Un estudio que publicó el British Medical Journal revela que el consumo de chocolate negro puede estar asociado con un menor riesgo de desarrollar diabetes tipo 2
El chocolate ha sido un deleite a lo largo de la historia, pero su impacto en la salud, especialmente en relación con la diabetes, ha generado gran interés. Recientes investigaciones sugieren que el chocolate negro, rico en cacao, puede ofrecer beneficios significativos en la salud metabólica. Varios componentes del chocolate lo hacen recomendable para la diabetes y hay manera de incluirlo de manera segura en la dieta.
El estudio publicado British Medical Journal publicó encontró que quienes consumían al menos 150 gramos de chocolate negro a la semana tenían un 21% menos de probabilidad de desarrollar diabetes tipo 2. El análisis abarcó a aproximadamente 192.000 hombres y mujeres durante más de 30 años.
El cacao el principal componente del chocolate que se asocia con beneficios para la salud. Contiene una variedad de compuestos bioactivos, entre ellos los flavonoides, un grupo amplio de compuestos de origen natural que desempeñan funciones protectoras en las plantas y también ofrecen beneficios para la salud humana. En el cacao, los flavonoides más destacados son las catequinas, epicatequinas y procianidinas.
Por cada 150 gramos de chocolate negro que consumía una persona a la semana, su riesgo de desarrollar diabetes se reducía un 3%. Se determinó que ocurría en especial en hombres y personas menores de 70 años de edad
Indicios claros, pero sin certeza
El estudio no pudo demostrar la relación causa-efecto, a pesar de su amplitud y de estar bien diseñado. Los autores advierten que sus hallazgos solo mostraron una correlación entre el chocolate negro y el riesgo de diabetes, no causalidad. Es posible que algo más pueda explicar los hallazgos.
Tal vez las personas que consumían chocolate negro eran más sanas en otros aspectos, o hacían más ejercicio, su dieta era más sana o podían acudir al médico cuando lo necesitaban. También el grupo de estudio era mayoritariamente blanco con un buen nivel educativo y los resultados no puedan aplicarse a todo el mundo.
Las personas que comen chocolate negro podrían ser más conscientes de la salud que las que prefieren comer chocolate con leche. Los investigadores descubrieron, por ejemplo, que las personas que comían chocolate negro tendían a comer más frutas y verduras y, en general, tenían dietas más saludables.
Los investigadores tomaron en cuenta muchos factores relacionados con la dieta, el estilo de vida, la educación y el nivel económico en su análisis.
Demostrar que comer chocolate oscuro previene la diabetes tipo 2 requeriría un ensayo clínico en un grupo numeroso de personas, dando a la mitad chocolate oscuro y a la otra mitad chocolate con leche y observándolos durante décadas. Sin embargo, los hallazgos son prometedores.
Componentes destacados
Los flavonoides del cacao están especialmente asociados a la salud del corazón. Se ha demostrado que pueden bajar la tensión arterial al mejorar la elasticidad de los vasos sanguíneos y reducir la resistencia vascular. Particularmente importante para las personas con diabetes. Además, los flavonoides ayudan a reducir la viscosidad de la sangre, lo que favorece un mejor flujo y disminuye el riesgo de complicaciones cardiovasculares.
Otro beneficio de los flavonoides es su capacidad para mejorar la sensibilidad a la insulina que ayuda al control del azúcar en sangre porque facilita que las células absorban glucosa. Se ha observado que el consumo regular de chocolate negro contribuye a regular los niveles de glucosa y mejorar el perfil lipídico en personas con riesgo de diabetes tipo 2.
Así, el cacao no solo se presenta como un placer indulgente, sino como un aliado potencial en la prevención y manejo de la resistencia a la insulina
Al ser una fuente rica en fitonutrientes y minerales como hierro, magnesio y zinc, ayuda a mejorar la salud metabólica, así como también a regular los niveles de glucosa en sangre. La fibra presente ralentiza la absorción intestinal y la digestión de los carbohidratos, lo que previene picos en los niveles de azúcar. Se ha encontrado que los polifenoles actúan como antioxidantes que neutralizan radicales libres y reducen el daño celular.
