Jorge Neri Bonilla: «La construcción de un mundo sostenible debe impulsarse a través del motor de la humanidad: el dinero»
¿Dónde está el dinero? Fue la pregunta que se formuló en el VI Congreso Internacional de Sostenibilidad de Cambio16 y que ha resonado como un clamor en la COP29, que aborda el reto de aumentar la financiación climática internacional y de concretar medidas para rebajar las emisiones con el objetivo de que se superen los 100.000 millones de dólares anuales que se fijaron en el Acuerdo de París (2015), una cifra totalmente insuficiente para impedir que se sobrepase el límite de 1,5 °C de aumento de la temperatura respecto a los niveles preindustriales. La línea roja que, según todas las previsiones, se superará en 2025.
Los países en desarrollo requieren entre 500.000 millones y un billón de dólares al año para afrontar los impactos climáticos, lo que demanda un esfuerzo significativo de la comunidad internacional.
Con el propósito de impulsar un cambio de consciencia para un mundo sostenible, en Cambio16 queremos pasar a la acción y ser la plataforma del cambio que inspira y acompaña a personas, empresas y gobiernos hacia la sostenibilidad. Jorge Neri Bonilla, CEO y editor de Cambio16 y presidente del VI Congreso Internacional de Sostenibilidad, sostiene que la construcción de un mundo sostenible debe impulsarse a través del motor de la humanidad: el dinero.
Una crisis de todos requiere una solución de todos
Aquí cabría reflexionar sobre las preguntas que se hace la ONU ante el reto de la financiación climática: ¿les gustaría que suban aún más sus facturas de alimentación y energía?, ¿les gustaría que su país deje de ser competitivo económicamente?, ¿realmente, quisieran más inestabilidad mundial, que cobre vidas?
Esta crisis afecta a todas las personas y, aunque el mundo ya empieza a hablar de la economía de la sostenibilidad, es esencial respaldarla con inversión real.
Como individuos y como sociedad, debemos dirigir nuestro dinero hacia la sostenibilidad, hacia el bienestar humano y la preservación de nuestra especie. Sin embargo, los seres humanos operamos en desequilibrio, generando escasez y desperdicios. Nos alejamos de la sabiduría de la naturaleza.
Para promover esta nueva economía de la sostenibilidad, y ese es nuestro propósito, necesitamos fomentar un cambio de consciencia que permita construir un mundo de abundancia tanto para las personas como para el medioambiente.