La estrategia es dejar las decisiones más cruciales para el último minuto para que los más débiles cedan
Las negociaciones para alcanzar un acuerdo en materia de financiamiento climático “se han convertido en un importante tema de discordia” en los últimos días de la COP29. La ONU hizo un llamado urgente para impedir que la cumbre fracase. En la horas finales circula un borrador más simplificado que tampoco incluye un monto de dinero que garantice una acción climática segura en los países en desarrollo.
La falta de un objetivo financiero en este último papel de trabajo indica que las decisiones más tormentosas se están dejando para el último minuto. Ante las tensiones presentes en la sala plenaria y las enconadas críticas la presidencia de la COP29 anunció el jueves por la noche que la próxima iteración tendría números basados en posibles zonas d consenso.
El secretario general de la ONU, Antonio Guterres, afirmó que la COP29 transita du punto más crítico. «Pero el fracaso no es una opción, pondría en peligro tanto la acción a corto plazo como la ambición en los nuevos planes nacionales con posibles efectos devastadores. «Es esencial un aumento de la financiación», subrayó.
El financiamiento de la discordia
A pocas horas del cierre, han chocado opiniones de ministros de países ricos y de países pobres sobre los términos y montos del financiamiento climático. Hubo focos de protesta cuando en encontraron una X en el lugar del monto de financiación. El secretario de Estado para la seguridad energética y el cero neto de Gran Bretaña, Ed Miliband, cuestionó el borrador: “Me temo que no está a la altura de las circunstancias y de las exigencias de la COP29. En materia de mitigación, vemos que los desastres aumentan a nuestro alrededor y quedarse quietos es retrocede y si ocurre el mundo nos juzgará con mucha dureza.
El Reino Unido está comprometido con un objetivo ambicioso de ayuda a e los países en desarrollo. La Unión Europea, Nueva Zelanda e Irlanda se plegaron a la posición del Reino Unido. Tacharon el borrador de inaceptable. Diego Pacheco, de Bolivia, dijo que «ese borrador era una ofensa a las demandas del sur global».
El colectivo G77+China, que representa a los países en desarrollo, propone 1,3 billones de dólares para 2030, podría provenir de gobiernos, organizaciones multilaterales y de fuentes privadas como bancos o empresas.
Los países en desarrollo también quieren saber cuánto dinero provendrá de donaciones, por ejemplo en los presupuestos de ayuda, y cuánto provendrá de préstamos privados. Temen que más préstamos aumenten su carga de deuda existente.
Joe Thwaites, experto en financiamiento climático del Consejo de Defensa de los Recursos Naturales, indicó que “el borrador de la COP29 caricaturiza las posiciones de los países desarrollados y en desarrollo. La presidencia de la COP29 debe proponer una tercera opción”. Harjeet Singh, activista de la Iniciativa del Tratado de No Proliferación de Combustibles Fósiles, sostuvo que el borrador incluía opciones buenas, malas, pero que algunas eran «francamente feas”. Le preocupa la falta de subobjetivos para reducir las emisiones y que no se haya incluido la manera de abordar las pérdidas y daños causados por el cambio climático.
Laurie van der Burg, gerente global de finanzas públicas de Oil Change International, insistió en que la etiqueta de los créditos de carbono como financiación climática debe eliminarse del texto y deber incorporarse la exclusión de las inversiones en infraestructura de fósiles como financiación climática. «Crea una peligrosa vía de escape para los contaminadores», advirtió.
Obstáculos para reducir uso de combustibles fósiles
Muchos diplomáticos están molestos con Azerbaiyán, el país anfitrión de la COP29. Señalan que el borrador refleja las opiniones de los países árabes y del grupo de países afines, que integran Arabia Saudí, China, la India y Bolivia que con otros países en desarrollo y ricos en petróleo se muestran reacios a impulsar reducciones radicales de los combustibles fósiles. Alegan que afectaría su crecimiento económico.
En una reunión abierta de todas las naciones, el comisario de Acción Climática de la UE, Wopke Hoekstra, dijo que el proyecto de acuerdo era «desequilibrado, impracticable y poco sutil». El enviado de Estados Unidos, John Podesta, se declaró sorprendido de que no se haya avanzado sobre acordado el año pasado en Duba. «Si no lo hacemos, habremos fallado a nuestro deber y a los millones de personas que están sintiendo los efectos del clima extremo», asentó.
«En la COP28, las naciones acordaron una transición para abandonar los combustibles fósiles. Si no somos ambiciosos en materia de mitigación, lo demás fracasará», dijo Eamon Ryan, ministro de Medio Ambiente de Irlanda. Afirmó, además, que el nuevo texto del acuerdo propuesto reflejaba un retroceso y la intención de interpretar como un menú lo acordado el año pasado.
Entre bastidores y en las negociaciones privadas, Arabia Saudí ha sido un persistente obstáculo a las medidas para reducir los combustibles fósiles. El jueves lo dijo en voz alta. «El grupo árabe no aceptará ningún texto que apunte a sectores específicos, incluidos los combustibles fósiles”, afirmó Albara Tawfiq, de la delegación saudí. China también se opone a una mención explícita del compromiso sobre combustibles fósiles.. “No se debe señalar ningún párrafo en particular”, señaló el delegado de China a las naciones reunidas.
La realidad que no quieren reconocer los grupos comandados por China y Arabia Saudí es que la mayoría de los países se proponen reforzar los llamados de la COP28 para abandonar los combustibles fósiles e impulsar las energías renovables.