Tom Kucharz
El 10 de mayo de 2021 se cumplieron 10 años de la partida de Ramón Fernández Durán, urbanista heterodoxo, pensador, profesor y activista social, miembro de Ecologistas en Acción y autor de numerosos libros. Una persona que dejó una huella en los movimientos sociales del Estado español. Murió tras años de pelear con las consecuencias de un cáncer.
A raíz de la pandemia del coronavirus y en tantas ocasiones anteriores de estos últimos años, bastantes personas hemos pensado, en voz alta o para dentro: «¿Qué habría dicho el Ramón?». Es lógico, porque Ramón no perdía ocasión de pensar y hacer pensar, debatir y hacer aportaciones en la multitud de espacios y coyunturas que atravesó.
Tuvo la oportunidad de vivir en primera persona muchos de los acontecimientos más importantes que han marcado a la izquierda en Occidente, desde el Mayo Francé, pasando por la oposición a la guerra del Vietnam en Estados Unidos, la lucha contra la dictadura franquista, la autonomía obrera, el nacimiento del movimiento ecologista y anti-OTAN en España hasta el desarrollo de las redes internacionales que han dado vida al denominado movimiento antiglobalización; y en todos estos movimientos siempre adoptó una participación activa.
Fue un referente para muchas personas, en lo político y en lo personal, dos aspectos de la vida que sabía que estaban absolutamente ligados. Y su manera tremendamente amable, empática y humilde de estar en el mundo le convirtió en confidente para muchas, interlocutor en innumerables conversaciones y debates y, desde luego, un compañero fundamental en diferentes luchas.
Ramón contribuía, siempre que lo veía oportuno, a la reflexión crítica de la coyuntura global y local, aportaba datos y análisis sobre las múltiples causas e interrelaciones de los acontecimientos que se vivían. De alguna manera, lo ha seguido haciendo en estos diez años. Entre otras cosas, porque sus libros siguen dando luz en los nuevos y no tan nuevos laberintos. Lo decimos con amor y admiración a Ramón, pero no lo decimos por decir. Veámoslo.
Si nos acercamos a los libros de Ramón, encontraos que, con registros diferentes, más académicos o más de urgencia, abordan asuntos que siguen siendo clave. Entre otros, los impactos del capitalismo y la globalización, la explosión de los espacios urbanos, los modelos de transporte y sus incidencias socioambientales, las crisis económicas y financieras, el colapso del mercado global y del régimen Dólar-Wall Street, las relaciones imperialistas Norte-Sur y la crítica al concepto “desarrollo”, la “guerra global permanente” y las estrategias militaristas, el papel del Estado y la geopolítica, las tensiones en la Unión Europea y las caras ocultas del proyecto europeo, los movimientos antisistémicos, la emergencia ambiental causada y los límites del crecimiento, mucho antes de que el cambio climático se hiciera un hueco en la agenda política oficial.
Y en muchas ocasiones se atrevió con el difícil pero tan necesario ejercicio de mirar al futuro, dibujarlo, pero también soñarlo diferente y, con ello, alimentar las luchas y movilizaciones sociales y políticas.
En uno de sus libros, «La explosión del desorden. La metrópolis como espacio de la crisis global», Ramón analizaba la eclosión de la globalización capitalista y sus impactos en el mundo y, particularmente, en el Estado español. Y la enorme importancia de las ciudades en el nuevo (des)orden.
Como señalaba Joan Buades: “Constituye uno de los rarísimos intentos por pensar globalmente la naturaleza de la crisis y sus probables indeseadas consecuencias en un futuro próximo. Esta reflexión planetaria nos introduce a una revisión radical de la transición española y del proyecto modernizador de matriz izquierdista”. El libro es de 1993, hace casi treinta años, y sigue arrojando luz sobre las turbulencias de la actualidad.
Vamos más allá. La UE se encuentra inmersa en la mayor crisis desde su fundación. Brexit, cifras récord de pobreza y desigualdad en el sur y este de Europa, así como miles de muertes en las fronteras exteriores militarizadas: la UE sigue siendo un proyecto del capital.
Ramón dedicó buena parte de su tiempo al análisis crítico de la Unión Europea («Contra la Europa del Capital y la Globalización Económica», 1996; «La compleja construcción de la Europa superpotencia», 2005), análisis que permiten exigir nuevas respuestas que no se ha podido o querido ofrecer hasta ahora. Porque tanto la reforma fundamental de la UE que pretenden muchos sectores progresistas como la exigencia de una salida unilateral rinden homenaje a falsos fetiches: ni la UE es un proyecto emancipador que mantenga a raya el nacionalismo y el autoritarismo ni el Estado-nación es un marco adecuado para la política progresista.
En 2021, volverá la maquinaria de propaganda con ocasión de la “Conferencia sobre el Futuro de Europa”, que pretende entablar una serie de debates y diálogos sin abordar los problemas de fondo. Por enésima vez se habla de “nuevo comienzo para la Unión Europea” sin facilitar una participación real y plena de la población.
