Las ventas por 1.7000 millones de dólares se encuentran en la línea de fuego como represalia al aumento de los aranceles de la Unión Europea a los autos eléctricos chinos.
Las medidas antidumping de China impuestas a las importaciones de cognac sobrecalientan el mercado, ensombrecen el futuro de la bebida y sacuden los cimientos de una de las industrias más emblemáticas de Francia. El origen del conflicto son los aranceles europeos a los vehículos eléctricos.
La posibilidad de que el famoso y bien reputado coñac francés se embotelle en China para obviar los arancelres ha desatado una oleada de protestas. Los sindicatos Confédération Général du Travail y Force Ouvriére, que representan a los empleados de Hennessy, afirman que la mudanza está siendo considerada en respuesta a las sanciones económicas impuestas por China a las importaciones de brandy europeo.
En un vídeo Matthieu Devers, líder del sindicato CGT en Hennessy, declara que los trabajadores están «muy afectados y conmovidos» por los planes de trasladar parte de la producción a China. Añadió algunos trabajadores de Martell, Rémy Martin y Courvoisier, las cuatro principales productoras de coñac de Francia se unieron a las huelgas. Estas marcas producen la mayor parte del coñac del mundo.
Coches eléctricos, manzana de la discordia
El mes pasado, China aumentó la tensión en su disputa comercial con la Unión Europea al imponer aranceles temporales al brandy europeo y advertir sobre posibles tarifas adicionales a otros productos. También abrió investigaciones antisubvenciones sobre los productos lácteos y la carne de cerdo importados de la UE. Casi todo el brandy que consume China lo produce Francia, uno de los principales defensores de los aranceles adicionales de hasta el 35% que Europa aprobó para los vehículos eléctricos fabricados en China. La medida es una retaliación del gigante asiático a los aranceles que la Unión Europea impuso a sus vehículos eléctricos.
París considera los aranceles chinos son “políticos e injustificados” y una manipulación inaceptable de las normas comerciales. La Comisión Europea impugnará las medidas antidumping provisionales a las importaciones de coñac de la UE ante la Organización Mundial del Comercio.
La industria francesa del coñac no oculta su preocupación. Los envíos alcanzaron los 1.700 millones de dólares en 2022, representan el 99% de las exportaciones de brandy del país. Después de Estados Unidos, China es el segundo mercado de exportación y el más rentable.
El coñac, como una de las bebidas más emblemáticas de Francia, tiene un impacto significativo en la economía. En 2021, representó el 23,2% de las exportaciones totales de vinos y licores franceses, cerca de 3.600 millones de euros. China es uno de los principales destinos para el coñac. Representa el 19,4% de las exportaciones.
El sector ha enfrentado serios inconvenientes debido a conflictos comerciales y la inflación en mercados internacionales. La industria del coñac incluye 4.210 viticultores y unas 270 empresas dedicadas a su producción y comercialización. Genera miles de empleos y apoya a otros sectores como el turismo y la agricultura.
Las exportaciones de bebidas francesas cayeron un 13,2% el año pasado en volumen y un 12,2% en valor. Con un desplome del 36% en valor y del 35% en volumen en las ventas a Estados Unidos.
El consumo de alcohol en Francia ha disminuido en las últimas décadas. La industria depende de los mercados internacionales para mantener su producción y ventas. Su enfoque estratégico es alcanzar un volumen de exportación de 350 millones de botellas para 2035.
Solución diplomática
El Bureau National Interprofessionnel du Cognac, la organización global de la industria del coñac, declaró que la investigación antidumping de China no es un problema jurídico, sino político. «Solo puede resolverse políticamente», asentó.
La industria del brandy solicitó al presidente Emmanuel Macron negociar una «solución diplomática» con China y garantizar que los aranceles no se vuelvan permanentes. Pekín acusa a los productores europeos de brandy de perjudicar a los productores chinos al venderlo a precios extremadamente bajos en el mercado chino.
Los sindicatos advierten que las sanciones podrían obligar a las empresas a trasladar más producción de coñac a China, lo que tendría un impacto devastador en Cognac la región donde se elabora.
Eludir los aranceles pone en riesgo los empleos
Louis Vuitton Moét Hennessy y otros productores europeos buscan una solución. Aunque no hay muchas opciones aceptables. Las sanciones arancelarias chinas no se aplican a los envíos de brandy a granel. Un vacío legal que podría ser aprovechado por las firmas francesas. Es la alternativa que explora Hennessy y que sería embotellar el cognac en China. Sería la primera vez que una casa de coñac traslade parte de sus operaciones fuera de Charente, la región francesa donde se produce el coñac.
El sindicato CGT describió el plan como una «prueba» que podría llevarse a cabo antes de fin de año. Frederic Merceron, un sindicalista local de Cognac, le dijo que la dirección de Hennessy había comunicado su intención de exportar el producto en cubas y embotellarlo en China mediante un proveedor de servicios. La decisión puede tener un negativo impacto en el empleo local. La industria emplea directamente 17.000 personas de la región y otras 30.000 se ganan la vida con el envasado, el transporte y actividades relacionadas.
En septiembre los trabajadores expresaron su desacuerdo sacando cientos de tractores a las calles de Cognac y pidiendo a los funcionarios de la UE posponer la votación sobre los aranceles a las importaciones de vehículos eléctricos chinos.
Las ventas de coñac se han desacelerado desde que se decretaron los confinamientos por la pandemia. Recientemente han sido afectadas por la caída del consumo en China y Estados Unidos. En 2023, las exportaciones de brandy francés cayeron en valor casi un 15%, hasta los 3.350 millones de euros (unos 3.500 millones de dólares).