El Partido Comunista de China celebró su centenario entre discursos, ostentosos desfiles y amenazas. Uno de los movimientos políticos más grandes del mundo festeja que tiene más de 95 millones de miembros y que en octubre cumplirá 72 años de haber instaurado la República Popular China en 1949, bajo la dirección de Mao Tse-tung. Actualmente, el PCC tiene presencia en todos los ámbitos de China y controla la economía, la libertad de movimiento, la producción, las artes, los lugares de trabajo, la información y el conocimiento, la libertad de pensamiento, lo que se enseña en las instituciones de educativas y hasta dónde llega la libertad de cada una de las personas.
Los primeros años de la organización se caracterizaron por las luchas internas. Su estrecha alianza con la Unión Soviética de Iosif Stalin afianzó su modelo de Estado, pero terminaron enfrentados en la década de los sesenta por una conflictos limítrofes, competencias regionales y conductas ideológicas dispares. Los años siguientes estuvieron marcados por los controversiales y trágicos proyectos de Mao como el Gran Salto hacia Adelante y la Revolución Cultural, que dejaron decenas de millones de muertes.
Xi, luciendo un traje Mao, dijo que los comunistas chinos desde que tomaron el poder «priorizaron liberar» el país de la dominación extranjera y recuperar cientos de miles de kilómetros cuadrados perdidos. Xi no reveló que las instrucciones venían directamente del Kremlin. Tampoco que si bien la a los era superar la pobreza, dejar atrás el feudalismo, se multiplicaron las hambrunas, las enfermedades pandémicas cada vez parecía más lejana la posibilidad poder crear un Estado moderno y de economía avanzada. Solo se veía y se sufría un gran enjambre burocrático.
«No importa que el color del gato, lo importante es que cace ratones»
Mao y sus compañeros copiaron en 1949 el modelo establecido por Lenin y perfeccionado por Stalin en la Unión Soviética tras la revolución bolchevique de 1917. Lo mismo hizo después Ho Chi Minh en Vietnam, Pol Pot en Camboya o Fidel Castro en Cuba.
Fue con la muerte de Mao, el juicio contra «la banda de los cuatro» y al ascenso al poder de Deng Xiaoping, que asumió el modelo capitalista de producción, que China logró dar los primeros pasos y tratar de convertirse en la segunda potencia económica más grande del mundo, solo superada por Estados Unidos. Hasta entonces era el país subdesarrollado más voluminoso y con más millones de habitantes en pobreza extrema.
El actual secretario general del PCC y presidente de China, Xi Jinping, ejerce el poder desde 2013. También es presidente del Comité Permanente del Politburó y de la Comisión Militar. Se podría decir que tiene tanto o más poder que Mao en su tiempo.
Una celebración sobre una alfombra gigante
En el marco de su aniversario número 100, el PCC abrió la celebración con un desfile aéreo. Desde la inmensa plaza de Tiananmen decenas de miles de espectadores cuidadosamente elegidos aclamaban el paso de la bandera del partido mientras veían la cifra «100» que formaban en el cielo una treintena de helicópteros. Una inmensa alfombra roja cubrió los 440.000 m2 de la plaza sobre la que marcharon cientos de militares de las tres armas. Para muchos, este lugar aún está manchado de sangre, por las millones de víctimas de las represiones del régimen chino, especialmente por los jóvenes que desarmados se enfrentaron a los tanques y fueron arrollados sin piedad en 1989.
No faltó el interminable discurso de Xi Jinping. No dudó en recalcar que gracias al Partido Comunista China se ha convertido en una potencia. Además, aseguró desafiante que China no se dejará nunca más «oprimir por los demás países». Subrayó que cualquiera que lo intente “se encontrará en curso de colisión con una gran muralla de acero forjada por más de 1.400 millones de personas”. Aseguró que el marxismo sigue siendo la brújula del país.
Tras una hora de palabrería y consignas programadas, la muchedumbre mojada por la lluvia agitó sus banderas mientras los funcionarios arrojaban al cielo palomas y globos multicolores. Todos entonaron la popular canción «Oda a la patria».
Taiwán insta a China a detener la coerción militar
Desde el Consejo de Asuntos del Continente de Taiwán (MAC) aseguran que «se defenderán» ante las amenazas de China. Esto, después de que el presidente Xi Jinping dijera que «resolver la cuestión de Taiwán y lograr la reunificación eran tareas históricas inquebrantables del PCC y de todo el pueblo chino».
Taiwán insiste que sus valores democráticos difieren de los del Partido Comunista y que han sido independientes desde 1949. El MAC también acusó a Pekín de «violar la democracia y los derechos humanos con su sistema de partido único». Y exigió detener la coerción militar y la opresión política contra Taiwán. Hizo hincapié en la determinación de Taiwán de defender su soberanía, independencia y libertad.
Al final del comunicado, el Consejo reconoció el «logro del PCCen el avance de la economía de China». Pero advierte que «se necesita respeto y comprensión mutuo para una mejor relación».
Deterioro de la imagen de China a nivel mundial
Uno de los desafíos más grandes que ha tenido el Partido Comunista Chino ha sido enfrentamiento con Estados Unidos. Actualmente el presidente estadounidense Joe Biden ordenó una investigación a para determinar el verdadero origen del coronavirus, que, se intuye, surgió de un accidente en el laboratorio de la ciudad china de Wuhan y que Pekín niega ocultando información.
Una amplia encuesta de opinión pública del Centro de Investigaciones Pew revela que la imagen internacional de China ha caído en los últimos dos años a su nivel más bajo en la mayoría de los países occidentales. Principalmente por su manejo de la COVID-19, pero también por la represión de los musulmanes en Xinjiang y las amenazas contra Taiwán.
Los países que partciparon en la encuesta son Australia, el Reino Unido, Alemania, Holanda, Bélgica, Dinamarca, Suecia, Estados Unidos, Corea del Sur, España, Italia, Francia, Canadá y Japón. Y es que, a pesar de que las autoridades de Pekín lograron contener rápidamente la epidemia en el país, el 61% de los encuestados considera que la gestión china con el virus fue mala. Mientras que un 37% opina que fue buena.
Lo más destacado del estudio es que la imagen más afectada ha sido la del líder Xi Jinping. La desconfianza hacia el mandatario ha aumentado notablemente. Especialmente en cuanto a “hacer lo correcto en los asuntos mundiales”. Según la encuesta, el recelo ha crecido hasta un 73%, un máximo histórico que no solo se le atribuye a la pandemia. Desde el verano del 2019 las movilizaciones en Hong Kong en favor de la democracia y contra la Ley de Seguridad Nacional han sido polémicas y han desvelado la actuación autoritaria de Xi.
El «PCC gobernará al menos 100 años más»
Esta semana, el periódico estatal chino Global Times reseñaba que el PCC «nunca se ha rendido ante la presión política en el extranjero. No lo hizo cuando era un pequeño partido y definitivamente no lo hará luego de que se haya convertido en el partido gobernante más grande del mundo». No hizo mención a Stalin ni a los delegados del Comintern que operaron durante décadas en Pekín.
Sus defensores argumentan que, por sus logros del pasado y las dificultades por las que ha tenido que pasar, el Partido Comunista liderará al pueblo chino en los próximos 100 años. Mao decía que sería otra dinastía milenaria.
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