Estamos ante una buena oportunidad para generar debate y recordar algunos argumentos de los libros de Ramón, tanto para romper con la ilusión de que “otra UE sea posible” como, una vez roto el hechizo, para señalar caminos que inspiren y motiven a involucrarse.
Vivimos en tiempos de incertidumbre, cambios a mucha velocidad y reajuste de estrategias de los poderes económicos y políticos. Como consecuencia de la pandemia, se habla mucho de transición ecológica, economía verde y digitalización, demasiado a menudo sin tener en cuenta ni los límites físicos del planeta ni los derechos humanos -duramente golpeados por el colonialismo extractivista- ni tampoco la crisis y el comienzo del fin de los combustibles fósiles y otros recursos no renovables, como los metales y minerales, tan escasos pero tan necesarios para la dichosa “transición”.
Estas fueron también algunas claves que Ramón trató de abordar en los últimos años de su vida. Lo hizo, por ejemplo, en «El crepúsculo de la era trágica del petróleo. Pico del oro negro y colapso financiero (y ecológico) mundial» (2008), en «El Antropoceno. La expansión del capitalismo global choca con la biosfera» (2011) y en su última obra, «La quiebra del capitalismo global 2000-2030. Preparándonos para el comienzo del colapso de la Civilización Industrial» (2011), su testamento político, que concibió allá por 2008 como la culminación de toda su obra y que Luis González Reyes terminó plasmando en los dos volúmenes de «En la espiral de la energía» (2014, segunda edición de 2018).
En estos últimos libros se apuntaron las direcciones que puede tomar la evolución social en los próximos años, con una intensificación de los conflictos en torno a los combustibles fósiles y recursos minerales, la alteración de las estructuras de poder con la quiebra del Capitalismo Global y el ascenso de «Nuevos Capitalismos de Estado Regionales», la profundización y el enquistamiento de la crisis que afectará especialmente a los «últimos de la fila», y muy particularmente a las mujeres.
Ramón buscaba permanentemente ocasiones para que sus tesis fueran debatidas y actualizadas, que se convirtieran en útiles para la transformación social. En 2022 se cumplen cincuenta años desde la publicación del libro coordinado por Donella Meadows «Los límites del crecimiento», una excelente oportunidad que Ramón no habría dejado pasar, más teniendo en cuenta que parece que cada vez más personas asumen el marco del decrecimiento y del colapso ecosocial.
En nuestro caso, tampoco queríamos dejar de pasar una oportunidad de hacer memoria y actualizar las miradas sobre los recientes y nuevos marcos de transformación, precisamente porque echamos de menos a Ramón para pensar y actuar juntas.
Estamos a diez años del 15M, un movimiento que Ramón no pudo disfrutar -¡y cómo lo habría disfrutado!- porque estalló justo unos días después de su muerte. El 15M fue un germen capaz de generar fuertes movilizaciones e impactos sociales y en los medios de comunicación y construir símbolos con un fuerte anclaje emocional.
Aunque no haya conseguido dar respuestas a la altura de las agresiones sociales y ambientales que estamos sufriendo, sí inauguró un ciclo político que ilusionó y politizó a muchas personas y que ha tenido impactos relevantes en el arco político institucional si consideramos candidaturas municipalistas como Barcelona en Comú, Marea Atlántica y Ahora Madrid o la irrupción de Podemos en el tablero político.
Sumar, no restar
Así pues, ahí están algunas razones para publicar un libro colectivo coincidiendo con estos aniversarios. En él invitamos a personas de diferentes ámbitos sociales, políticos y culturales a traer una lectura, un análisis o una reflexión a partir de la obra de Ramón: sobre alguno de sus libros, de sus textos o de una parte singular de sus textos, situándolos bajo la luz o la sombra de la actualidad, la profunda crisis civilizatoria que estamos viviendo, o bajo una perspectiva más histórica o más personal.
Sabemos que un elemento importante y difícil de igualar en la trayectoria de Ramón fue su inmensa capacidad de dialogar inclusivamente generando consensos y confluencias amplísimas de muchos sectores sociales y políticos de izquierdas, sin sectarismos ni hipocresía. Su discurso ha ido acompañado de una actitud absolutamente vital de amor hacia su entorno y, sobre todo, hacía las personas que lo rodeaban. Siempre afectuoso en el trato y sin querer imponer su punto de vista, escuchó las razones de un punto de vista divergente. Comparado con los tiempos que corren -con el ruido y los ataques personales en las redes sociales y las televisiones- las conversaciones con Ramón fueron siempre un curso intensivo de humildad en los planteamientos y de disposición a aprender de los demás.
Ese es otro marco que imaginamos al lanzarnos a publicar un libro: la búsqueda de posibilidades para dar continuidad a espacios de encuentro, aprovechando la ocasión para juntarnos, reconectar luchas y sectores, incluso pensando acciones colectivas necesarias para superar la situación de desmovilización y desorientación que estamos viviendo.
El libro, entonces, servirá también al encuentro para debatir las preguntas que tenemos sobre la mesa, y entre ellas, una que conecta en especial con la trayectoria de Ramón y que nos preocupa particularmente: ¿cómo enfrentar la actual crisis multidimensional desde los movimientos sociales?
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