Con el programa Pueblos Verdes estas dos localidades andaluzas son ejemplo de sostenibilidad al contar con la mayor instalación solar de autoconsumo compartido de España por número de puntos de suministro conectados
En un rincón de Andalucía, Olvera está liderando una transformación energética sin precedentes. Gracias al proyecto Pueblos Verdes, impulsado por CHC Energía y Gedisol, más de 3.000 hogares de esta localidad y también de Torre Alháquime ahora reciben energía renovable generada localmente.
Una planta solar compuesta por más de 2.900 paneles distribuidos en 37 cubiertas de edificios industriales convirtió en protagonistas a estás dos zonas. Ahora cuentan con la mayor instalación solar de autoconsumo compartido en España por número de puntos de suministro conectados.
El impacto ambiental es significativo: se calcula que la instalación generará alrededor de dos gigavatios hora (2 GWh) de electricidad, con lo que se evitará la emisión de más de 500 toneladas de CO2, el equivalente a plantar 23.800 árboles. Daniel Pérez, director general de CHC Energía, destaca que este proyecto no solo proporciona energía limpia sin inversión inicial para los vecinos, sino que también fomenta el desarrollo económico local.
Cristina Fernández, directora general de Gedisol, subraya la importancia del proyecto como un modelo para otras zonas rurales. «La generación de energía renovable en áreas menos pobladas es crucial para nuestra estrategia energética nacional», afirma Fernández. Este enfoque innovador permite a pequeñas localidades participar activamente en la transición energética sin grandes inversiones ni complicaciones técnicas.
El color de la sustentabilidad
El programa Pueblos Verdes busca fomentar el uso de energías renovables en pequeñas localidades. Se centra en la creación de comunidades energéticas que permiten a los pueblos generar y consumir su propia energía. Hasta ahora, ha beneficiado a aproximadamente 70 localidades, principalmente en áreas rurales con menos de 10.000 habitantes. Este impulso no solo reduce costos energéticos, sino que también promueve la sostenibilidad y combate la despoblación en estas zonas.
El modelo es sencillo pero efectivo: conecta a los usuarios con fuentes renovables sin necesidad de instalaciones adicionales o costos extra. La energía generada cubre hasta el 30% del consumo eléctrico anual de los hogares participantes.
Además, la iniciativa tiene el potencial de expandirse a otras regiones de Andalucía y España. Esto lo convierte en referente para el autoconsumo compartido en zonas rurales.
CHC Energía, con Repsol como socio estratégico desde 2023, ha consolidado su posición como líder en la comercialización independiente de energía. Esta colaboración fortalece su capacidad para desarrollar productos y servicios que promuevan un modelo energético sostenible y respetuoso con el medio ambiente.
La visión detrás de Pueblos Verdes es ofrecer un acceso fácil y económico a energías renovables para municipios pequeños y medianos. Este enfoque contribuye al cumplimiento del Plan Nacional Integrado de Energía y Clima. Su principal meta es reducir la dependencia de combustibles fósiles, facilitando a las comunidades generar y gestionar su propia energía.
Además, con él se pretende impulsar la economía local mediante la creación de empleo en el sector energético. También se enfoca en mejorar la calidad de vida de los habitantes al reducir costos energéticos y promover un entorno más saludable y sostenible.
Mejorar la calidad de vida
Uno de los cambios más notables es la mejora en la calidad del aire. Al reducir las emisiones de CO2 gracias al uso de energía solar, la comunidad ha experimentado un entorno más limpio y saludable. Esto es especialmente relevante en áreas rurales donde la calidad del aire puede verse afectada por prácticas agrícolas tradicionales y el uso de combustibles fósiles para calefacción.
Además, el acceso a energía renovable ha tenido un impacto directo en la economía doméstica de los residentes. Al generar localmente hasta el 30% de su consumo eléctrico anual, las familias han visto una reducción en sus facturas de energía.
