Los Centros para el Control y la Prevención de Enfermedades informan que el número de fallecidos por consumo de drogas descendió un 14,5% en doce meses
Después de un imparable ascenso de las muertes por sobredosis, en Estados Unidos se ha producido una notable reversión de este drama social. Según información de los Centros para el Control y la Prevención de Enfermedades, el número de fallecidos por consumo de drogas descendió un 14.5% en doce meses, lo que equivale a más de 16.000 vidas salvadas.
Las encuestas nacionales compiladas por estos centros muestran una disminución sin precedentes en las muertes por drogas. Un gran cambio con respecto a los últimos años, cuando las sobredosis fatales aumentaron regularmente en porcentajes de dos dígitos.
Nora Volkow, directora del Instituto Nacional sobre el Abuso de Drogas, expresó un entusiasmo cauteloso al afirmar que “estos datos son motivo de optimismo. Pero no debemos perder de vista el hecho de que se estima que casi 100.000 personas siguen muriendo anualmente por estas causas”.
La jefa del Centro Nacional para la Prevención y el Control de Lesiones de los CDC, Allison Arwady, destacó varios factores que están contribuyendo al descenso de muertes. Mencionó en entrevista a CBS News que la disponibilidad más amplia del aerosol de reversión de sobredosis naloxona, más conocido como Narcan, fue un factor clave.
Junto con los esfuerzos para cerrar brechas en el acceso a medicamentos que pueden tratar el trastorno por uso de opioides. Además, de la incidencia en el cambio en las tendencias de prevención primaria, observadas en la disminución sustancial del consumo de drogas ilícitas entre estudiantes de secundaria, basado en encuestas de los CDC.
Menos muertes por sobredosis en Estados Unidos
La ampliación de las medidas de prevención, concientización y tratamiento tienen mucho que ver, en la baja sustancial de muertes por sobredosis en Estados Unidos. Pero los expertos creen que detrás existe otro sorprendente motivo: un cambio de la composición de las drogas en sí, que a su vez influye en el modo en que la gente las consume.
El fentanilo que circula en las calles, por ejemplo, es cada vez menos potente. La semana pasada, la directora de la Administración de Control de Drogas (DEA), Anne Milgram, anunció que por primera vez desde 2021 el organismo a su cargo verificó un descenso de la potencia del fentanilo presente en las dosis. Un hecho que atribuye a la represión del gobierno contra los cárteles mexicanos y la cadena internacional de suministro.
El año pasado, siete de cada 10 pastillas ilegales de fentanilo analizadas por los laboratorios de la DEA contenían una cantidad potencialmente mortal del fármaco: hoy ese número ha caído a cinco de cada 10.
Los especialistas en adicciones señalan que hay otras medidas que podrían haber contribuido al descenso de muertes, reseña The New York Times. Como un aumento de la prescripción de medicamentos que reducen el síndrome de abstinencia a los opiáceos, y las campañas de concientización sobre las pastillas con fentanilo de fabricación ilegal.
Asimismo advierten que los programas de “reducción de daños” que distribuyen jeringas esterilizadas y tiras reactivas al fentanilo también están salvando vidas. Y muchos servicios de tratamiento que cerraron durante la pandemia han vuelto a abrir y son cada vez más accesibles para la gente.
“Todas esas son medidas de salud pública que está torciendo la curva del consumo de sustancias”, sostuvo Brian Hurley, presidente de la Sociedad Estadounidense de Medicina de las Adicciones.
Leyes, mercados y prevención de salud pública
Médicos especialistas y expertos en políticas de prevención revelan otro factor relevante en esta disminución de muertes por sobredosis en Estados Unidos. Es el cambio en el propio mercado de las drogas ilegales, aunque algunos de esos cambios también pueden ser preocupantes.
Rahul Gupta, director de la Oficina Nacional de Política para el Control de Drogas, en parte atribuye la disminución de las muertes a los esfuerzos de las fuerzas de la ley. Incluida la lucha contra la distribución de sustancias químicas precursoras del fentanilo y otros suministros que hacen que la droga llegue más fácilmente a las calles. Como resultado, dice el funcionario, el fentanilo puro es cada vez más escaso y más caro.
“Y obviamente, el grado de pureza de la droga tiene una relación directa con su letalidad y los efectos en el consumidor”, apunta Gupta.
Es un cambio que están notando tanto los funcionarios locales como las organizaciones civiles de lucha contra las drogas. “Venimos monitoreando los cambios en las dosis de fentanilo desde hace tiempo. Cuánta cantidad de fármaco contienen y en qué formatos vienen”, dice Traci Green, directora de un programa de control de drogas de Massachusetts. Cuya función es recolectar y analizar muestras tomadas por grupos de reducción de daños y organismos de aplicación de la ley.
La teoría de algunos epidemiólogos es que la creciente prevalencia de otras drogas, que se venden por separado o mezcladas con fentanilo, también tiene un impacto en la forma en que la gente consume el fentanilo.
La incidencia de la pureza o mezcla del fentanilo
Expertos médicos y policiales observan que la propagación y aumento del consumo de psicoestimulantes, como la metanfetamina y la cocaína, también puede estar influyendo. Pero calibrar y valorar ese impacto es difícil. Las investigaciones sugieren que los estimulantes no son tan mortales como el fentanilo. Pero siguen siendo peligrosos y también pueden provocar sobredosis mortales y daño cardíaco crónico.
Un estudio realizado en Ohio mostró una posible correlación entre el abrupto descenso de las muertes por sobredosis en esa región de Estados Unidos y el aumento del consumo de metanfetamina. Daniel Ciccarone, uno de los autores del estudio, entrevistó a consumidores de opioides para saber por qué ahora también consumían estimulantes.
“Y uno tras otro me dijo que la metanfetamina los distrae o los satisface lo suficiente como para evitar el fentanilo”, apunta Ciccarone, profesor de medicina de la Universidad de California en San Francisco.“En teoría, una menor dosis acumulativa de fentanilo a la larga provocará menos muertes por fentanilo”.
Algunos investigadores han observado que también está evolucionando la forma en que las personas consumen el fentanilo. Aunque todavía no se atreven a sacar conclusiones sobre el impacto de ese factor en el descenso del número de sobredosis fatales.
Gupta argumentó que es crucial reconocer que no todas las comunidades están viendo mejoras. Las muertes por sobredosis en comunidades afroamericanas y nativas americanas han aumentado. “No vamos a vencer esta epidemia sin enfocarnos en comunidades que a menudo son marginadas y desatendidas”, comentó a NPR. Abogó por más fondos para tratamientos de adicción y servicios de salud en estas áreas.
Un rayo de esperanza en el largo camino
A medida que continúa disminuyendo el número de muertes por sobredosis en Estados Unidos, expertos temen que este declive pueda desviar el enfoque y los recursos de los programas críticos de salud para personas que usan drogas en la calle. Brian Hurley advirtió sobre la necesidad de mantener un “enfoque sostenido” para evitar la complacencia en la lucha contra la epidemia.
Los desafíos para abordar esta crisis persistente continúan siendo numerosos. Y las agencias sanitarias permanecen atentas a las causas subyacentes de brotes en comunidades que aún enfrentan tasas elevadas de mortalidad por sobredosis. En conclusión, dijo, aunque el descenso en las muertes por sobredosis ofrece un rayo de esperanza, el camino hacia un control efectivo de esta crisis requiere esfuerzos constantes y dirigidos hacia las comunidades más afectadas.