El eterno laberinto de la igualdad
Como ideal moral, la igualdad es muy frágil y corrompible. Siempre se inicia como un bello cuento de hadas de la más pura y sincera implementación de la justicia y, la mayoría de las veces termina en una técnica de manipulación declarativa y fraudulenta para aniquilar a los más calificados y meritorios e imponer a los más ineptos y extraviados éticamente.
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