Este ahorro económico beneficia a muchas familias que ahora podrán destinar recursos a cubrir otras necesidades básicas o mejorar su calidad de vida. La eliminación de costos iniciales para acceder a esta energía también ha sido un factor clave que facilita la participación de todos los hogares, independientemente de su situación económica.
Generador de empleos
La instalación y mantenimiento de los paneles para generar energía renovable han generado nuevos empleos en la región. Estas oportunidades laborales para los habitantes de estas dos localidades reduce la necesidad de emigrar a zonas urbanas en busca de trabajo. Además, el éxito del proyecto ha atraído la atención de inversores y empresas interesadas en replicar este modelo en otras zonas, lo que podría traer más inversiones y desarrollo a Olvera y Torre Alháquime.
Igualmente, la iniciativa le ha dado a las comunidades locales un papel activo en la transición hacia un modelo energético sostenible. La participación en una iniciativa tan innovadora no solo mejora su calidad de vida actual, sino que también asegura un futuro más sostenible para las generaciones venideras. Los habitantes se sienten orgullosos de ser parte de una solución que no solo beneficia a su comunidad inmediata, sino que también contribuye al bienestar global al combatir el cambio climático.
Obstáculos superados
Durante la instalación de paneles para la generación de energía renovable fotovoltaica en los tejados industriales de Olvera y Torre Alháquime se enfrentaron varios inconvenientes que fueron solucionados sin mayores contratiempos.
- Limitación de espacio y sombreado: uno de los principales retos fue la limitación de espacio disponible en los techos industriales, que a menudo están ocupados por equipos esenciales como sistemas de ventilación y aire acondicionado. Además, el sombreado causado por estructuras cercanas, como edificios altos o antenas, puede reducir la eficiencia de los paneles solares.
- Desafíos estructurales: las estructuras de los techos no siempre están diseñadas para soportar el peso adicional de los paneles solares. En algunos casos se hicieron refuerzos estructurales significativos. Es importante asegurarse de que la instalación no comprometa la integridad estructural del edificio.
- Normativas y regulaciones: cumplir con las normativas locales y las regulaciones de construcción no trajo inconvenientes. En algunos casos se pueden imponer restricciones sobre dónde y cómo se pueden instalar los paneles solares, lo que complica el proceso de instalación.
El poder transformador en zonas rurales
La energía solar influye positivamente en una amplia gama de actividades en zonas rurales. Cuando no se cuenta con acceso a la red eléctrica tradicional, los paneles solares permiten la electrificación del hogar. Esto mejora la calidad de vida de los residentes al iluminar el interior de la vivienda, cargar dispositivos electrónicos y usar electrodomésticos básicos.
Los sistemas de bombeo de agua alimentados por paneles solares son esenciales en zonas rurales donde el acceso a agua potable es limitado. La electricidad obtenida alimenta bombas de agua para extraer agua de pozos o fuentes subterráneas y abastecer a la comunidad con el líquido para consumo humano, riego agrícola y uso ganadero.
La energía solar puede utilizarse para impulsar sistemas de riego en actividades agrícolas. Los paneles solares proporcionan la energía necesaria para bombas de agua o sistemas de riego por goteo, lo que ayuda a mejorar la productividad de los cultivos y reduce la dependencia de fuentes de agua limitadas o costosas. También permiten que puedan usarse sistemas de almacenamiento y refrigeración de alimentos en zonas rurales. Esto es especialmente valioso para agricultores y comunidades que necesitan conservar sus productos agrícolas y reducir las pérdidas postcosecha.
Son una solución eficiente y sostenible para la iluminación pública en áreas rurales. Al iluminar calles, parques, plazas y otros espacios públicos, las lámparas solares y los sistemas de alumbrado público alimentados por energía solar aumentan la seguridad y la calidad de vida de la comunidad. Electrificar escuelas y centros de salud posibilita el uso de equipos médicos, suministro de agua, iluminación para espacios educativos y actividades relacionadas con la educación y la salud.
