En el alumbramiento de la Constitución de España, en 1978, se alinearon muchos factores inéditos que impulsaron ese texto fundamental. Un amplio consenso de las fuerzas políticas y la voluntad del pueblo ansioso de democracia e instituciones sólidas dieron el empuje. Hoy, al celebrarse su 43 aniversario, surgen muchas opiniones que aúpan una reforma y, otras que piden su cabal cumplimiento sin dilaciones.
La carta magna naciente era la primera que se redactaba como tal desde la republicana de 1931 y también la que instauró un Estado social de derecho. Cada 6 de diciembre se recuerda y se celebra en las Cortes Generales, el día en que la sociedad española votó sí en el referéndum.
El debate sobre su perfectibilidad es constante. El líder del PP, Pablo Casado, no es partidario de una reforma. Dijo que la rechaza porque lejos de reeditarse un consenso como el logrado en 1978, ve un «desafío a la gobernabilidad incluso por parte del propio Gobierno». Y considera que el presidente, Pedro Sánchez, es quien más la ha atacado.
El presidente de los populares manifestó que la Constitución no es el problema, sino la «solución a todos los problemas que tiene ahora España. El mejor homenaje hacia el pasado es que tomemos las riendas del presente y nos hagamos dueños del futuro”.
Asimismo se mostró contrario a un «revisionismo casi suicida» y llamó a defender «todos juntos» la Carta Magna «con un proyecto en el que quepamos todos» y del que salgan los «radicales». Mientras, Isabel Díaz Ayuso dijo que la “Comunidad de Madrid está al servicio de España y de sus instituciones. De los símbolos del Estado, de la Corona y la unidad de españoles de izquierda a derecha”, tras destacar que estos han sido 43 años de paz, prosperidad, igualdad y libertad.
La Constitución de España: democracia, instituciones, derechos
El presidente del Gobierno pidió «cuidar» la Constitución de España. Pues «costó mucho conseguirla, después de un tiempo infame, de una dictadura muy prolongada durante años en nuestro país». Pedro Sánchez afirmó que este Ordenamiento trajo derechos, libertades, concordia y también convivencia donde antes había odio y había tiranía.
Insistió durante los actos, en hacerla cumplir «de pe a pa», con «todos los artículos, del primero al último». Así, ha destacado que la ley de leyes trajo al país «derechos y libertades, donde había dictadura; concordia y convivencia, donde antes había odio y tiranía. Y pertenencia a la Unión Europea donde antes había ostracismo y aislamiento».
Entretanto, Unidas Podemos -socios del gobierno- no ha ido en la misma dirección que el presidente. Calificaron la Constitución de «traje viejo» que debe renovarse llamando al voto a la sociedad española con vistas a lograr un Estado federal y republicano.
Además de consagrar el «feminismo», el cuidado al medio ambiente y garantizar los derechos sociales, recogió La Sexta. El presidente del grupo parlamentario, Jaumen Asens, admitió que la correlación de fuerzas parlamentarias a favor de una reforma es «desfavorable». Por tanto, indicó que si «la calle no presiona», esa voluntad de actualización «no será posible». En su opinión las constituciones que no se pueden actualizar, están «condenadas a morir».
Por otra parte, la presidenta del Congreso propuso «evitar convertir el debate político en un constante reproche de inconstitucionalidad». Señaló Meritxell Batet que «quién discute el cumplimiento de la Constitución, por buenas que piense que son sus razones, pretende situarse por encima de ella». Además, dijo desde las escaleras exteriores de la Cámara Baja que «el constituyente acertó en la necesidad de profundizar en el desarrollo de la pluralidad de partidos políticos, articulados en acuerdos y normas».
Voces en el Día de la Constitución de España
El presidente de Vox, Santiago Abascal, ha puesto en cuestión los homenajes a la Constitución de España por parte del PSOE y del PP. A su juicio son «una auténtica burla» y «un espectáculo cómico», ya que sólo representan lo que llama «el consenso progre».
«El Gobierno que ha pisoteado la Constitución, y la ‘oposición’ que lo apoyó y con la que se han repartido los jueces del TC, harán homenajes que ya son una auténtica burla. El consenso constitucional ha sido sustituido por el consenso progre», afirmó.
Durante los actos, Inés Arrimadas participó en el acto del Congreso «para celebrar la democracia, la libertad». Comentó la presidenta de Ciudadanos que «es un regalo para mi generación gracias a nuestros padres y abuelos. Es un día para reivindicar los valores constitucionales y dar las gracias a los españoles por esta norma de convivencia».