No todos sirven
Es importante destacar que el contenido de polifenoles puede variar significativamente entre diferentes tipos de chocolate. El chocolate negro tiene una mayor concentración de estos compuestos beneficiosos en comparación con el chocolate con leche o el blanco. Por tanto, elegir chocolates con alto contenido de cacao es fundamental para maximizar los beneficios potenciales del consumo de chocolate.
El chocolate negro contiene al menos un 70% de sólidos de cacao. Cuanto mayor sea el porcentaje de cacao, menor será el contenido de azúcar, lo que lo convierte en una opción más saludable para quienes buscan controlar su ingesta glucémica. No solo proporciona una mayor cantidad de flavonoides y polifenoles, sino que también tiene menos ingredientes añadidos que pueden ser perjudiciales para la salud.
Por ejemplo, muchos chocolates con leche contienen azúcares añadidos y grasas saturadas que pueden contrarrestar los beneficios del cacao. Además, es recomendable leer las etiquetas cuidadosamente para asegurarse de que se está comprando un producto auténtico. Algunos chocolates etiquetados como «oscuros» pueden contener menos cacao del anunciado o tener aditivos poco saludables.
Muchos chocolates con leche contienen azúcares añadidos y grasas saturadas que pueden contrarrestar los beneficios del cacao
Mejora de la función cerebral
El consumo regular de chocolate negro también está asociado con una mejora en la función cerebral. Los flavonoides aumentan el flujo sanguíneo al cerebro, lo que puede fortalecer la función cognitiva. Esto es relevante a medida que envejecemos, ya que un mayor flujo sanguíneo puede ayudar a mantener las funciones mentales agudas.
Además, el chocolate negro contiene estimulantes como cafeína y teobromina, que pueden proporcionar un impulso temporal a la función cerebral. Algunos estudios sugieren que el consumo regular de chocolate negro puede ayudar a reducir el riesgo de enfermedades neurodegenerativas como la enfermedad de Alzheimer y el mal de Parkinson, gracias a sus propiedades antioxidantes que protegen las células cerebrales del daño causado por los radicales libres.
Consumirlo de manera regular puede mejorar los niveles generales de antioxidantes en el cuerpo, lo que contribuye a la salud general. La capacidad del chocolate negro para combatir el estrés oxidativo también se traduce en beneficios para la piel. La protege contra los efectos dañinos del sol y promueve una apariencia más saludable.
Igualmente, tiene un efecto positivo sobre el estado de ánimo. Contiene compuestos como serotonina, triptófano y feniletilamina, que son conocidos por sus propiedades antidepresivas. Estos compuestos pueden ayudar a liberar endorfinas, las hormonas responsables de generar sensaciones de felicidad y bienestar.
Por consiguiente, es una forma efectiva de mejorar temporalmente el estado de ánimo y combatir la ansiedad. Sin embargo, es importante recordar que no puede ser visto como un sustituto para tratar problemas emocionales o psicológicos más profundos.
Moderación y control
Aunque el chocolate negro puede ser incluido en una dieta equilibrada para personas con diabetes, es esencial consumirlo con moderación. La recomendación general es limitar las porciones a uno o dos cuadrados al día. Esto ayuda a evitar un exceso calórico que podría contrarrestar los beneficios potenciales del cacao.
La moderación no solo se aplica al consumo individual sino también al contexto familiar. Es vital establecer a niños o adolescentes con diabetes límites claros sobre el consumo de chocolate. Las celebraciones como cumpleaños o festividades pueden incluir dulces; sin embargo, siempre se debe priorizar opciones más saludables y procurar hábitos alimenticios equilibrados.
Además, se puede fomentar una relación saludable con el chocolate al integrarlo como parte ocasional de celebraciones o recompensas especiales y evitar patrones poco saludables como recurrir al chocolate como consuelo emocional o recompensa habitual.