Inversores en Wall Street recompensan a gigantes como Exxon que no adoptaron la energía eólica y solar
Presiones globales por reducir los combustibles fósiles llevó a grandes petroleras a asumir compromisos por aminorar las emisiones y anotarse en proyectos de energía renovable. A la vuelta de unos cinco años, la mejora en los precios de los combustibles fósiles y algunas recompensas de inversionistas en Bolsa, han frenado e incluso, revertido el avance de estas compañías en la transición climática.
A muchas empresas, inversionistas y capitales de riesgo de entonces les parecía que la energía renovable no sólo era más limpia, sino que además constituía un mejor negocio que el petróleo y el gas.
Darren Woods, director ejecutivo de Exxon Mobil, dijo que «los inversores se centraron en lo que yo diría que era la narrativa predominante en torno a que todo se está moviendo hacia la energía eólica y solar. Tuve mucha presión para entrar en el negocio de la energía eólica y solar», recordó en entrevista con The New York Times desde la COP29, en Aserbaiyán.
Sin embargo, contó, que ExxonMobil no fue por ese camino e invirtió en áreas como la extracción de hidrógeno y litio, que son más afines a su negocio tradicional. Wall Street ha recompensado a la compañía por esas apuestas. El precio de sus acciones ha subido más del 70% desde finales de 2019, elevando su valoración de mercado a un récord de casi 560.000 millones de dólares en octubre.
Incursión de las petroleras en las energías renovables
El desempeño en la Bolsa del gigante estadounidense contrasta con el de BP y Shell, petroleras con sede en Londres que adoptaron proyectos y tecnologías de energías renovables. Así como la recarga de vehículos eléctricos. Las acciones de BP cayeron alrededor de un 19% en ese período, según las cotizaciones en Londres, mientras que las de Shell subieron alrededor de un 15 por ciento.
La renovada aceptación de los combustibles fósiles por parte del mercado pone de relieve uno de los desafíos para frenar las emisiones globales. El cambio climático plantea riesgos que se van agravando a lo largo de décadas. Los científicos afirman que cada fracción de grado de calentamiento provocado por los combustibles fósiles conlleva mayores riesgos ocasionados por fenómenos meteorológicos extremos.
Pero los inversores están centrados en ganar dinero a corto plazo. Aunque la COP29 busca confirmar los acuerdos de la anterior cumbre en Dubái, en reducir gradualmente el consumo de combustibles fósiles.
«Si queremos combatir el cambio climático, debemos lograr que a las empresas y a los consumidores les convenga producir y comprar alternativas con bajas emisiones de carbono», señaló Christopher Knittel, profesor en el Instituto Tecnológico de Massachusetts.
Los combustibles fósiles siguen produciendo ganancias. El rendimiento medio del capital entre algunas de las mayores compañías petroleras propiedad de inversores del mundo, una medida clave de la rentabilidad, superó el 11% el año pasado, frente al -8% de 2020, según un análisis de S&P Global Commodity Insights. El rendimiento medio durante ese mismo período para las principales empresas de energía renovable se ha mantenido alrededor del 2%.
De regreso al petróleo y gas, ¿y el cambio climático?
BP al igual que ExxonMobil se embarcó en un intento de transformarse de una compañía petrolera a una empresa centrada en la energía baja en carbono. Pero ahora está tratando de regresar a sus raíces como un gran actor de petróleo y gas. Con una historia de crecimiento para igualar a sus rivales. Reactivar el precio de sus acciones y disipar las preocupaciones de los inversores sobre las ganancias futuras.
Sus rivales Shell y Equinor, controlada por el estado noruego, también están reduciendo los planes de transición energética establecidos hace unos años. Su cambio de dirección refleja dos acontecimientos importantes. Por un lado, el impacto energético de la invasión rusa de Ucrania. Y por el otro, una caída en la rentabilidad de muchos proyectos de energías renovables. En particular la energía eólica marina, debido a la espiral de costos, problemas en la cadena de suministro y problemas técnicos.
El director ejecutivo de BP, Murray Auchincloss, confió a Reuters que planea invertir miles de millones en nuevos desarrollos de petróleo y gas. Incluso en la costa del Golfo de Estados Unidos y Medio Oriente, como parte de su campaña para mejorar el desempeño y aumentar los retornos.
BP también ha desacelerado las operaciones bajas en carbono. Detuvo 18 posibles proyectos de hidrógeno en etapa inicial y anunció planes para vender operaciones eólicas y solares. Recientemente ha reducido su equipo de hidrógeno en Londres en más de la mitad, hasta 40 empleados, dijeron fuentes de la compañía.
El acercamiento de las petroleras al mundo de las energías renovables está minado por diversos factores, mercados y apetencias de los inversionistas.
Las renovables son indetenibles
Shell, otra de las grandes petroleras del mundo, ha reducido o descartado algunos de sus objetivos de reducción de emisiones. y ha rebajado las expectativas de crecimiento para sus proyectos de energías renovables.
Sin embargo, el negocio del petróleo es más inestable porque depende fuertemente de coyunturas políticas internacionales. La renovable tiende a ser un negocio mucho más estable. Hagan lo que hagan las petroleras, en el mundo se está invirtiendo casi el doble de dinero en energía limpia que en combustibles fósiles, según la Agencia Internacional de la Energía.
El director ejecutivo de Shell, Wael Sawan, ha prometido adoptar un enfoque despiadado para mejorar su desempeño y rentabilidad. Y cerrar una enorme brecha de valoración con sus rivales estadounidenses más grandes, Exxon Mobil y Chevron.
La compañía ha reducido sus operaciones con bajas emisiones de carbono, incluidos proyectos flotantes de hidrógeno y energía eólica marina. Se ha retirado de los mercados energéticos europeos y chinos y ha vendido refinerías. También ha debilitado su objetivo de reducción de carbono para 2030. Además, Shell está buscando compradores para Select Carbon. Una empresa australiana que adquirió en 2020 y que se especializa en el desarrollo de proyectos agrícolas utilizados para compensar las emisiones de carbono, dijeron a Reuters fuentes cercanas a la empresa.
En el caso de BP, algunos de sus empleados se preguntan si la empresa conserva suficiente personal con la experiencia y las habilidades necesarias para restablecerse como una importante empresa de petróleo y gas. Dudan que BP tenga suficientes ingenieros de yacimientos para impulsar el crecimiento de la producción de petróleo y gas después de que despidiera a cientos de trabajadores de la división upstream desde 2020.