción en el 24 de octubre.
Mucha ceniza en la erupción de La Palma
En cuanto a la alta emisión de ceniza, los científicos prevén que traerá problemas en los vuelos. El viento se mueva hacia el oeste y este giro provocará que la nube de cenizas y dióxido de azufre giren hacia el este. Por tanto, a partir de la madrugada del jueves al viernes el ambiente será desfavorable para la operatividad aeronáutica, sobre todo en el aeropuerto de La Palma. Por la situación se adoptaron restricciones en los accesos a la zona. Igualmente, la Consejería de Educación analiza si es prudente continuar las clases presenciales en los colegios de cinco municipios.
Los científicos han advertido de que probablemente la próxima semana se aproximará a Canarias una borrasca atlántica que podría incrementar la inestabilidad atmosférica en el área.
Una nueva colada acumula gran cantidad de lava
En las últimas horas, el Instituto Volcanológico de Canarias (Involcan) detectó una nueva colada que desciende entra las montañas de Los Llanos y Todoque, lugar en el que se ha concentrado la mayor cantidad de lava. El avance de las coladas se ha detectado mayoritariamente en la 1, la primigenia, la 2, la que formó el segundo delta lávico sobre la playa de Los Guirres, y la 9, la que ha avanzado sobre la fajana que creó la erupción del volcán San Juan en 1949.
La superficie afectada por el magma es de 1.037 hectáreas, con un aumento 2,84 hectáreas en las últimas horas. Se mantiene la anchura máxima entre coladas en unos 3.200 metros. El sistema por satélite Copernicus muestra que las infraestructuras dañadas por el magma son 2.734, de las que 111 son edificaciones en riesgo.
De igual forma, los expertos han pedido a los vecinos de las zonas afectadas que extremen las medidas de seguridad al limpiar la ceniza de techos y azoteas. «Sólo debe efectuarse en las que son transitables y para los tejados que no lo son, se debe contactar con los ayuntamientos para valorar la intervención de los servicios de emergencias», insisten.
El interés por el cristal de olivino
Hace una semana, el Involcan compartió en las redes sociales muestras de cristal de olivino que la erupción del volcán de La Palma ha expulsado. Ahora, se le considera una «joya volcánica» y ha despertado el interés de muchos. Este material cristaliza a unos 70 kilómetros de profundidad, en el manto superior, y a unos 900 grados centígrados. Es el primer mineral que se cristaliza cuando el magma se enfría, de allí su valor e importancia.
El olvino es un material considerado como parte del patrimonio geológico de las Islas Canarias, por lo que está prohibido retirarlas de su entorno natural. Y es que durante mucho tiempo esta piedra semipreciosa fue catalogada como un enigma para la Geología y la Mineralogía, sobre todo en lo que a su formación se refiere. Algunos incluso piensan que ver con el origen de la vida en la Tierra.
Aunque es difícil estimar su precio, el olivino tiene un valor de entre los 50 y 500 euros el quilate, pero todo depende de la pureza de la piedra. Así como su color y transparencia. «Cuanto más vivo sea el verde oliva, más cara será la pieza de olivino», aseguran los expertos en joyería con piedras volcánicas.