A la vez, refirió que «los socios de Sánchez no están aquí porque quieren atacar la Constitución. No es una novedad que haya partidos que ataquen la Constitución, sino que lo haga los socios del Gobierno». Los partidos independentistas nunca participan en esta jornada, agregó.
Mientras tanto, el presidente del Tribunal Constitucional, Pedro González-Trevijano, reconoció «muchas razones para conmemorar y celebrar la Constitución de 1978. La Constitución tutela de forma generosa los derechos y libertades de los ciudadanos».
Respecto a si es el momento para una reforma constitucional comentó que «la inteligencia política consiste en el equilibrio entre la prevalencia de los valores fundamentales en la Constitución» y su modernización. Sostuvo que para instar a un proceso de reforma constitucional es positivo que se dé un contexto previo de «distensión política. El Tribunal Constitucional resolverá en tiempo y forma las recusaciones presentadas», dijo en relación a las medidas adoptadas por algunos dirigentes independentistas.
Distención política y lealtad constitucional
Seis exmagistrados consultados por El País expresaron que el paso de los 43 años de la Constitución de España ha permitido observar deficiencias en su texto. Sobre todo en el título VIII, que se refiere a la organización territorial del Estado. Para el expresidente del tribunal Pascual Sala, este es el problema principal que afronta la Carta Magna.
“Cualquier cambio constitucional de cierta enjundia”, dijo Adela Asúa, exvicepresidenta del tribunal, “requiere un clima de consenso, una lealtad institucional. Y una altura de miras acorde con el significado de la Constitución como mínimo común denominador de la convivencia”.
Francisco Pérez de los Cobos, presidente del Tribunal Constitucional entre 2013 y 2017, precisó que “el clima político español no resulta en absoluto propicio para emprender una reforma constitucional”. Y advirtió que “sería un inmenso error que esta Constitución de todos fuera sustituida por una Constitución partidaria a la que la mitad del país se sintiera ajena”.
Entretanto, el exmagistrado Andrés Ollero, no ve signos de desgaste en el texto, sino “fenómenos nada patológicos de crecimiento, derivados de la integración en Europa”.
El exvicepresidente Luis López Guerra afirmó a su vez que lo que ha envejecido peor en la Constitución es “lo referente al poder legislativo: el sistema electoral, que tiene un origen preconstitucional. El papel del Senado y los procedimientos de designación de órganos del Estado por el Legislativo”. Entre los que cita al Consejo General del Poder Judicial, que cumple tres años con el mandato caducado.
María Emilia Casas igualmente consideró que el título VIII debe ser “reformado”, a pesar de que “no ha quedado tocado por los efectos del procés”. Estimó que la Constitución “prevé su propia reforma con la mayoría necesaria para permitir una mayor descentralización e integración”.
Mayorías apoyan vigencia de la Constitución
Una encuesta de NC Report revela que un 64,2% de los españoles asegura que la Carta Magna sigue teniendo vigencia. Los más mayores consultados (70,9%) son los que le dan un mayor aval al texto fundamental. Son quienes vivieron la transición y el esfuerzo y la generosidad que supuso por parte de todos los partidos aquel acuerdo. Solo un 26,2% no lo ve así.
Mientras, 74,5% de los encuestados consideró que la Constitución proporcionado a España “prosperidad” frente a un 20,3% que cree que no. De nuevo, los grupos de más edad (87,2%) son los que más lo valoran.
En un momento en el que la mayoría de los partidos constitucionalistas reclaman la unidad de España, el 69,7% de los ciudadanos respondió que la Constitución sigue siendo su garante. Un 25,2% cree que no lo es.
Respecto a la posibilidad de adelantar una reforma, 75,7% de los participantes lo cree necesario. Subiendo 11,5 puntos con la relación a la encuesta de NC Report del año pasado donde el 64,2% de los españoles veían necesaria su modificación. Hoy solo un 16,8% no lo estima conveniente. En este caso, son los más jóvenes (77,6%) quienes apuestan más por ello.
En otra visión sobre los aportes de la Constitución y eventuales retoques, aparecen los socios separatistas del Gobierno, ERC y EH Bildu. Organizaciones que viven en guerra con la Carta Magna. Pero pocas veces la habían atacado con tanta dureza como en el escrito presentado este domingo, reseña El Español. «Se ha convertido en instrumento para violentar derechos democráticos básicos», afirmaban las formaciones nacionalistas Junts, CUP, BNG, Més per Mallorca y Més per Menorca
España toda reflexiona y rememora en el Día de la Constitución su cruento pasado político de cara a un futuro de paz y libertades.