Récords nacionales
La potencia instalada solar fotovoltaica aumentó un 28% durante el año 2023 al sumar 5.594 nuevos MW al parque de generación español, la mayor cifra desde que se cuenta con registros. Ya se cuenta con 25.549 MW en servicio y ocupa el 20,3% del total de la estructura del parque de generación en el país.
Con este incremento interanual, España es el segundo con mayor potencia instalada solar (tanto térmica como fotovoltaica) de los países de la Red Europea de Gestores de Redes de Transporte de Electricidad, que representa a 41 Gestores de Redes de Transporte de 34 naciones y fue fundada en diciembre de 2008.
En el cómputo total de la potencia instalada, España acabó 2023 con más de 125,6 GW, de los que el 61,3% son renovables. Así, el parque de generación renovable creció 8,8% gracias, además de los nuevos MW fotovoltaicos mencionados, a la suma de 661 MW eólicos y 4 MW del contingente de otras renovables. En el ranking nacional, la eólica se mantiene como la tecnología con mayor presencia, con el 24,5%, seguida por el ciclo combinado (20,9%), la fotovoltaica (20,3%) y la hidráulica (13,6%).
Por primera vez en la historia, 50,3% del mix energético (combinación de fuentes de energía que se utilizan para abastecer el suministro eléctrico) tuvo su origen en recursos como el viento, el sol o el agua.
España produjo durante 2023 un 15,1% más de energía renovable que en el año anterior, hasta alcanzar los 134.321 GWh. Con esto supera todos sus récords en materia de renovables a nivel nacional.
¿Qué es el autoconsumo compartido?
Es un modelo energético que permite a varios usuarios beneficiarse de la energía generada por una instalación de energías renovables, como paneles solares, ubicada en un lugar común. Este modelo es especialmente útil en comunidades de vecinos, polígonos industriales o zonas residenciales donde los usuarios pueden compartir la energía generada sin necesidad de tener instalaciones individuales.
Permite reducir las facturas de electricidad al aprovechar la energía generada localmente, contribuye a la reducción de emisiones de CO2 al utilizar fuentes renovables y facilita el acceso a energías renovables para aquellos que no pueden instalar sistemas individuales debido a limitaciones de espacio o costo.
Para implementar el autoconsumo compartido, es necesario contar con acuerdos entre los participantes y cumplir con las normativas locales. Uno de los desafíos es coordinar el reparto equitativo de la energía generada y gestionar los aspectos técnicos y legales asociados.
Este modelo representa una oportunidad para fomentar la sostenibilidad energética. También para disminuir la dependencia de fuentes no renovables, promoviendo un uso más eficiente y colaborativo de los recursos energéticos.
Funcionamiento
El proceso comienza con la instalación de paneles solares en un área común, como el tejado de un edificio residencial. Los participantes deben acordar un coeficiente de reparto, que determina cómo se distribuye la energía generada entre ellos. Este reparto puede basarse en el consumo energético de cada usuario o en cualquier otro acuerdo establecido.
Una vez generada, la electricidad se inyecta en la red de distribución local, y cada usuario recibe su parte proporcional directamente en su conexión eléctrica. Los contadores individuales registran tanto el consumo real como la energía autoproducida, lo que se refleja en la factura eléctrica con el correspondiente ahorro.
Existen dos modalidades de autoconsumo compartido. Con excedentes, cuando la energía sobrante se inyecta a la red y los participantes pueden recibir una compensación económica o venderla al mercado eléctrico. Y sin excedentes. En este caso se incorpora un sistema antivertido para evitar que la energía sobrante se inyecte a la red.
Para implementar el autoconsumo compartido, los participantes deben estar conectados a la misma red de baja tensión y ubicados dentro de un radio máximo de 500 metros desde la instalación fotovoltaica. Además, es necesario inscribir la instalación en el registro administrativo correspondiente.
Los beneficiarios obtienen una reducción significativa en las facturas eléctricas, mayor eficiencia energética y una menor huella de carbono. Al compartir la energía generada, se maximiza su aprovechamiento y se fomenta la sostenibilidad comunitaria.